Colegio Armenio Jrimian: El desafío de crecer en el agua
La primera palabra, ésa que los padres, ansiosos, aguardan como primitivo gesto comunicacional de sus hijos. El primer paso, el que inicia el desplazamiento en la vida. La aventura de aprender a escribir el propio nombre…
La existencia del ser humano es rica en “primeras veces” que van edificando la estructura que nos acompañará hasta el final de nuestros días. ¿Y la primera brazada, la primera patada y el primer largo en la pileta? Sí, también existen y contribuyen a la definición del hombre o la mujer que será ese niño o niña que ingresa en el Colegio Jrimian.
Por eso entendemos que la natación es una gran aliada para extender el universo de “primeras veces” y desde hace años la integramos a nuestra propuesta educativa, con la convicción de que aporta un ambiente diferente y atractivo en la misión de educar a los alumnos.
Aprender a nadar impone una serie de desafíos que van jalonando la personalidad de los niños.
El contacto inicial con el agua en un entorno distinto del que puede darse durante las vacaciones en familia, las primeras burbujitas que surgen como manifestación de que se está aprendiendo a respirar en el medio acuático, lograr flotar sin ayuda y las incipientes brazadas y patadas que confirman que se va adquiriendo la técnica adecuada, son manifestaciones claras de que la natación plantea alternativas válidas para el desarrollo del ser humano.
Una vez que flotar, hacer burbujitas y bracear y dar pataditas se transformen en gestos habituales, el alumno sentirá que puede nadar. Su confianza llegará a límites asombrosos para él, pero es sólo el principio del camino…
Sin darse cuenta, al mismo tiempo irá recibiendo lecciones que quizás le pasen inadvertidas, pero que son tan importantes como la incorporación de conocimientos técnicos. Empezará a hacerse responsable del cuidado de su cuerpo, de sus pertenencias, aprenderá a cambiarse sin ayuda… situaciones que parecen banales pero que hacen a la evolución de su autonomía personal.
Más adelante deseará mejorar su técnica, manejar los distintos estilos, ser más veloz, sumar largos en la pileta…
Comprenderá que su creciente ambición por progresar le impondrá obstáculos que deberá superar abrazado a los conocimientos que ha recibido de sus docentes en todas y cada una de las horas que pasó en el agua. En síntesis, habrá crecido.
Y ése es el objetivo que nos planteamos en el Jrimian.
Viviana Marra
Coordinadora de Natación del Colegio Jrimian