Epílogo semanal 18/11/21
La situación en la frontera armenio-azerbaiyana y en Artsaj es extremadamente tensa y amenaza con la reanudación de hostilidades.
En la mayor escalada desde la guerra de Artsaj de 44 días del año pasado las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán atacaron Syunik, en la frontera oriental en Armenia, con el uso de artillería, vehículos blindados y armas de distintos calibres, el martes 16 de noviembre.
El Ministerio de Defensa de Armenia informó que sus Fuerzas Armadas tomaron represalias para evitar el avance del enemigo y que el saldo tras el ataque fue de 2 soldados armenios muertos, 13 capturados y 24 desaparecidos y por la parte azerbaiyana 7 militares muertos, numerosos heridos y significativas pérdidas de equipamiento militar.
Anteriormente, el 14 de noviembre, el Ejército de Azerbaiyán intentó ocupar posiciones cercanas al municipio de Sisian, en la provincia de Syunik, y según el Ministerio de Defensa de Armenia fueron repelidos. Estas escaramuzas armadas ocurren mientras Azerbaiyán establece distintos puestos aduaneros: el 11 de noviembre instalaron un puesto en la ruta Goris-Kapan y el día 15 en el tramo Kapan-Chakaten, todos en territorios soberanos armenios.
La Cancillería armenia dijo en un comunicado que “el ataque es una continuación de la política constante de Azerbaiyán de ocupar los territorios de la República de Armenia que comenzó el 12 de mayo de 2021 con la infiltración de las Fuerzas Armadas azerbaiyanas en las regiones de Syunik y Gekharkunik”.
La intención del ataque de Azerbaiyán, siempre con Turquía en las sombras, es muy clara: Bakú tiene como nuevo objetivo ocupar y hacer base en Sisian y apuntar a la carretera que la una a Najichevan, en el área más estrecha del territorio de Armenia. En línea recta, el trayecto desde Sisian a Najichevan no supera los 30 kilómetros de los cuales, al cierre de esta columna, las tropas azerbaiyanas avanzaron en 2.
Bakú probó por Meghri, al sur de Armenia, pero se encontró con la fuerte y decidida oposición de Irán. Es por eso que se volcaron a las carreteras de más al norte, Sisian, Vayats Dzor o Gegharkunik. Primero controlaron las alturas de Syunik. Luego aterrorizaron a las localidades fronterizas armenias con intimidaciones de todo tipo con la intención de lograr la despoblación de la región. Con los puestos aduaneros se aseguraron el control de las rutas hacia Karabaj.
Lamentablemente, las autoridades armenias no tomaron ninguna medida digna, ni reaccionaron debidamente, para evitar estos pasos que llevaron a la actual situación. A lo largo de los últimos meses vimos como el ejecutivo negaba la situación y hablaba de un futuro de paz regional que nunca llega. Como decíamos en una columna anterior, el alto al fuego firmado el 9 de noviembre de 2020 no sólo no estableció la paz sino que provocó el apetito expansionista del tándem Erdogan-Aliyev.
Los hechos nos demuestran que Azerbaiyán no se detendrá mientras siga la política adoptada por el gobierno armenio. Muy por el contrario, el mismo primer ministro Nikol Pashinyan reconoció, sin ponerse colorado, que dio la orden de retirar las tropas armenias de Syunik lo que facilitó la invasión de Bakú.
Yeghia Tashjian, un analista político de la diáspora, explica que "Hay una narrativa expansionista de posguerra en la sociedad azerbaiyana que muestra claramente que cualquier guerra futura en los territorios de Armenia es una guerra justificada”.
“Tales narrativas, continúa Tashjian, se muestran en mapas del "Gran Azerbaiyán" o los territorios en disputa entre las Primeras repúblicas de Armenia y Azerbaiyán, donde los nacionalistas azerbaiyanos sostienen que la mayoría de los territorios donde está establecida la República de Armenia solían ser parte de la "patria azerbaiyana". Ante los ojos expectantes del mundo, el fascismo institucionalizado de Aliyev está dando sus frutos”, opinó.
Como venimos repitiendo, Azerbaiyán es el brazo ejecutor de los intereses turcos y la dificultad estratégica mayor para el plan de reflotar el panturquismo sigue siendo el establecimiento de una conexión directa con Turquía atravesando Armenia.
Semanas atrás, Aliyev dijo frente a Erdogan que “tanto Turquía como Azerbaiyán están tomando las medidas necesarias para implementar el corredor “Zangezur” para unir a todo el mundo turco”. ” Estamos hombro con hombro con Turquía, estuvimos juntos durante la guerra y estamos juntos hoy”, agregó para que no queden dudas de nada.
En este sentido publicamos una nota de Ricardo Yerganian en la que resalta que "con prisa y sin pausa Ankara y Bakú siguen adelante cumpliendo sus objetivos".
Los acuerdos (claudicación) del 9 de noviembre de 2020 y del 11 de enero 2021 sobre el desbloqueo de carreteras y la infraestructura regional son la base para que Turquía y Azerbaiyán impulsen la idea del corredor “Zangezur”. Lo paradójico del caso es también que Azerbaiyán lanza los ataques contra la República de Armenia desde los territorios que quedaron bajo su control como consecuencia de la implementación de esos acuerdos.
"Azerbaiyán sigue presionando al gobierno de Pashinyan porque la experiencia internacional muestra que un gobierno derrotado está bajo coacción", denunció Seyran Ohanyan, ex Ministro de Defensa armenio y uno de los jefes de la Alianza Armenia en la Asamblea Nacional.
Con estas presiones y ante la inminente delimitación y demarcación de fronteras el Buró de la FRA-Tashnagtsutiún emitió un comunicado advirtiendo que “Cualquier nuevo documento firmado con los adversarios por las autoridades armenias contra los intereses nacionales armenios y del Estado armenio debe ser rechazado con unidad nacional”.
Esta entrevista realizada por Audición Gomidas al diputado armenio Gegham Manukyan, miembro de la FRA-Tashnagtsutiún en el bloque opositor Alianza Armenia, es esclarecedora en cuanto a la firma de los acuerdos sin consulta alguna.
En esta situación la pregunta es ¿dónde está Moscú? La información indica que el Secretario del Consejo de Seguridad de Armenia, Armen Grigoryan, invocó a Rusia telefónicamente el mismo día del ataque para que defienda las fronteras armenias. “Dado que el ataque se realizó en el territorio soberano de Armenia apelamos a la Federación Rusa, según acuerdo de 1997”, indicó Grigoryan quien aseguró que seguidamente el pedido se iba a enviar por escrito.
Según el periodista Tatul Hakobyan, fuentes diplomáticas le aseguraron que Putin aconsejó a Pashinyan, también telefónicamente, que no iniciara el proceso formal de solicitud de ayuda a Rusia y que a cambio, su Ministro de Defensa, ayudaría a llegar a un acuerdo sobre el cese al fuego al que se llegó el mismo 16 de noviembre por la noche.
Nuevamente la supuesta “neutralidad” rusa en esta guerra es, lisa y llanamente, antiarmenia, aunque muchos afirman que su tema no es Armenia sino Pashinyan.
Hasta la próxima semana.
Pablo Kendikian
Director de Diario ARMENIA