Se presentaron las memorias de Haigaz Bagdasarian, el manuscrito de un sobreviviente del Genocidio Armenio recuperado por su nieta
El lunes 18 de octubre, ante un numeroso público, fue presentado en la Sala Siranush el libro Haigaz, la autobiografía de Haigaz Bagdasarian compilada por su nieta menor, María Soledad Bagdasarian.
Con la moderación de Rocío Gil y la participación de la profesora Nélida Boulgourdjian, María Soledad inició sus palabras con la cita de su abuelo que figura en la contratapa del libro en el que aclara que su testimonio “no es más que la historia de un montón de armenios que milagrosamente pudieron escapar de la espada turca”, en referencia a los sobrevivientes del Genocidio Armenio perpetrado por Turquía.
María Soledad, claramente emocionada, dijo que pensar en la vida que vivió su abuelo fue algo atrapante para ella. Hizo hincapié en el nivel de detalle con el que Haigaz relató los primeros treinta años de su vida. Resaltó también otro aspecto que le llamó la atención de los manuscritos de su abuelo que tiene que ver con la voz que prima en los escritos: “es la voz de un niño a pesar de haber escrito sus memorias a los más de 65 años revivió todas esas experiencias con la mirada de un niño”.
Bagdasarian remarcó la gran cantidad de fotografías que su abuelo guardó y transportó “aún atravesando el desierto o cruzando fronteras difíciles”. Explicó que ese es el motivo por el que el libro no sólo tiene un gran trabajo de textos sino que también es acompañado por numerosas imágenes. “Por algo las conservó mi abuelo”, afirmó.
Nélida Boulgoroudjian, que escribió el prólogo del libro, habló sobre la motivación de Haigaz para escribir sus memorias y agregó el concepto de resiliencia. “Probablemente haya sido el deseo de dejar a su familia el testimonio de los hechos trágicos que le tocó vivir”, dijo. Se refirió al autor como una persona informada y comprometida con su pueblo por su vinculación a la FRA-Tashnagtsutiún.
Boulgourdjian contextualizó la época en la que Haigaz escribió sus memorias, en los años 70, cuando la segunda generación de la diáspora armenia toma conciencia de que los años pasan y el Estado turco no se hacía cargo de su culpabilidad y comienzan a recolectar pruebas del Genocidio con numerosos sobrevivientes que dejan testimonio de sus memorias.
En otro pasaje de la presentación, Boulgourdjian rescató el valor testimonial y la riqueza del relato en primera persona, con sus subjetividades, a diferencia de los textos históricos, algo que, según dijeron, preocupó en un principio a la compiladora. Las tres panelistas destacaron la importancia de reconstruir la memoria.
Tal como lo contó María Soledad en una entrevista con Diario ARMENIA, Haigaz no es sólo un libro. En ese sentido se presentó un adelanto del ambicioso y original proyecto multimedia a través del cual se cuenta la historia de Haigaz Bagdasarian de distintas maneras.
Se anunció también el reciente lanzamiento de la plataforma www.memoriasarmenias.ar con el patrocinio del Ministerio de Cultura de la Nación, de Mecenazgo Cultural del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y el auspicio de varias instituciones comunitarias. El objetivo de la plataforma es expandir el universo narrativo en torno a las memorias armenias y recuperar relatos orales y escritos para reconstruir historias de otros sobrevivientes y trabajar sobre distintos aspectos de la armenidad, según anunciaron.
En la segunda parte del evento Lidia Borda interpretó, con una voz impecable y una fuerte conexión con el público, un set de tangos de la primera mitad del siglo pasado con claras referencias nostálgicas a los inmigrantes recién llegados a Buenos Aires.
Tras salir de bambalinas para el saludo final, Rocío Gil repitió palabras que María Soledad Bagdasarian le dijo emocionada unos segundos antes: “Estoy cumpliendo un sueño difundiendo la historia del abuelo”.
Fotos: Alex Hadjian