50 años del Secundario del Colegio Armenio Jrimian: Educación armenia para todos
El próximo 12 de diciembre a las 21 hs se celebrará el 50º aniversario del secundario del Colegio Armenio Jrimian. El evento, una cena show con la participación del conjunto Nor Arax en el colegio (Choele Choel 555) reunirá a una gran cantidad de personas. En ese sentido, Diario ARMENIA entrevistó a la directora del nivel Secundario del Jrimian, Sandra Raubian, acerca del proyecto educativo que llevan adelante, la historia y el futuro del colegio.
¿Cuáles fueron los momentos que considerás más importantes en estos cincuenta años del Secundario?
Creo que el Secundario replica de alguna manera la historicidad de todo el colegio Jrimian: un nacimiento que apuntaba a educar a los hijos de esos armenios llegados desde el horror y la desolación para una formación cultural más amplia y más profunda, acompañada por supuesto por la continuidad y prolongación de la cultura armenia en estas tierras.
Ese es un primer momento importante. En segundo lugar, una etapa de crecimiento a la par de la educación secundaria argentina. Una tercera etapa complicada y conflictiva y después una resignificación de los objetivos fundacionales, primero un poco a contramano de la Ley Federal de Educación y actualmente de la mano de la Ley Nacional de Educación con el importante paso de la obligatoriedad de la Secundaria y la búsqueda paralela de calidad permanente y creciente. En eso estamos trabajando desde hace años.
En estos 50 años creo que hubo cambios que acompañaron las nuevas realidades y las nuevas adolescencias, pero también hubo ejes que se mantuvieron inalterables. El equipo docente y directivo fue cambiando, quienes se fueron, dejaron su huella y su impronta y quienes conformamos el equipo actual intentamos tomar lo bueno de cada etapa para mejorarlo y permitir el crecimiento.
¿Cuándo y por qué se decidió abrir el colegio a toda la sociedad y no solo a la comunidad armenia?
Las vicisitudes del país en los años 90 no fueron ajenas al proyecto general de Jrimian, y dentro de él, al nivel Secundario. La crisis fue el inicio y el motor del cambio. El proyecto educativo sostuvo el objetivo fundacional de brindar educación armenia, pero se amplió, pasando de ser “educación armenia para los armenios”, a “educación armenia para todos aquellos que lo deseen y la consideren relevante para su formación”. Se decidió acompañar la construcción de la identidad de los jóvenes priorizando la difusión de la cultura y de la causa a descendientes de armenios y no armenios. Este es, desde nuestra propuesta, el nuevo paradigma de la supervivencia de la identidad en la diáspora.
Fue un desafío pensar y sostener que la cultura armenia es valiosa para que la conozcan los demás; por ende su transmisión a los no armenios los enriquecería también. Desde esta nueva perspectiva de escuela abierta a la comunidad en general la cultura armenia es un valioso aporte a la cultura universal y por ende, enriquece al ser humano. Este concepto implica además, comprender que abrir no significa renunciar a lo propio, sino agregar, sumar, ayudar a multiplicar y hacer crecer.
La Causa Armenia, uno de los pilares de nuestro proyecto educativo, se vincula con otros hechos similares acaecidos en la Argentina y el mundo, entonces el análisis asociado y el trabajo según las edades de los alumnos, lejos de restarle importancia, permite un aprendizaje y una toma de conciencia sobre la valoración de los derechos humanos en diferentes contextos, ayudando a formar jóvenes que finalmente van a luchar por la Causa Armenia y por todas aquellas que consideren justas, estimulando la formación de ciudadanos responsables y comprometidos.
Trabajar en esta línea amplía el sentido de la Causa para que no se encierre sólo entre los armenios, y que el resto de la gente también se identifique con los reclamos de la comunidad armenia, que en definitiva son de toda la humanidad.
¿Qué significa el concepto "educación armenia para todos"?
Significa algo tan sencillo y tan profundo como eso: ofrecer un proyecto educativo donde lo armenio se revalorice diariamente, donde lo armenio se resignifique en función de las realidades de cada momento histórico institucional y con una mirada inclusiva. Las puertas de Jrimian están abiertas para todos aquellos que consideren que lo que se ofrece es valioso para su formación o la de sus hijos. Y en eso “lo” armenio es fundamental.
Educación armenia para todos significa familias armenias revalorizando sus raíces, familias no armenias revalorizando sus raíces propias también y adoptando la armenidad por elección y no por herencia de sangre, jóvenes difusores de la causa armenia en otros ámbitos… Educación armenia es el proyecto Murales en las paredes externas del colegio, es Extear, la muestra de cultura armenia en la calle, por citar algunos ejemplos.
¿Cuál es el concepto de "identidad armenia" que trabajan para construir a partir de la enseñanza?
Consideramos que la identidad es una construcción subjetiva que cada uno va elaborando a lo largo de su vida especialmente en los años de niñez y juventud a partir de las experiencias individuales y grupales por las que transita. Nuestra escuela aporta a la construcción que hace cada uno de la propia, desde todo su proyecto educativo y lo armenio contribuye desde los valores que esta cultura encarna. Todos, además, contribuimos a desarrollar la identidad institucional. Por eso, “identidad en evolución” es un concepto que nos representa y creemos que caracteriza el rumbo.
