La ONU insta a Turquía a respetar los derechos humanos en el país
MOSCÚ (Sputnik).- Turquía debe cumplir con sus obligaciones en virtud del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (ICCPR, por sus siglas en inglés) y respetar los derechos humanos, incluso durante el estado de excepción impuesto tras el fallido intento de golpe de Estado, se desprende de un comunicado de expertos de la ONU en DDHH.
La declaración viene después de que Turquía invocara el artículo 4 del ICCPR, seguido la imposición del estado de excepción. La exención de este artículo permite a los países debilitar temporalmente algunas de sus obligaciones bajo la Convención de acuerdo con ciertas condiciones estrechas.
El mensaje dice que "la invocación del artículo 4 es legal solo si existe una amenaza a la vida de la nación, una condición que no ha sido cumplida en este caso. Incluso en situaciones que cumplan con este alto umbral, el artículo 4 establece límites de hasta qué nivel un Estado puede desviarse de sus obligaciones en virtud del Pacto".
"No se puede evitar, incluso en tiempos de emergencia, las obligaciones de proteger el derecho a la vida, prohibir la tortura, adherirse a los elementos fundamentales del debido proceso y la no discriminación, y proteger el derecho de todos a la creencia y la opinión", reza el comunicado.
La ONU, la UE y numerosas organizaciones civiles criticaron en repetidas ocasiones el Gobierno turco por su dura respuesta al intento de golpe de Estado, mientras que Ankara criticó la comunidad internacional por no apoyar a las autoridades turcas. Turquía vive las consecuencias de una fallida asonada militar que tuvo un saldo de 240 muertos y unos 2.200 heridos, según los datos oficiales.
El pasado 22 de julio entró en vigor en Turquía un estado de excepción por un plazo de tres meses para superar las consecuencias de la sublevación. La Convención Europea de Derechos Humanos quedó suspendida en Turquía mientras rija el estado de excepción.
Turquía libera miles de presos comunes
Ankara.- El gobierno turco ordenó la liberación de más de 38 mil presos comunes en busca de hacer lugar en las cárceles para los más de 20 mil detenidos en relación con el fallido golpe de Estado del mes pasado.
Además, la Fiscalía pidió 1900 años de cárcel para el predicador Fethullah Gülen, al que el gobierno acusa de orquestar el fallido golpe y la policía allanó en Estambul las sedes de 44 empresas sospechosas de tener vínculos con Gülen. Se modificaron dos artículos en la ley penal para permitir la salida de los presos, según explicó el ministro de Justicia, Bekir Bozdag, medida que abarcaría a unos 35 mil reclusos. La medida responde a la necesidad de hacer lugar en las ya atiborradas cárceles turcas. Una decisión insólita para una supuesta democracia que pone en peligro la seguridad de todo el país.
La Corte también exigió dos condenas a cadena perpetua para Gülen. La acusación concreta es “intento de destrucción violenta del orden constitucional”, así como la “formación y el liderato de un grupo terrorista”.