Clarín publicó una carta del Embajador de Turquía en Argentina: negó el genocidio y acusó a la comunidad armenia de "victimizarse"
El diario Clarín publicó una carta del embajador de Turquía en Argentina, Sefik Vural Altay, el 29 de abril, donde -a días de las conmemoraciones del 107º aniversario del Genocidio Armenio- el diplomático negó el genocidio y culpó a la comunidad armenia de "victimizarse".
El Embajador comenzó su texto al acusar a la comunidad armenia de difundir "discurso de odio hacia el estado y el pueblo turco", aunque no brindó ningún ejemplo del mismo.
"La narrativa unilateral e históricamente distorsionada de la comunidad armenia sobre los sucesos de 1915 ha sido respaldada en Argentina hasta tal punto que los medios argentinos pasan por alto cualquier respuesta contradictoria o simplemente la ocultan bajo la alfombra", continuó el diplomático en la carta que fue efectivamente publicada por Clarín. En octubre de 2020, el mismo funcionario turco había acusado al Editor de Internacionales de Clarín de “falta de conocimiento”.
"Obviamente, existe una ley bajo la jurisdicción argentina sobre los sucesos de 1915, impuesta por la comunidad armenia. Sin embargo, no cambia el hecho de que un 'genocidio' solo puede ser reconocido por un tribunal internacional competente de conformidad con las disposiciones de la Convención de la ONU de 1948 que establece los requisitos para denominar una acción como tal", dijo Sefik Vural Altay, en referencia a la Ley Nacional Nº 26.199 sancionada por consenso de todas las fuerzas políticas del Congreso en 2006 y promulgada en 2007.
"No existe tal sentencia judicial contra Turquía en virtud del derecho internacional a ese respecto. Me da la libertad de ejercer el derecho mismo de la libertad de expresión para compartir nuestra versión de la historia en relación con los sucesos de 1915", agregó Sefik Vural Altay. La Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio fue adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1948, mientras que el término "genocidio" fue acuñado por el jurista Raphael Lemkin en base a las experiencias del Genocidio Armenio y el Holocausto judío.
"Abrazar a una de las comunidades armenias más grandes no justifica adoptar su enfoque de odio y totalmente subjetivo y hacer la vista gorda a la otra parte. Es comprensible la que la comunidad armenia esté muy integrada a la sociedad argentina desde hace muchos años, construyendo su identidad únicamente a base de ser la única víctima y sembrando las semillas de odio contra el pueblo y el Estado turco", fueron las palabras de Sefik Vural Altay, consideradas como discurso de odio contra la comunidad armenia de Argentina.
Más adelante, el Embajador turco aseguró que "desde 2005, Turquía ha estado presionando para que se establezca dicho mecanismo internacional en forma de una comisión conjunta compuesta por los principales actores para una evaluación académica, a saber, los historiadores de Turquía, Armenia y otros países interesados para alcanzar una conclusión clara sobre este disputado período de la historia en Anatolia". Investigar o hablar sobre el Genocidio Armenio en Turquía está prohibido por el artículo 301 del Código Penal turco, legislación que fue utilizada en reiteradas ocasiones para perseguir a activistas, periodistas e historiadores.
Luego, Sefik Vural Altay dijo que "el número de víctimas estimados en el asolado Imperio Otomano asciende a tres millones, incluidos turcos, kurdos y armenios" y que "escoger los sufrimientos de los armenios e ignorar el dolor de más de 500.000 turcos masacrados por los rebeldes armenios durante ese período definitivamente no es un enfoque objetivo de una tercera parte", a pesar de que los ciudadanos de origen turco no fueron deportados y aniquilados a partir de la planificación de ningún estado. El libro “Killing Orders: Talat Pasha’s Telegrams and the Armenian Genocide” (Órdenes de asesinato: Telegramas de Talat Pashá y el Genocidio Armenio) publicado por el historiador turco Taner Akcam en 2016, un escritor que fue perseguido por el régimen del presidente de Turquía Recep Tayyip Erdogan, probó con evidencia científica la veracidad de las órdenes por parte del Gobierno otomano para exterminar a la población armenia.
