Nikol Pashinyan: "Nuestros mártires salvaron al pueblo de Artsaj del genocidio"

12 de noviembre de 2020

El primer ministro de Armenia, Nikol Pashinyan, publicó un mensaje oficial dirigido a la nación el 12 de octubre.

"Armenia y el pueblo armenio se enfrentan a días cruciales. Hay dolor en el corazón de todos nosotros, lágrimas en los ojos de todos, dolor en el alma de todos. El fin de la guerra que comenzó el 27 de septiembre con la firma de un documento como la declaración conjunta emitida por el Primer Ministro de Armenia, los Presidentes de Rusia y Azerbaiyán el 10 de noviembre causó desesperación pública y planteó muchas preguntas, y se supone que yo debo responder a todas estas preguntas", comenzó el Premier.

"¿Por qué se firmó un documento tan desfavorable para Armenia? Ocurrió en las condiciones en las que el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de la República de Armenia seguía informando que cada minuto importaba, y la guerra debía detenerse lo antes posible. Y el presidente de Artsaj advirtió que si las hostilidades no se detenían, podríamos perder a Stepanakert en un par de días y, en algunos escenarios, incluso en unas pocas horas", advirtió Pashinyan. "Muchos pueden decir que si ya habíamos perdido a Hadrut y Shushí, también podríamos haber perdido a Stepanakert, y no cambiaría mucho. La realidad, sin embargo, es un poco diferente, porque si hubiéramos perdido a Stepanakert, como el presidente de Artsaj, Arayik Harutyunyan ya confirmó en sus declaraciones públicas, estaba indefenso en ese momento, entonces Askeran y Martakert se habrían perdido de manera predecible e inevitable", detalló. En ese sentido, si caían esas ciudades "el Ejército de Defensa estaría sitiada por el enemigo, lo que significa que más de 20.000 soldados y oficiales armenios podrían verse rodeados por tropas enemigas, inevitablemente enfrentando la perspectiva de ser asesinados o capturado. En estas condiciones, por supuesto, la caída de las regiones de Karvachar y Kashatagh sería inevitable y conduciría a una catástrofe total".

Más adelante, Pashinyan se refirió a por qué firmó el tratado en ese momento y no antes: "En términos operativos, el punto es que cualquier comandante tiene una función clave, es decir, establecer tareas de combate que tengan un objetivo táctico o estratégico específico, y el comandante debe establecer tales tareas, consciente de que su implementación podría resultar en la muerte de sus soldados. En mi calidad de Comandante en Jefe, de hecho, planteé tales tareas al ejército y las fuerzas armadas desde el primer día de la guerra. En una situación en la que el soldado no puede influir en el curso de los acontecimientos, ya no es el soldado el que debe morir por el bien de la patria, sino que la patria debe hacer sacrificios por el bien del soldado; el comandante no debería dar órdenes que pudieran implicar la muerte de sus soldados".

El Primer Ministro confesó que cuando firmó ese documento "me di cuenta de que estaba enfrentando la amenaza de mi muerte personal, no solo en un sentido político sino también físico. Pero las vidas de 25.000 soldados fueron más importantes". Además, dijo que no renunció antes de firmar ese documento porque eso "significaría deserción, significaría soltar mi parte de responsabilidad y ponerla sobre los hombros de otra persona, con la esperanza de que luego la gente dijera que el Primer Ministro Pashinyan era tan patriota como para no firmar ese humillante documento. Y también porque, como dije, las decisiones se tenían que tomar en horas, de lo contrario la rueda podría girar de tal manera que ya no se podría detener de ninguna forma".

Al responder por qué no consultó a la nación antes de firmar el documento, dijo que eso hubiera significado "brindarle al enemigo información detallada sobre la situación, además de presentar un plan detallado para bloquear nuestros 25.000 soldados".

Pashinyan afirmó que el documento "no prevé una solución sustantiva a la cuestión: sólo implica el cese de hostilidades. La cuestión de Karabaj no se resolvió antes de la firma de la declaración antes mencionada, ni se ha resuelto después de ella. Aún queda mucho por hacer a este respecto".

Al referirse a por qué no firmó el acuerdo en los primeros días de la guerra, Pashinyan planteó: "Primero, hubiéramos tenido que entregar siete distritos, incluido Shushí, sin pelear, y segundo, la situación militar inculcó la esperanza de que al involucrar nuevos recursos, hubiéramos podido encarar el desafío con esfuerzos sobrehumanos. Esa fue la razón por la que el presidente de Artsaj y yo seguimos haciendo llamados para que la gente se alistara para la defensa de la patria, pero también tratamos de asegurarnos de que nuestro mensaje no pudiera desanimar al soldado que luchaba en el frente, no desesperarlo y darle el enemigo detalles innecesarios sobre nuestros problemas". Pashinyan aseguró que el ejército "luchó heroicamente" y lo hizo "contra tres ejércitos". "De hecho, con sus múltiples manifestaciones heroicas, el movimiento de voluntariado y movilización no fue lo suficientemente fuerte para hacer frente al desafío, ya que nos enfrentamos a una realidad de la que simplemente no había otra salida", agregó.

El Primer Ministro desestimó los "rumores sobre la entrega de Meghri" y señaló que "es solo una cuestión de desbloquear las rutas de transporte en la región, incluso de Azerbaiyán a Najicheván, pero esto significa que las rutas de transporte de Ereván a Najicheván a través de Syunik deben desbloquearse, incluida la comunicación ferroviaria entre Armenia y la República Islámica del Irán, algo que puede impulsar el desarrollo económico de nuestro país". Nuevamente reiteró el llamado a que los residentes de Stepanakert vuelva a sus hogares.

"El arreglo final de la cuestión de Karabaj y el estatus de Artsaj es de fundamental importancia. En este sentido, nuestra tarea no ha cambiado: el reconocimiento internacional de la República de Artsaj se está convirtiendo en una prioridad absoluta y, de hecho, ahora existen argumentos más importantes para el reconocimiento internacional de Artsaj".

"Los familiares de nuestros mártires pueden preguntarse por qué murieron sus seres queridos después de todo. La respuesta a esta pregunta es, en primer lugar, para salvar al pueblo de Artsaj del genocidio, proteger el derecho de nuestro pueblo a la supervivencia. Al revivir y desarrollar el país, valoraremos la sangre que derramaron por el bien de la patria, el futuro de sus hijos, su inquebrantable devoción. Nuestro homenaje implica un trabajo creativo diario y una educación que debe mejorar nuestro país", finalizó Pashinyan.

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