Triunfó el oficialismo, la FRA - Tashnagtsutiún accede a 7 bancas
Ereván (Fuentes diversas).- Las elecciones del 2 de abril habían despertado gran expectativa en la mayor parte de la población de Armenia. Las perspectivas del cambio de sistema de gobierno eran también motivo de optimismo porque ya no quedaría el poder en manos de un solo individuo sino que sería el Parlamento quien tomara la decisión de quien y como gobernaría el país.
Obviamente había que vencer un sistema de compra y/o control de votos ya enquistado en la sociedad armenia donde tanto el oferente como el receptor de la dádiva tienen la misma responsabilidad moral. El gobierno, responsable de la seguridad y el orden internos, había asegurado a través de sus más altos dirigentes que haría todo lo posible para que estas votaciones fueran las "mejores" de la historia de la joven república.
Pero todo quedó en intenciones. Durante la campaña proselitista el Tashnagtsutiún y otros partidos opositores advirtieron a los votantes del peligro de aceptar vender el sufragio. Explicaron hasta el cansancio que unos pocos fondos no eran la solución de los graves problemas sociales y económicos que soporta el país hace muchos años.
La FRA puso el acento en este tema porque la compra de sufragios en el país es práctica corriente y no hay posibilidades de hablarle a la conciencia de los corruptos, entonces debía ser el ciudadano quien rechazara la prebenda y votara libremente.
A poco de abrirse las urnas distintos medios periodísticos armenios, que justo es decirlo no responden al gobierno, comenzaron a transmitir en directo desde algunas sedes de votación, poniendo la mira en probables irregularidades. Pronto comenzaron a surgir los reportes que indicaban distintas situaciones críticas. Presencia de individuos no identificados en el área de urnas, sujetos que "acompañaban" a personas mayores para "facilitarles" el acto del sufragio, votantes que traían del exterior la boleta partidaria, algo que estaba prohibido hacer, etc.
Una reportera de RFE/RL fue agredida por varias personas pues intentó registrar el momento en que supuestamente se direccionaba el voto de un elector. Otra periodista comprobó que en un local aledaño al centro de votación se pagaba a la gente y cuando trató de preguntarles qué hacían, una mujer le dijo con soltura que estaban abonando salarios del municipio. En el forcejeo con el equipo de filmación se pudo comprobar la existencia de una planilla manuscrita con datos de pagos efectuados.
A todo esto, la pasividad de las autoridades era digna de asombro. Los jóvenes policías observaban pero no intervenían ante las discusiones e insultos que eran ya algo común en varios distritos. Durante la tarde, el jefe de campaña de la FRA-Tashnagtsutiún, el diputado Aghván Vartanian expresó su preocupación por las graves irregularidades que según indicó, se estaban cometiendo en las provincias de Kegharkunik y Arakadzodn. Puntualmente denunció en la localidad de Chambarak los fiscales de la FRA y otros partidos opositores habían sido expulsados del local donde se desarrollaba la votación y se les impedía el reingreso por lo que quienes cometían la maniobra se adueñaban de las urnas de ese distrito.
Cierre de los comicios y primeras especulaciones.
A las 20 horas del domingo se cerraron las votaciones. Minutos después la Comisión Electoral Central anunciaba que habían emitido su voto 1.574.947 ciudadanos lo que representaba el 60.86 por ciento del padrón habilitado.
A pesar de que el gobierno había habilitado el sitio web elections.am donde podría seguirse la evolución del escrutinio, ello no sucedió y la información comenzó a ser difundida por varios medios de prensa, en su mayoría a través de la web.
Debe recordarse que estas elecciones despertaron el interés de muchas organizaciones europeas que enviaron sus observadores que junto a los voluntarios locales conformaron una masa de más de 28.000 personas dedicadas a verificar la legalidad del acto eleccionario.
Medios internacionales difundían encuestas a boca de urna donde se vaticinaba el triunfo del oficialismo por el 46%, mientras que la alianza Tsarukian tendría el 25%, ELK el 10% y el Tashnagtsutiún el 5%.
Se conocen los resultados
Poco después de la medianoche ya se conocían los resultados que indicaron el dominio absoluto del Partido Republicano que finalizaría cosechando 770.718 votos que representaron el 49,15% de los sufragios totales.
Le siguió la alianza encabezada por el Partido Armenia Próspera del magnate Gaguik Tsarukian que obtuvo 428.892 votos y el 27.35% del total, tercera se ubicó la coalición Elk, liderada por Nigol Pashinian que fue votada por 121.997 ciudadanos, con el 7.78% de los sufragios y cuarta resultó la FRA-Tashnagtsutiún que logró 103.148 votos y el 6.58% del total.
Los demás partidos y coaliciones quedaron fuera del Parlamento por no haber alcanzado el mínimo requerido de los votos que en el caso de los partidos políticos era del 5%, mientras que la obligación de las coaliciones era superar el umbral del 7%. Así la derrota fue estrepitosa para la alianza encabezada por el expresidente Levón Ter Petrosian que sólo tuvo el 1.66 de los sufragios. También fue dura la caída en la consideración popular el partido creado por el expresidente del Parlamento armenio Arthur Baghdassarian al que sólo votó el 3.72% del electorado.
La alianza ORO conformada por los excancilleres Raffi Hovannisian y Vartán Oskanian, junto al exministro de Defensa Seirán Ohanian fueron tal vez los mayores perdedores de estas elecciones pues apenas fue votada por el 2.07 % de la gente.
Muy detrás quedaron el Partido Comunista de Armenia con el 0.75% y la alianza Demócratas Libres con el 0.94 por ciento del total de los sufragios.