La purga estalinista de Erdogan

Los continuos ataques de Turquía a la cultura y la libertad de expresión

02 de noviembre de 2017

Stalin-erdogan(Giulio Meotti para Gatestone Institute).- A pedido del gobierno de Turquía a través de la Interpol, la policía española arrestó a periodistas y escritores turcos que se encontraban en el país ibérico. Se trata de Dogan Akhanli, famoso literato y Hamza Yalcin, periodista del diario de izquierda Odak. Esto se suma al caso del también escritor Ahmet Altan, que atravesó un juicio en la nación islámica, y al de Asli Erdogan, a quien le fue prohibido viajar a Europa para recibir el Premio de la Paz Erich Maria Remarque

La Turquía de Erdogan ya ha sido noticia anteriormente por encarcelar a periodistas, transformando a esta república en la “prisión más grande del mundo” para esta profesión. La persecución contra novelistas también llama la atención, teniendo en cuenta que muchas veces ni siquiera forman parte del debate político. En realidad son odiados por el gobierno islamista por transmitir ideas occidentales y en favor de la libertad de expresión.

Lo que sucede en esta nación es aún más apremiante que lo que pasa en Arabia Saudita o Irán, lugares en los que también se persiguen y encarcelan escritores. Sólo en el último mes, cuatro grandes novelistas turcos llegaron a los titulares no por sus obras, sino por sus arrestos, juicios y persecución.

El plan gobierno, sin embargo, va más allá del destino de estos escritores. Turquía está purgando la cultura. La purga ha sido llamada una "masacre intelectual" que ha golpeado a facultades desde la de física y biología hasta las de cultura y política en algunas de las mejores universidades, enfureciendo tanto a profesores como a estudiantes. Después del golpe fallido del año pasado, se echaron a 21.000 maestros y 1.577 decanos universitarios, en lo que resulta la mayor aniquilación de la cultura académica de Turquía.  Vergonzosamente, el resto de Europa ha guardado silencio sobre esta masacre ideológica.

En una movida sin precedentes, Erdogan está promoviendo un plan para revisar además los libros de texto escolares, con la anunciada supresión de la teoría de la evolución de Darwin y la inserción de la guerra santa islámica. Al mismo tiempo, pide que se eliminen las palabras del vocabulario turco con una influencia "occidental". Por ejemplo, la palabra "arena" sería eliminada de los estadios deportivos. Es una maniobra totalitaria típica para controlar a la población. Las autoridades también excluyeron esta semana la música de Chopin de las marchas funerarias, reemplazándolas por una composición de la época otomana basada en versos del Corán.

"En el pasado, los kemalistas o militantes de izquierda simplemente sospechaban de las intenciones políticas de las potencias occidentales contra Turquía. En el último tiempo la civilización occidental, con todos sus valores, instituciones, cultura e incluso ciencia, se convirtió no en algo que debe ponerse en duda, si no en una cosa que directamente se tiene que rechazar", explica el periodista Mustafa Akyol.

Nedim Gursel, profesor de literatura en la Sorbona de París, fue perseguido por su novela, “Las hijas de Alá”. El editor Irfan Sanci fue llevado a juicio por obscenidad, por haber publicado “Las hazañas de un joven don Juan, una novela erótica de Guillaume Apollinaire”. Es que en la Turquía de hoy, todo lo que hable de libertad social y sexual se ve como equívoco.

Hace unos meses, el país decidió reemplazar las obras de autores extranjeros, como Shakespeare y Bertolt Brecht, por algunas de autores turcos. También se censuró “The Soft Machine”, una novela del estadounidense William S. Burroughs, cuyos libros siempre se han traducido al turco. “Of Mice and Men”, otro clásico estadounidense de John Steinbeck, también fue amenazado de censura.

Para finalizar, Sevan Nisanyan, un armenio que acaba de escapar de la cárcel hace unos días, expresó: "Turquía se ha convertido en un verdadero manicomio". El hombre había sido sentenciado a 16 años y siete meses por haber hecho comentarios irónicos sobre el profeta Mahoma.

La Turquía de Erdogan se parece hoy en día al Este de Maalouf, donde los gobernantes le dicen a la población: “Si quieres en su lugar mantener tu lengua, ojos y oídos, olvida que tienes lengua, ojos y oídos”.

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