A mi amigo Carlitos Hassassian
Definir a Carlos no es difícil, porque en el caben muchos adjetivos calificativos, todos a favor: gran ser humano, honesto, digno, sincero, gran Amigo cuando te adoptaba como tal y sentía la reciprocidad, soñador, filósofo de la vida, filántropo de las emociones y del corazón, compañero, gran periodista, creo el mejor de todos los medios armenios, humilde, bajo perfil, y así etc. etc. etc. y llevaría horas seguir calificándolo.
Te conocí allá por 1973, cuando vos, Clemente Moumdjian, e Isaac Nigohossian, me llamaron por teléfono para invitarme a una reunión en la casa de Samuel Bosnoyan en Martínez, para hablar de Armenia, y a partir de allí comenzamos una gran amistad y familiaridad, que duró hasta hoy, y seguirá siéndolo, porque tu cuerpo se fue pero tu alma y tu espíritu no.
Cientos de reuniones, años de lucha por la reivindicación y libertad de nuestra tierra, desde las más diversas trincheras, y Carlitos, siempre presente. Reflotamos la filial Arshaluis-Tro de UJA, aquella Unión Juventud Armenia en la que mi viejo Meguerdich y otros grandes armenios de entonces la fundaban con Arsén Mikaelian. Aquel Don Miguel como vos lo llamabas y cuando venías le preguntabas historias de aquellas tiempos.
Siempre estuvimos en contacto por la parte familiar, social, política, educativa y por mi audición radial "Integracion Armenia" de la cual vos fuiste parte durante mucho tiempo aportando tu sabiduría y tus comentarios.
Recuerdo que era un clásico cuando salíamos de los programas de la FM88, ir a bar de la esquina de San Martin frente a la estación Florida de Vicente Lopez tomándonos un Cinzano con ingredientes y soda de sifón a seguir charlas interminables…
Luego vino tu excelente programa de los domingos "Armenia Aquí Estoy", que llevaste adelante hasta tu partida.
Fuiste un pilar fundamental del Diario Armenia, y tus escritos y notas eran de una calidad y realidad histórica que daba gusto leerlas y releerlas.
Hamazkaín te contó junto con Yervant Abadjian, Edgardo Kevorkian y Jorge Der Krikorian y otros compañeros como un entusiasta creador y sostenedor de los cursos de Idioma armenio, entre otras tantas cosas.
Tuviste, querido Carlos, una vida azarosa, signada por momentos felices y grandes sinsabores que supiste guardar dentro tuyo con mil llaves, en salud, emociones, decepciones, traiciones, y lo peor, cierta gente se ensañó en destruirte, y no se ahorró ningún recurso para conseguirlo, te vieron mal e igual siguieron adelante. Dios el Supremo, seguramente les cobrara acá en la tierra, donde todo se paga.
Pero a pesar de todo esto el de arriba, sabedor de quien eras Carlitos, te recompensó con el amor de una gran mujer y compañera, quien te amó, te comprendió, te contuvo y te acompañó hasta tu último aliento.
Al lado de un gran hombre una gran mujer y viceversa, ella fue tu regalo de la vida, como vos lo fuiste para ella, gracias a vos Rosita y a tu familia. Los amigos de Carlos te lo agradecemos de corazón por siempre.
Pero y siempre hay un pero, la felicidad viene a cuentagotas como suele decirse y el de arriba tenía que haberlos dejado disfrutarse más tiempo.
Artsaj y Armenia te recordaran siempre, nosotros también amigo. Jorge Kazandjian esperará tus notas para el Diario Armenia, y yo esperare tus llamados telefónicos para pasarme las noticias de último momento para la radio.
Pero nos quedamos tranquilos, allá estarás charlando con Kevork Karamanukian y tantos amigos que seguramente te harán un ser de Luz. Feliz. Fuiste la gran enciclopedia armenia, La Wikipedia Haigagán que siempre consultamos y obtuvimos amplias respuestas.
Cuando un amigo se va queda un espacio vacío, como decía Alberto Cortés, y es real porque va a ser difícil e innecesario llenarlo, porque los seres únicos no se reemplazan.
Hasta siempre amigo Carlitos
La tricolor está de luto.
Dr. Oscar Lomlomdjian