Un fin de semana sensacional
Jueves 11 de octubre, una noche fea en la ciudad de Buenos Aires, pero con la valija cargada de ansiedad, felicidad y con ganas de hacer de estos Juegos Navasartian, el mejor de todos. Las expectativas eran muy altas. Bolso en mano y partimos para Montevideo, Uruguay.
El reencuentro con los ieghpair y las kuir de las otras filiales se sintió tan bien, saber que estábamos todos ahí reunidos en un mismo lugar y que se venia un gran fin de semana. Todavía tengo esa sensación de orgullo y felicidad de ver todo el club Vramian remodelado por los y las jóvenes de la filial de Montevideo que hicieron un esfuerzo enorme para que estos juegos no sean olvidados.
Cuando llegué me quedé helado, no paraba de sonreír. Sentía que todo ese trabajo iba a tener su recompensa, y así la empezó a tener con la ceremonia de apertura. Entre cantos y bengalas, arrancaba el espectáculo. Los días iban cargados de actividades y partidos, arrancando bien temprano para aprovechar de mañana a noche. Llenos de partidos emocionantes y con la euforia de querer ganar.
Pero lo que se aprende año tras año es que los partidos son lo de menos y que la confraternización es lo más importante que te terminas llevando de los juegos. Empezar a conocer gente nueva, escuchar sensaciones, historias del Panagum en Armenia, historias que nunca se olvidan.
Te sentís como si ya conocieras a todos de chiquitos, como si viviéramos todos los días juntos. Esa confianza y comunicación que hay es difícil de encontrarla en otros lugares y es lo que más rescato de Homenetmen: un club que te abre las puertas para encontrar gente de diferentes filiales con tu mismo sentimiento.
Llega el día final y empieza a oscurecer, entrega de medallas y premios, y todos llevándose una gran sonrisa.
Personalmente, estoy agradecido con la institución por todo lo que les brinda a sus deportistas, poder disfrutar esta increíble experiencia y que todos la pasemos bien es algo extraordinario. Soy feliz viendo como el semillero del club crece día a día, y saber que entre todos podemos lograr que Homenetmen llegue a lo más alto.
Muchas gracias.
Ignacio Kodjaian