Palabras por el fallecimiento de Karnig Meguerdichian
El 6 de enero de este año, cuando los armenios festejamos la Navidad, en un año atípico por la pandemia que nos afecta, una noticia entristeció a nuestra comunidad, sobre todo a los homenetmenagán de todo el mundo. Fallecía el yeghpair Karnig Meguerdichian, Presidente mundial de Homenetmen por varios períodos, a la temprana edad de 57 años, víctima del coronavirus.
No podíamos entender lo que se decía, lo que leíamos en las redes sociales. Costaba creer que fuera cierto. Y finalmente, cuando lo confirmamos, sentimos una fuerte congoja, tristeza, dolor, bronca por perder a un yeghpair del peso de Karnig. Un dirigente comunitario ejemplar, un referente de los que pocas veces se encuentran. De aquellos que se agradece haber tenido la oportunidad de conocerlo personalmente y que no serán olvidados nunca. Todos los mensajes y palabras de dolor de sus amigos, familiares, dirigentes comunitarios y religiosos y socios de Homenetmén del mundo entero así lo confirmaban.
Persona de bien, apasionado, visionario, trabajador incansable, de principios y valores férreos, respetuoso de las personas y las normas y flexible ante las distintas realidades. Un real transformador de Homenetmén, quien llevó a la realidad el lema “Partsratsir-Partsratsur” ya que durante su presidencia se fundaron filiales nuevas en todos los continentes, llegando a las 111. Él personalmente se ocupó de visitar cada una de ellas. Incluso se logró el ansiado sueño de la filial de Artsaj. No existía tema que escapara a su conocimiento o preocupación referente a cada una de las filiales o regiones del mundo.
Su rol fue tan importante en la historia institucional que nada más merecido que la entrega de la máxima condecoración de Homenetmén “Aryaneats Shkaneshán” que en esta ocasión se realizó post mortem debido a su temprano fallecimiento.
En cuanto a nuestra Región, Haravaín Amerigá, podemos afirmar que el yeghpair Karnig durante sus años de presidencia siempre nos acompañó y respaldó, contribuyendo al crecimiento y desarrollo regional. Incluso nos sentimos un poco “mimados” por él, ya que nunca dejaba de manifestar la admiración que le provocaba Sudamérica que, a pesar de la distancia, de ser una comunidad de tantos años de antigüedad y con nuestro idioma materno debilitado, no dejamos de participar con pasión, compromiso, preparación y presencia numerosa en cada evento que se organizaba. Hama-Homenetmenagán Jagher, Hama-Homenetmenagán-Panagumner, Mich tivanagán yoghovner, Jmpabedagán hamakumarner, Foro de Jóvenes, reuniones continentales y mundiales de Presidentes, Congresos mundiales de Delegados, Festejos del 100 ameag y tantos otros eventos la delegación de Sudamérica era recibida con un abrazo lleno de afecto de su parte, haciendo que nos sintiéramos cómodos y protagonistas en cada ocasión.
En aquellas oportunidades en las que nos honró con su presencia en la Región el yeghpair Karnig siempre tenía una palabra de aliento y apoyo hacia los dirigentes de cada una de las filiales, además de acercarse a cada socio con humildad y respeto.
Tenía especial interés en escuchar la opinión de los jóvenes con quienes organizaba encuentros para dar respuesta a todas sus preguntas, puesto que en ellos reconocía los futuros dirigentes de la institución.
Cada una de sus visitas era una inyección de sentimiento homenetmenagán y armenidad para todos.
El yeghpair Karnig será una persona y un dirigente difícil de reemplazar, imposible de olvidar. Él era en sí mismo la materialización de los valores de Homenetmén. Pero entre sus virtudes está el de ser un ejemplo a seguir y seguramente inspirará a muchos a imitarlo.
Վարձկդ կատար սիրելի եղբայր Գառնիկ,
Յիշատակդ անթառամ կը մնայ մեր սրտերուն մէջ
