En memoria de nuestro querido Rafael Simonian (el Rafi)
En la noche del 9 de mayo se daba a conocer la triste noticia de la perdida de uno de los principales protagonistas de la historia más reciente de nuestra comunidad armenia-cordobesa, quien con su militancia inquebrantable en nuestra comunidad llego a dejar un importante legado para las futuras generaciones.
Nacido en el seno de una familia armenia, en las calles del “barrio armenio” Pueyrredón, desde niño asistió y formó parte, desarrollándose en el ámbito del Club Antranik, en donde contagio siempre su espíritu armenio y se formó como futuro dirigente de muchas de nuestras organizaciones.
Durante su juventud fue miembro de Unión Juventud Armenia, llegando a presidir dicha organización. Uno de sus momentos más importantes fue al recibir con su discurso los restos de nuestro Héroe Nacional Aram Yerganian, en las instalaciones de esta “nuestra segunda casa”.
Fue Presidente de la Colectividad Armenia de Córdoba, donde su espíritu inquebrantable por nuestra causa dio pasos agigantados en la difusión y reconocimiento del genocidio armenio. También ocupó el cargo de representante legal del Instituto Educativo Manuel Belgrano de la Colectividad Armenia de Córdoba. No está de más recordar que domingo tras domingo ocupaba su lugar en la primera fila de las butacas de nuestra iglesia Surp Kevork, y porque no también mencionar que en cada acto de nuestro “agump” o celebración de nuestra comunidad siempre estaba presente.
A nivel profesional llegó a ocupar cargos estatales con la mayor altura y responsabilidad. Durante su activa vida política, militante del Peronismo de Córdoba adhirió a la causa justicialista, fue Concejal de la Ciudad de Córdoba y Presidente Provisorio del Concejo Deliberante. Ligado a los medios de comunicación, fue además director de la emisora LV3, Director de Prensa de la Casa de Gobierno y titular de la Delegación Local de Télam.
Todo esto y mucho más es el Rafi, para quienes tuvimos la suerte de conocerlo y trabajar con él realmente sentiremos su ausencia.
Hoy nos toca despedirlo recibiendo su legado, que seguro nos servirá como guía para ser grandes personas y mejores armenios, y para que el sacrificio y esfuerzo de toda su vida siga dando sus frutos.
Nos deja también su mejor herencia para nuestra comunidad y nuestra causa: “una gran familia”. Su esposa y tres hijos quienes junto a sus familias se ven comprometidos con las tres instituciones que conviven en el Club Antranik con el noble y fiel objetivo de preservar nuestra identidad y armenidad, nuestro mayor respeto para ellos en estos momentos.
Դարձայ զինուոր գաղափարի ("Me convertí en soldado de mis ideales"). Con esta segmento de la canción Վէրքերով լի recordaremos siempre a nuestro compañero, quien se mantendrá vivo en el recuerdo de todos los que tomaremos su ejemplo para seguir encaminando nuestra noble y justa causa.
AZVATZ HOKIN LUSAVORE….
Instituciones del Club Antranik – Córdoba, Argentina