Mar del Plata: Se conmemoró el Genocidio Armenio en el Concejo Deliberante
La comunidad conmemoró el pasado lunes 24 de Abril el 102º aniversario del inicio del genocidio armenio a manos del Imperio Otomano, bajo la invocación de Día de Acción por la Tolerancia y el Respeto entre los Pueblos, en reconocimiento del Genocidio del Pueblo Armenio, que cobró la vida de al menos 1.500.000 personas –incluyendo mujeres,hombres, niños y discapacitados-.
En el recinto de sesiones del Concejo Deliberante, con la presencia de su presidente, Guillermo Sáenz Saralegui (AA), se llevó el acto oficial. Asistieron, también, el concejal Héctor Rosso (AM), su par Marcos Gutiérrez (FpV); Cristina Coria y Mario Rodríguez (UCR); el director general de Cooperación Internacional y Relaciones con las ONG, Federico Chioli; y la directora general de Promoción y Protección de los Derechos Humanos, Sonia Rawicki, en representación del intendente Carlos Fernando Arroyo, además de referentes de la comunidad armenia, su presidente Jorge Topalian, y otros activos participantes, como Avedís Sahakian. También participaron el Defensor del Pueblo Fernando Rizzi y alumnos del Colegio Colinas de Peralta Ramos y del Instituto Ayelén.
Al comienzo del acto fue proyectado el video institucional “Historias de Abuelas. La identidad no se impone”, realizado por personal del Teatro Auditorium-Centro Provincial de las Artes. Luego, otro video sobre el Genocidio Armenio. Y a continuación, el presidente del Cuerpo Legislativo, Guillermo Sáenz Saralegui, dio la bienvenida a los presentes: “Bienvenidos a la casa del pueblo, como es mi costumbre decir. Y como digo siempre, esta casa no está vacía, porque los que estamos siempre, ante cada manifestación importante, somos los concejales. No existen diferencias políticas, religiosas, culturales, sociales o ideológicas que justifiquen el aniquilamiento de un millón y medio de personas. O dos millones si consideramos otras estimaciones. No existen diferencias que justifiquen siquiera una muerte.Pero cuando analizamos cifras encontramos la dimensión de la atrocidad que es capaz de cometer el Hombre, muchas veces, justificándose en esas diferencias ya mencionadas.
El genocidio armenio comenzó el 24 de Abril de 1915, el día en que las autoridades otomanas detuvieron a centenares de miembros de la comunidad de armenios en Estambul. La deportación forzosa y exterminio de un número indeterminado de civiles armenios por el gobierno de los Jóvenes Turcos en el Imperio otomano, comenzó en 1915 y continuó hasta 1923.
La brutalidad en las masacres y la utilización de marchas forzadas con las deportaciones en condiciones extremas dejan ver un odio injustificable. La República Argentina, fiel a su costumbre de mantener las puertas abiertas, se constituyó en una nación plural por el aporte de muchas comunidades de inmigrantes, muy diferentes entre sí, que trajeron su pasado, su cultura y su esfuerzo para el progreso. Y la comunidad armenia es una de esas comunidades.
Por eso, nos sentimos orgullosos de tenerlos entre nosotros porque su aporte ha sido fundamental para hacer de Mar del Plata una ciudad pujante. Y de Argentina, un país próspero con un potencial que debemos aprovechar para consolidarnos en el desarrollo de nuestras virtudes.
Desde ese Concejo Deliberante, en sintonía con el Ejecutivo, condenamos el Genocidio Armenio, al que consideramos el primer Holocausto del siglo XX. Condenamos cualquier forma de violencia. Pero respetamos en paz y con tolerancia cualquier diferencia política, social, cultural o ideológica.
Sabemos que los armenios son una comunidad pacífica, que se ha integrado plenamente a la República Argentina. Y que ha sido un motor fundamental del progreso del país. Por eso, celebramos el ejercicio de memoria que estamos haciendo en este acto e invito a sus integrantes a seguir así, fomentando el entendimiento, la paz y la prosperidad de nuestro pueblo”.
Luego, integrantes de la comunidad armenia también se expresaron en este tono, condenando el genocidio, reivindicando los necesarios ejercicios de memoria y reclamando un acto de justicia histórico a la comunidad internacional”.