Misa, Madagh y definiciones en el tradicional evento de Villa Soldati
Buenos Aires (Diario ARMENIA).- Como cada año la comunidad armenia de Pompeya, Villa Soldati, Flores y adyacencias colmó el salón de actos del Instituto Isaac Bakchellian, transformado en recinto religioso donde se lleva a cabo la Misa y el Madagh de Recordación.
El domingo 9 de noviembre más de doscientas cincuenta personas se dieron cita para asistir al servicio religioso oficiado por el archimandrita Maghakia Amyrian. Cada año los armenios del barrio recuerdan a sus familiares y amigos en la ya habitual Misa a la que sigue el almuerzo ritual,
Se hallaban presentes numerosos dirigentes y personalidades de la comunidad, al igual que decenas de exalumnos del Instituto Bakchellian, muchos de los cuales colaboraron en los trabajos previos, la elaboración del Madagh y por supuesto en el servicio posterior a todos los presentes. El Coro Gomidás, al mando de la Prof. Makrouhi Eulmesekian, trajo su valioso aporte tal como lo viene haciendo desde hace muchos años, jerarquizando el evento que el centro de las actividades del Instituto Isaac Bakchellian y su comunidad educativa y social.
Una vez finalizada la Misa, el archimandrita Amiryan, con el acompañamiento del padre Arrnak Kahaná Harutiunian y los diáconos presentes, procedió a bendecir la comida con las oraciones ya tradicionales, después de lo cual las mesas se ocuparon para compartir ese rito tan acendrado entre nosotros.
El Instituto Isaac Bakchellian ha demostrado en los últimos años cómo puede administrarse una institución comunitaria con recursos limitados y escaso apoyo. Sus distintas comisiones, que en general son integradas por exalumnos del colegio y directivos de bajo perfil, con trabajo sostenido y cuidado austero del patrimonio, han logrado que el Bakchellian de un paso más cada año en pos de objetivos sencillos, pero funcionales a la comunidad escolar.
Además, han establecido una sana costumbre y es la de expresar sus ideas y propuestas comunitarias utilizando la tribuna que les proporciona el Madagh anual. Muchas veces se han escuchado voces que plantean temas que a todos nos tocan y que no siempre son planteadas por las demás instituciones educativas y sociales.
Y este año no fue la excepción. Kevork Keshishian, presidente de la Comisión Directiva, pronunció un encendido discurso en idiomas armenio y castellano. Su mensaje comenzó con la lectura de una cita pronunciada recientemente en Washington por el Catolicós de la Gran Casa de Cilicia, Aram I; quien se refirió a la unidad de la nación armenia, condición imprescindible para hacer frente al próximo Centenario del Genocidio. Keshishian hizo mención también de algunos eventos importantes de la comunidad entre los que destacó la reciente visita del presidente Serge Sarkissian. Pero también se refirió a una cuestión que por el momento permanece acotada dentro de la Institución Administrativa de la Iglesia Armenia y que tiene que ver con un estatuto proveniente de Echmiadzín al que calificó de “pretencioso”, y que aparentemente aún se encuentra en vías de estudio.
Recordó también la única visita que hizo el Catolicós de Todos los Armenios Karekín II al Instituto Isaac Bakchellian hace ya más de una década, allí cuando sus entonces directivos le relataron de cómo y con qué esfuerzos los armenios del barrio pudieron concretar la construcción de la escuela.
Keshishian trajo a la memoria los dichos de Karekín II quien en ese momento extrayendo un pasaje de las sagradas lecturas transmitió la palabra de Dios diciendo: “Allí donde están vuestros tesoros, allí están vuestros corazones”.
Concluyó su emotivo mensaje reflexionando en voz alta sobre la cita bíblica, recordando un viejo y tradicional axioma que enuncia “El orden de los factores no altera el producto”. “A no confundirse, en este caso ese orden puede alterar el producto”, concluyó Keshishian. Ciertamente, no todos los presentes comprendieron el mensaje por completo. Sucede que entre los trascendidos del contenido del estatuto mencionado, habría una cláusula que modificaría el actual escenario, en relación a la titularidad de los bienes inmuebles de la institución religiosa comunitaria mencionada.
Siguiendo con la crónica del Madagh, los conductores del acto María Luisa Hadjiminassian y Jorge Karamanukian, dieron lectura a los agradecimientos de los organizadores y a la nómina de instituciones y personas que hicieron su donativo al Instituto Isaac Bakchellian. (Ver aparte)
Se entregó un reconocimiento especial a Juan Magarian, quien durante décadas tuvo a su cargo la elaboración del Madagh. Su dedicación y entrega alcanzaron a cada institución que requirió sus servicios o asesoramiento. Merecido homenaje.
El Conjunto Nor Arax, padrino del Jardín de Infantes de la escuela, también fue merecedor de la entrega de un presente recordatorio por su incesante apoyo.
Seguidamente, a poco del final tomó la palabra el padre Harutiunian, párroco de la Iglesia Varaká Surp Jach del barrio de Flores, pronunciando un breve discurso sobre la unidad en torno a la iglesia y la fe.
Finalmente, el archimandrita Maghakia Amyrian su sumó a los oradores con un mensaje conciliatorio que finalizó con las palabras de agradecimiento y despedida.
J.R.K.