¿Quién sostiene la mano de Nikol Pashinyan?

¿Hay forma más deshonrosa, indigna y dolorosa que morir torturado, mutilado y viralizado?

Tal vez desde lo humanitario lo que más duele es saber que esta administración no realiza los esfuerzos suficientes para recuperar los cientos de prisioneros, o lo que queda de ellos, que aún hoy están alojados en frías e inmundas cárceles azerbaiyanas. Los azeríes se encargan de viralizar diariamente mutilaciones, decapitaciones de ancianos vivos indefensos y asesinatos de armenios, pero parece que hacer lo imposible para rescatar a nuestros connacionales no figura en los principios de la “revolución de terciopelo”.

Nikol Pashinyan venía dando indicios de lo que terminó firmando, sin consultar ni informar al Parlamento ni al presidente de la República según declarara hace unos días el mismo Armen Sarkissian.

Sus acciones para borrar del ministerio de Defensa y de los altos mandos a aquellos generales con buena llegada a las cúpulas de las Fuerzas Armadas rusas, que además eran en su mayoría los vencedores de la guerra de 1991 a 1994, quienes conocían como nadie cada centímetro de Artsaj y sus intentos de modificar los planes de estudio para “borrar” de los libros de historia parte de lo verdaderamente ocurrido en 1918 son sólo muestras de su verdaderas intenciones.

Otro papelón de la gestión Pashinyan es la decisión de la apertura de una embajada armenia en Israel un par de meses antes del inicio de los ataques en pleno conocimiento del abultado suministro de armamentos, drones suicidas y bombas de racimo que a la postre mataron a miles de soldados y población civil pacifica armenia. Al acto de apertura concurrió un funcionario de tercera línea de la cancillería israelí y además, como atención, el Estado de Israel decidió que su embajador en Georgia continúe siendo itinerante para Armenia.

No hay que ser un gran estudioso de la política internacional para darse cuenta que la única frontera realmente abierta al 27 de septiembre era la de Irán, el principal enemigo de Israel. Recordemos que Turquía tiene bloqueada la frontera con Armenia desde hace mas de 25 años, con Azerbaiyán desde 1991 estamos en conflicto, y Georgia demostró una vez más en este conflicto que sus intereses son proturcos, antiarmenios y antirusos cerrando sus fronteras a la ayuda que venía hacia Armenia. Sin dudas, el debilitamiento geopolítico por decisión propia fue aprovechado por Turquia y Azerbaiyán.

Atacaron en el momento justo, en el pico de una pandemia, con un presidente de Estados Unidos que ya se vislumbraba como perdedor en las elecciones y que hasta el 20 de enero praticamente no puede tomar decisiones de importancia. En conclusión Armenia en la persona de Pashinyan y su gabinete habían desairado a sus dos únicos aliados: Rusia e Irán, lo que fue rápidamente aprovechado por Turquía para incitar a Azerbaiyán al ataque, apoyándolo con armamentos, con el envío de fuerzas especiales y yihadistas dirigiendo además directamente las operaciones.

Pashinyan, un mediocre periodista devenido luego en mediocre legislador, logro capitalizar en 2018 el descontento popular principalmente en temas relacionados con la corrupción enquistada en el Estado, por los malos índices económicos sobretodo referido a la generación de empleo genuino que derivó entre otras cosas que emigraran del país más de 1.000.000 de compatriotas en los últimos 30 años.

Respecto a su emblema de campaña de sus promesas de luchar implacablemente contra la corrupción, volvió a mentir. En plena guerra se vio obligado de reemplazar nada más ni nada menos que al mismísimo responsable de los servicios de seguridad Armen Krikorian, que además de inepto fue imputado de traidor a la patria por suministrar información clasificada de defensa a Azerbaiyán.

Hoy está claro que Nikol no lo hizo solo, que no fue solo su “carisma”, hubo detrás una poderosa maquinaria de marketing proveniente del exterior. Ya es un secreto a voces que el gabinete “moderno y pro occidental” que convocó Pashinyan en 2018 son liberales que responden a los interesen de George Soros, quien hizo pie en Armenia durante la primera presidencia de Levón Ter-Petrosyan.

Primero le diseñaron “tujov” y le armaron toda la logística (algún ingenuo todavía cree que la gente se sumaba sola en su caminata desde Gyumrí hasta Ereván). Luego le diseñaron “hajteluenk” con el que volvieron a engañar al ya golpeado y vapuleado pueblo armenio, pero esta vez las consecuencias fueron terribles. Más de 5.000 muertos, enorme cantidad de territorios cedidos y la firma para que nuestros enemigos puedan realizar su gran sueño panturquista.

También es un secreto a voces que el último artículo que se agregó a la vergonzosa capitulación que rubricó Nikol Pashinyan donde se establece que Armenia deberá garantizar un corredor para unir Najicheván con Azerbaiyán fue propuesto por Soros quien está interesado desde hace muchos años en la construcción de un gasoducto y un oleoducto para sacar el petróleo y gas de Azerbaiyán y vía Turquía llevarlo a Europa.

Pero solo para mencionar el fiasco más reciente y luego de la escandalosa renuncia del ministro de Relaciones Exteriores Zohrab Mnatsakanyan, de pésima gestión diplomática durante el conflicto y que desmintió las palabras del Primer Ministro asegurando que en ninguna etapa del proceso de paz hubo un pedido de renunciar a la ciudad de Shushí, Pashinyan nombró como nuevo ministro de Relaciones Exteriores a Ara Ayvazyan.

El nuevo Canciller es bien conocido en la Argentina, pero no sólo en el ambiente diplomático sino lamentablemente también es conocido en la esfera judicial. Ayvazyan fue imputado nada menos que por una maniobra de compra y venta de autos aprovechando su inmunidad diplomática. Además, siendo embajador de Armenia en nuestro país, intentó participar de un homenaje a la República de Turquía en su día y ante la presencia de manifestantes de Unión Juventud Armenia de la FRA que lo reconocieron, tuvo que retirarse. ¿Este señor es el que va a negociar con Turquía y Azerbaiyán los puntos todavía negociables de la capitulación firmada por Pashinyan?

En un hecho inédito en la vida política de nuestra madre patria, tanto el Patriarca Supremo de Todos los Armenios, el Catholicos Karekin II y el Catholicos de la Gran Casa de Cilicia, Aram I le piden al, tal vez, más deshonroso e indigno gobernante que tuvo la República de Armenia que deje sus funciones como Primer Ministro.

¿Nikol Pashinyan estará esperando que Soros le suelte la mano para renunciar?

Ing. Eduardo Torosian
Ex presidente de la Colectividad Armenia de Córdoba