Tres mujeres parlamentarias
En honor al día de la madre, el Consejo Nacional Armenio de Estados Unidos Región Oriental (ANCA) compiló una lista de 36 mujeres armenias que inspiran y empoderan. Las mujeres, del pasado y del presente, que se destacan en esta lista incluyen revolucionarias, poetas, autoras, científicas y funcionarias electas. Estas mujeres de diferentes décadas y orígenes pintan la historia de la mujer armenia: estratégica, feroz e ingeniosa. Muchas de ellas son legendarias y, aunque enfrentaron diferentes circunstancias, todas están unidas en el hecho de que han contribuido significativamente a la nación armenia, la diáspora y el trabajo de Hai Tad.
En el marco del 102° aniversario de la República de Armenia, es justo que nuestro primer capítulo comience con la historia de Berjouhi Parseghian, Katarine Zalian-Manoukian y Varvara Sahakian.
Ellas fueron las primeras tres mujeres en servir como parlamentarias durante la Primera República de Armenia en 1919. Aún golpeados por las secuelas del Genocidio Armenio, el sueño colectivo de un Estado-nación armenio se realizó con una declaración el 28 de mayo de 1918. Los esfuerzos de la Federación Revolucionaria Armenia (FRA) a pesar de los enormes desafíos permitieron que floreciera la Primera República.
Bajo el liderazgo de Aram Manukian, el hombre que es universalmente aceptado como el padre de la República, Armenia era un estado democrático bien organizado que presentaba una constitución progresista sin precedentes, una hazaña increíble teniendo en cuenta que había soportado 600 años de subyugación. Mucho antes que muchas naciones occidentales, otorgó a las mujeres el derecho al voto, creó un parlamento multipartidista compuesto por 80 miembros y eligió a tres parlamentarias.
Las tres mujeres líderes, una pedagoga y las otras dos médicas, todas humanitarias, se desempeñaron como parlamentarias, ganándose su lugar en esta lista de mujeres inspiradoras. En 1918, cuando las mujeres de Estados Unidos peleaban por el derecho al voto, estas tres mujeres habían asumido roles de liderazgo y estaban involucradas en decisiones que no solo darían forma al futuro de la República de Armenia, sino también a la Diáspora.
Berjouhi Parseghian, maestra, escritora y humanitaria, comenzó su carrera como maestra en Van y Giresun. En 1909 se casó con Sargis Barseghyan, quien se desempeñó como líder de la FRA en Constantinopla. Después de ser ejecutado como uno de los primeros intelectuales que fueron atacados por los turcos otomanos durante el genocidio, ella tomó a su hijo y huyó a Bulgaria. Sin embargo, pronto se reasentó en Tiflis y reanudó la enseñanza en las escuelas de mujeres St. Gayane y Mariamian-Hovnanian, ambas escuelas armenias ubicadas en esta ciudad.
Realizó algunos de sus trabajos más admirables mientras estaba en el exilio en París para la Oficina Internacional de Refugiados de Nansen, establecida en 1930 por la Liga de las Naciones, que ayudó a ubicar refugiados de las zonas más devastadas por la guerra entre 1930 y 1939. Parseghian centró sus esfuerzos en ayudar a los armenios desplazados por el Genocidio Armenio.
Siendo una mujer de muchos talentos, sus contribuciones literarias (Arpik, One Ring Chain y Days of Distress) fueron reconocidas por el antólogo estadounidense Edward J. O'Brien. Parseghian creía en el sufragio universal. Como funcionaria pública, trabajó con miembros de la FRA para garantizar que la constitución de la Primera República brindara este tipo de oportunidades a las mujeres. Junto a sus colegas en el parlamento, ayudó además a proporcionar a los huérfanos y refugiados la atención que tanto necesitaban.
Su contraparte en el Parlamento era Katarine Zalian-Manukian, la esposa de Aram Manukian, el líder de la Primera República de Armenia. Ambos se conocieron cuando ella trabajaba como doctora en un orfanato en Ereván. Se casaron en 1917, y un año después dio a luz a su única hija, Seda. En 1919 fue elegida para el parlamento donde sirvió junto a Parseghian y Sahakian.
Tras la muerte de su esposo y ocupación bolchevique de Armenia, ella huyó a Krasnodar, Rusia. Regresó a la Armenia soviética en 1927 para llenar el vacío de médicos en el país. Médica dedicada a los huérfanos y migrantes, miembro de la FRA y del Comité de Salud del Parlamento de la República de Armenia, murió en 1965.
Varvara Sahakian fue la tercera legisladora elegida para servir durante la Primera República de Armenia. Además de ser médica, se desempeñó como portavoz de la primera convocatoria del Parlamento y fue elegida diputada de la segunda convocatoria.
Durante las revoluciones de febrero, se vio obligada a huir a pie a Irán, Irak y más tarde al Líbano. Ella fue testigo de varias pérdidas en su vida; uno de sus hijos murió a falta de las medicinas necesarias y el otro murió en 1932. Su esposo Avetik Sahakian fue encarcelado y falleció durante la sovietización de Armenia. A pesar de su trágica historia de vida, fue líder en el desarrollo de programas educativos y tuvo una participación destacada en servicios sociales, incluido su trabajo en HOM.
Estas mujeres trabajaron en asociación con la FRA en el gobierno de la Primera República de Armenia. Llevaron una vida llena de esperanza, miedo y amor por su país, sus familias y las personas a las que servían. Como miembros del parlamento inaugural de la Primera República de 1918, sirvieron junto a líderes que otorgaron el sufragio universal a los ciudadanos, adoptaron más de mil leyes relacionadas con las políticas internas y externas.
Berjouhi Parseghian, Katarine Zalian-Manoukian y Varvara Sahakian: agradecemos su servicio a la nación y al pueblo armenio. Recordemos a nuestros héroes cuyas tareas se lograron aunque con enormes desafíos. No solo lideraron la Primera República, sino que inculcaron en el pueblo armenio un sentido de esperanza en medio de la adversidad.