Se cumplen 15 años de la destrucción del cementerio armenio de Julfá por parte de Azerbaiyán
El 13 de diciembre, Infobae publicó una extensa nota sobre el 15º aniversario de la destrucción del cementerio medieval armenio de Julfá por parte de Azerbaiyán, considerada "la limpieza cultural más grande del siglo XXI".
La nota comienza relatando la historia de Argam Ayvazyan, quien "quería aprender fotografía y pensó que una de las hermosas iglesias armenias de Najicheván eran un buen lugar para probarse. A las autoridades soviéticas —era 1965— , al contrario, les pareció una idea sediciosa: en la fraternidad sin divisiones nacionales del socialismo resistía, mudo pero robusto, el sentimiento de los azeríes del gobierno regional. Lo detuvieron para interrogarlo".
Fue Ayvazyan quien "documentó el pasado armenio en la zona que hoy pertenece a Azerbaiyán y se convirtió en historiador y filólogo. Los más de 10.000 negativos de su archivo son hoy el único testimonio de aquellos edificios y objetos que fueron destruidos", entre ellos el "cementerio medieval de Julfa, en Najicheván, que hace 15 años recibió el tiro de gracia, luego de una campaña de destrucción deliberada desde al menos 1997".
“De las iglesias y las esculturas funerarias que sobrevivieron a terremotos y califas, a Tamerlán y a Stalin, solo quedan mis fotografías”, le dijo Avyazyan a Simon Maghakyan, quien denunció “la limpieza cultural más grande del siglo XXI” para aniquilar los rastros de un pueblo: la transformación de Julfa, que contenía enormes tallas del siglo XIV, en tierra lisa.
"Julfa es una suerte de ventana a los monumentos armenios dentro de Najicheván", dijo Maghakyan a Infobae: "Nadie sabía qué pasaba porque no se permiten las visitas de personas ajenas. Ningún armenio, de ninguna clase, no importa si es quinta generación de argentino-armenio, puede entrar: no se permite el ingreso de armenios a Najicheván".
"Los armenios vivieron en Najicheván durante miles de años, y sufrieron invasiones subsecuentes de árabes, turcos, mongoles y persas, entre otros pueblos. En el área hubo unas 250 iglesias armenias, de las cuales 89 sobrevivían en 1991, tras el colapso de la Unión Soviética, y también 5.840 jachkares, como se llamaban aquellas esculturas funerarias. 'Pero desde 1997 a 2006, todo fue destruido', precisó el investigador y ex colaborador de Amnistía Internacional. 'Fue una limpieza étnica en cámara lenta'", relata la nota de Infobae.
"Por eso se teme que algo similar pueda suceder 'en las áreas que Azerbaiyán ganó en la reciente guerra con Armenia, en Nagorno Karabaj, o Artsaj, donde está Dadivank', señaló Maghakyan. Se trata de un conjunto de edificios de los siglos IX a XIII, ubicado en una zona montañosa boscosa, a 1.100 metros de altura", reflexionó el investigador.