Armenios, judíos y musulmanes destacaron la buena convivencia que existe en la Argentina
El viernes 12 de diciembre, armenios, judíos y musulmanes compartieron un acto en la sede de la Sindicatura General de la Nación (Av. Corrientes 381 - CABA) por la entrega de diplomas a los alumnos participantes del programa “Diversidad: respeto por los otros” que dictó el Instituto Superior de Control de la Gestión Pública en el marco de DIVERSIA (Centro de Investigación, Desarrollo y Capacitación en Materia de Diversidad Cultural, Religiosa y Étnica). Todos los participantes coincidieron en destacar el clima de buena convivencia y respeto entre todas las comunidades que existen en la Argentina, remarcando que se trata de algo atípico que es difícil de encontrar en otros lugares del mundo.
Encabezaron el evento, el Síndico General de la Nación y Presidente del Comité Académico del Instituto Superior de Control de la Gestión Pública, Daniel Reposo; la Directora del Consejo Nacional Armenio, Carolina Karagueuzian; el Presidente del Centro Islámico de la República Argentina (CIRA), Fabián Ankah; en representación de DAIA, su Secretario General, Jorge Knoblovits; la Presidenta de la Red de Mujeres Judías Argentinas, Mirta Goldstein; y la Senadora Nacional por la Provincia de Tierra del Fuego, Rosana Bertone.
Al respecto, Reposo destacó que “en los cuatro años que llevamos desde que se conformó el Instituto, tenemos más de 26.000 graduados en diversidad de programas inclusivos. Aquí los protagonistas son los alumnos. La formación académica se ha vuelto una política de Estado dentro de SIGEN, porque nuestro fin es alcanzar los objetivos del servicio público. De nosotros depende articular las políticas públicas para dar cumplimiento a las demandas de la ciudadanía”.
Por su parte, Knoblovits, manifestó que “la educación es un vehículo de ensayo para lograr la inclusión. Argentina es un país que tiene mucho para celebrar en cuanto a confraternidad religiosa. Es por eso que estos ámbitos académicos son los espacios adecuados para incorporar conocimientos sobre el otro, para conocernos más profundamente y compartir formación e información sobre los demás”.
Asimismo, Goldstein sostuvo que “los temas de diversidad y género no pueden estar separados de un proyecto de Derechos Humanos. Debemos seguir fomentando los espacios interculturales, interreligiosos e interraciales. Todos nosotros somos agentes de cambio permanentemente, por lo que debemos reconocernos también como responsables sociales”.
Luego, Karagueuzian aseguró que “este año tuve la oportunidad de volver a participar del curso de Diversidad y la verdad es que estas iniciativas sirven para seguir conociéndonos, aprendiendo de los otros, compartiendo experiencias y aprendiendo que tenemos muchas historias en común con los otros colectivos que también forman parte de la identidad cultural de nuestro país”.
Seguidamente, Ankah señaló que “como lo dicen todas las Escrituras, el camino es la paz y el respeto hacia los otros. Vivimos en un país que es un ejemplo a nivel mundial de convivencia, donde el dolor o la alegría de una comunidad es también vivido y compartido por la otra”.
Finalmente, Bertone concluyó “me gustaría poder llevar estas capacitaciones a Tierra del Fuego, una provincia que tiene una diversidad cultural enorme y que cuenta con la participación de colectividades extranjeras. Felicito esta iniciativa porque no sólo sirve para aprender sobre diversidad religiosa sino que también se puede proyectar en otras áreas de trabajo, para seguir en el proyecto de la labor en conjunto, respetando los valores y costumbres del otro”.