El Prof. Ara Sandjian habló sobre el régimen soviético y el genocidio de armenios
Continuando el ciclo de conferencias del diario Aztag de Beirut, el viernes 23 de junio se llevó a cabo un nuevo evento en la sala “Pyunik” del citado medio de prensa. El tema abordado se tituló “El poder soviético y la cuestión del Genocidio Armenio” y se focalizó en el análisis del período 1920-1991.
La apertura de la sesión estuvo a cargo de Jack Hagopian, uno de los editores de Aztag quien en breves líneas se refirió al tema de la conferencia y presentó además al orador Ará Sandjian (foto), profesor de historia de la Universidad de Michigan-Dearborn y titular del Centro de Estudios Armenios de esa alta casa de estudios.
Sandjian expuso acerca de la cuestión del Genocidio Armenio en tiempos de la Unión Soviética y la posición oficial tanto en el área política, como en las esferas literarias y culturales. Centrándose en el período 1920-1921, el Dr. Sandjian se acercó a los principales acontecimientos de esa época dividiéndola en dos etapas.
Él planteó en primer término sobre qué es lo que hay que entender y qué años deben ser considerados como período del Genocidio Armenio. Dijo que hay quienes extienden el crimen a los años 1894-1923 (tomando en cuenta las matanzas hamidianas), otros consideran que tuvo lugar en 1915/1916, y hay un grupo que considera que el Genocidio Armenio tuvo lugar entre 1915 y 1923. Para el catedrático Sandjian, el crimen de lesa humanidad tuvo lugar entre 1915 y 1916.
Hasta el cincuentenario (1965), dicho espacio de tiempo es posible separarlo en distintas etapas.
Analizando el lapso de tiempo transcurrido entre 1920 y 1965 como una primera etapa, el conferencista hizo notar que está claro que en esa fase no hubo ninguna referencia al genocidio de armenios en la historiografía soviética. Sandjian creyó necesario recordar que Alexander Mianiskian, Ashot Hovhannisyan y Ardashés Garinian fueron los líderes políticos de ese período.
Entre 1920 y 1935, la posición oficial del bolcheviquismo armenio estaba en contra de todo tipo de nacionalismos, y su preferido eslogan era que el "régimen trajo paz al Cáucaso".
Dentro de ese mismo contexto ignorado entraban los responsables del genocidio de armenios, el zarismo, los gobiernos imperialistas de todo el mundo, los misioneros occidentales y todos los partidos políticos que actuaban tanto entre los armenios de oriente, como en los de occidente, con la lógica excepción del comunismo.
Pero desde 1935 en adelante, el liderazgo trató de abrir una nueva página: extender la revolución soviética a todo Oriente. En esa experiencia, los kemalistas jugaron un papel clave voluntariamente o no. En ese mismo período se registra una gradual inmigración de refugiados y huérfanos armenios. Los obreros armenios del destierro debían participar de la lucha contra el capitalismo.
En el terreno literario-cultural no hubo nada extraordinario en esa primera década, salvo una notable obra de Harutiún Surjatian. Es a partir de los años ‘30 que la poesía armenia oriental se hace visible. Hasta la mitad de ese decenio no se impartía ninguna materia relacionada con la historia en las escuelas armenias. Incluso hasta ese momento, salvo Leo (Arakel Babadjanian), nadie hacía referencia del genocidio sufrido por el pueblo armenio.
En tanto, un trabajo denominado "El período de la Europa Imperialista" escrito en 1928 por el historiador ruso de origen judío Yevgeny Viktorovich Tarle, fue traducido al idioma armenio por Vahán Minajorian y publicado por Hairenik en Boston. La obra contenía pasajes dedicados al genocidio perpetrado por Turquía. Tarle, que fue primero encarcelado y desterrado por Joseph Stalin, recibió el perdón de éste, regresó a Moscú y se convirtió en uno de sus íntimos.
En esa misma época (1920-1935), se registran algunos fenómenos contradictorios como la presencia de decenas de miles de armenios de occidente en la Armenia soviética. Los nombres de algunas ciudades o regiones de la Armenia histórica se recrean: Nor Zeitún, Nor Aintab y otros. Es más, en el escudo de la armenia soviética aparece el monte Ararat.
De acuerdo a Sandjian, en el segundo espacio de tiempo (1935-1941) no registran cambios que llamen la atención como los registrados en la misma época en el resto de la Unión Soviética.
De 1941 en adelante aumentan las categorías de "bueno" y "malo", comienzan a aparecer las calificaciones de países buenos y malos. A partir de 1943 el contenido de los libros de historia escolares se inscribía en el contenido de educación soviética, donde el capítulo armenio sólo era estudiado hasta el Siglo XVIII.
En 1935, básicamente luego de la firma del Tratado de Montreux, las relaciones entre Turquía y Rusia se deterioran. El sentido del comunismo cambia en Armenia, pero el silencio en relación al genocidio continúa. Ve la luz la obra "El fantasma de la muerte" de Ieghishé Charentz. El célebre autor armenio es encarcelado bajo acusaciones de escribir contra el régimen y más tarde muere. Sin embargo, siguen publicándose algunos de sus trabajos dedicados al Padre Gomidás lo que resulta algo infrecuente en la Armenia del tiempo soviético.
Entre 1941 y 1945 aparecen gradualmente en la prensa temas patrióticos y la literatura y el arte armenio recuperan espacio perdido. En ese período también aparece una crítica cautelosa a los alemanes como "responsables" de las matanzas de armenios durante la Primera Guerra Mundial.
En los años 1945-1953, ya en los últimos años del estalinismo, la Unión Soviética presenta reclamos territoriales a Turquía. En esa dirección Moscú solicita a Ereván la confección de un documento para materializar la demanda de restitución.
Durante el lapso 1946-1948 se desarrolla el proceso de retorno a la patria de casi noventa mil armenios. En esa época se publica el libro del armenio-búlgaro Onnig Paniguian, "De la muerte a la vida". En esos años también se llevan a cabo preparativos de guerra ocultos donde se considera el aprovechamiento del potencial de la Diáspora.
Los años de gobierno de Nikita Kruschev (1953-1964) se caracterizaron por sus estados de ánimo contradictorios. La Unión Soviética renuncia a las reivindicaciones territoriales, pero en 1957 se edita el primer texto de historia que se ocupa del Genocidio Armenio.
También se publican obras de escritores víctimas del genocidio como Siamanto, Daniel Varuyán y muchos otros. En 1963 se edita "Hombres sin infancia" de Antranig Zaroukian, al año siguiente se imprime también en idioma ruso. Al año siguiente aparece "Los Cuarenta Días del Musa Dagh", obra fundamental de Franz Werfel. En marzo-abril de 1965 se autoriza la conmemoración pública del Genocidio Armenio.
El 29 de noviembre de 1967 se inaugura el Memorial del Genocidio en Dzidzernagapert. En tiempos de Karén Demirdjian, no sólo el pueblo se dirige en peregrinación hacia el monumento, también lo hace la dirigencia de gobierno. A partir de allí cada década transcurrida se conmemora especialmente.
Pravda, órgano oficial del comunismo publica artículos especiales dedicados al crimen de lesa humanidad sufrido por el pueblo armenio en los años 1965, 1975, y 1985.
El conferencista continuó su evaluación de la era soviética en Armenia hasta la caída de la Unión Soviética en 1991. Al finalizar su interesante exposición, Sandjian respondió numerosas preguntas de los asistentes.