Por otro lado la pregunta que nos hacemos con la mirada puesta en lo colectivo es ¿quiénes son hoy los armenios? ¿Sólo los nietos, bisnietos de armenios que nacieron en Armenia? ¿O también quienes hacen suya la cultura, el idioma, la causa, la lucha de un pueblo y colaboran e intervienen para sostenerla, justificarla y difundirla? Creemos que ambos, y en nuestra escuela tenemos ejemplos que clarifican esta inquietud.
Uno de los ejes principales del proyecto educativo del Jrimian es la temática de derechos humanos. ¿Por qué lo consideran tan importante?
En principio porque esta escuela se funda como respuesta a una vulneración de derechos. Los fundadores, refugiados en nuestro país a causa del genocidio, deciden allá por el ´30 y lo ratifican con la creación del Secundario en 1965, que una escuela era la mejor opción contra un plan sistemático para la desaparición de un pueblo. Crearon Jrimian para nuclearse, pero fundamentalmente para que sus descendientes tuvieran memoria y construyeran sobre ella. Una escuela en estas tierras es una firme decisión de reclamo de justicia. En estos últimos años y con la reformulación de nuestro proyecto educativo se decide poner en primer plano este propósito fundante. En la actualidad este eje va de la mano con la Ley de Educación Nacional que le da suma importancia al aprendizaje de los derechos humanos para la construcción de una ciudadanía responsable, participante, reflexiva y activa.
¿Cómo ven el Secundario en diez años?
Es una respuesta difícil porque no depende sólo de cuestiones y decisiones institucionales sino también del camino que elija la educación en general.
De lo que estoy segura es que seguirá caminando y creciendo. Y cuando pienso en el crecimiento creo que no sólo en número tal como viene sucediendo y se reforzará a partir de 2016 cuando comencemos a duplicar la matrícula del Secundario como último eslabón del aumento de inscriptos en Jardín y Primaria.
Cuando digo que lo pienso caminando y creciendo es fundamentalmente en cuanto a la calidad, que va de la mano de la capacitación docente, la propuesta de nuevos proyectos que estimulen una Educación más integral aún. Y habrá aspectos que espero que no cambien: el sentido de pertenencia que se gesta y se continúa aún después de egresar, la prioridad de lo colectivo por sobre lo individual, la importancia del trabajo colaborativo más que competitivo, el encuentro con lo armenio y con Armenia, la búsqueda constante de coherencia entre lo que se propone y lo que sucede en las aulas.
¿Cuáles son las características de la educación del nivel Secundario?
La búsqueda de calidad en la propuesta educativa tiene estrecha relación con el trabajo, el esfuerzo y la formación de los docentes. En general son profesionales comprometidos con la escuela y con el proyecto del Secundario en particular. La gente que ingresa a trabajar rápidamente se siente “perteneciente” y colabora desde su saber en todo proyecto en que se lo convoque.
En el Secundario sostenemos la propuesta de proyectos interdisciplinarios donde cada docente aporta desde su área para el aprendizaje más integral. Es una tarea más compleja que la individual porque se combinan ideas diversas, a veces opuestas; pero nos parece importante y enriquecedor para los jóvenes respetar el disenso y las miradas diferentes para construir formas de aprender más significativas y permanentes.
¿Qué respuesta reciben de los estudiantes?
Los chicos protagonizan la adolescencia acompañados siempre por los adultos de la escuela. De costado, caminando a la par intentamos sostener firme pero democráticamente la asimetría necesaria, dándoles la confianza para poder hablar, plantear sus ideas, sus dolores, sus problemas o sus inquietudes. A veces basta con un té calentito en preceptoría para que las angustian cedan y pueden volver a clase…
Aprender adentro y fuera del aula convencional promueve una formación más integral para el mundo actual. Creemos que se adquieren mejores y más variadas herramientas. Por eso abundan los proyectos en cada curso, entre cursos y materias y con los otros niveles.
¿Por ejemplo?
Que la lectura y la escritura sean aprendizajes placenteros a través de Cafés literarios, que el aprendizaje de los derechos humanos integre, compare y diferencie causas, por eso el desarrollo del proyecto De un 24 a otro 24, que los egresados se despidan con el trabajo colectivo de cocinar para compartir un almuerzo con los compañeros de los otros cursos, que haya tareas llevadas adelante entre adultos y jóvenes a la par, que se promueva y se resignifique en cada momento cotidiano la convivencia y el respeto por el otro… todo eso lo convierte en un Secundario que creemos que prepara para el camino autónomo que emprenden al egresar.
¿Cómo se continúa esta mirada actual?
Todo eso y más puede suceder en los próximos diez años si las familias nos siguen eligiendo como propuesta educativa para sus hijos, si los propios adolescentes y jóvenes siguen pensando que el “Jri” es un buen lugar para aprender, y si los docentes actuales y los que vendrán seguimos comprometidos en el desafío y el sueño diario de que la educación puede mejorar el mundo y de que, como decimos siempre, se pueda, desde cada aula, construir futuros.