Homenaje a Gomidás en Hamazkaín
Como todos los sábados, al término de las clases de idioma armenio occidental, Hamazkaín abre sus puertas para ofrecer algún tema de interés referido a la literatura, la historia o la música armenia. En esta ocasión, dentro del marco del mes de la cultura armenia y en el sesquicentenario del nacimiento del padre de la música armenia -Gomidás-, se ofreció un concierto a cargo del maestro Mekhitar Gouduzian y del tenor Sergio Tchabrassian.
Tras las palabras de apertura de Edgardo Kevorkian, presidente de la institución, el maestro Goudouzian presentó en forma sucinta la biografía de Soghomón Soghomonian, quien adoptó el nombre de Gomidás a instancias del Catolicós Kevork IV en Echmiadzín, por la tonalidad de su voz similar a la de un antecesor en la cúpula de la Iglesia Armenia durante el siglo VII, llamado Gomidás. La charla, que estuvo ilustrada con ejemplos sobre las armonías y los contrapuntos propios de las creaciones de Gomidás, incluyó detalles de su vida llena de sufrimientos, desde su nacimiento en Gudina hasta su muerte en un hospicio de París en 1935.
No faltaron las anécdotas que el disertante incluyó en la exposición, su rescate después de haber sido detenido en Turquía junto a otros intelectuales armenios, la referencia a Claude Debussy, quien se rindió a sus pies al término de un concierto, y el drama que atravesó su alma hasta llevarlo a la locura al ser testigo de cómo los turcos masacraban a sus compatriotas.
El tenor Sergio Tchabrassian, solista del coro Gomidás dirigido por el maestro Mekhitar, interpretó con notable solvencia dos canciones: “Dziraní dzar” y el clásico “Grung”, que fue premiado con el cálido aplauso de la concurrencia.
Como cierre del concierto, el profesor Gouduzian interpretó en piano otras dos canciones, esta vez con arreglos de Azlamazian, “Grung” y “Karun a”, mostrando su versatilidad y su depurada técnica. Al finalizar, generó la espontánea aprobación de los presentes.
Con las palabras de cierre y el agradecimiento a los intérpretes, Edgardo Kevorkian dio por terminado el acto.