En abril del año pasado, Sefik Vural Altay había acusado a toda la política argentina de ser víctima del “lobby armenio”. Mientras tanto, el pasado 24 de abril, fecha en que se conmemora el 107º aniversario del Genocidio Armenio, la Embajada turca -en conjunto con su Cancillería- difundió material negacionista elaborado por el Gobierno turco.
La respuesta del embajador armenio Hovhannes Virabyan: "Algún día Turquía reconocerá oficialmente el Genocidio Armenio"
Al día siguiente, el embajador de Armenia en Argentina, Uruguay, Chile, Perú y Paraguay, Hovhannes Virabyan, publicó una respuesta al texto del diplomático turco, también en el diario Clarín.
"Mi abuelo materno era oriundo de la histórica provincia armenia de Kars y mi abuela materna, de Mush. Ambas ciudades, donde ya no hay armenios, están situadas dentro del territorio actual de Turquía. Las familias de mis abuelos maternos fueron masacradas; ellos fueron los únicos sobrevivientes. Milagrosamente, siendo niños llegaron al territorio de la Armenia actual y hallaron refugio en orfanatos locales. No necesito un comité de historiadores ni discusiones académicas para saber qué pasó con mis antepasados, conozco sus historias. No lo sé por libros de texto o por Internet, sino por testimonios personales", relató Virabyan.
"Todos los armenios lo saben, porque no hay una sola familia armenia que no haya sufrido pérdidas durante el Gran Genocidio de 1915, con 1.500.000 víctimas. Lo saben todos los especialistas en el tema y todos los hombres y mujeres para quienes los derechos humanos son valiosos. Raphael Lemkin también lo sabía. Fue quién creó el término “genocidio” para describir aquellas atrocidades. Emmanuel Macron y Joe Biden, el Papa Francisco y Alberto Fernández también lo saben", recordó el Embajador armenio.
"Argentina no ha reconocido y condenado oficialmente el Genocidio Armenio como decisión impuesta por la presencia de la comunidad armenia en este país. Lo ha hecho porque en la Argentina hay una tradición de respeto por los derechos humanos, y la memoria, la justicia y la verdad no son solo palabras, sino fundamentalmente valores consagrados", remarcó Virabyan.
"Es verdad que hay que dar vuelta a las páginas dolorosas de la historia y mirar hacia el futuro; pero solo después de hacer una evaluación correcta y sacar las conclusiones que correspondan. De lo contrario, tienden a repetirse los crímenes de lesa humanidad. Intentos en ese sentido los hemos visto durante décadas contra la población armenia autóctona de Nagorno Karabaj, la provincia histórica armenia de Artsaj, con la participación directa de Turquía y la ejecución de Azerbaiyán. El gesto nacionalista extremo expresado por el canciller turco Mevlüt Çavuşoğlu en Montevideo el pasado 23 de abril frente a representantes de la comunidad armenia local definitivamente no tuvo como objetivo crear una atmósfera de entendimiento mutuo y diálogo entre los dos pueblos. El negacionismo es una continuación del genocidio, y la impunidad engendra nuevos crímenes. Tengo la seguridad de que algún día Turquía reconocerá oficialmente el Genocidio Armenio y se enfrentará con su propia historia", finalizó Virabyan.
Respuesta del Consejo Nacional Armenio: "Nuestro reclamo es de justicia, reconocimiento y reparación"
El Consejo Nacional Armenio (CNA) de Sudamérica emitió un comunicado el 30 de abril en el que explicó que "nuestra comunidad no tiene ni tuvo expresiones de odio contra el Estado y la comunidad turca": "Nuestro reclamo es de justicia, reconocimiento y reparación por el crimen cometido por el Estado que el Sr. Embajador representa y que después de 107 años de impunidad continúa negando", expresó el organismo.
"Un claro ejemplo de discursos de odio, son los gestos expresados por el canciller de su país, Mevlüt Çavuşoğlu , contra la comunidad armenia en Uruguay el pasado sábado 23 de abril, emulando gestos de organizaciones racistas y xenófobas contra manifestantes pacíficos, que no se manifestaban contra su pueblo o su estado per se, sino contra la agenda negacionista y armenofóbica que implicaba su visita oficial al país vecino", marcó el CNA.
"Por otro lado, lo que el Embajador llama los sucesos de 1915 no son una narrativa, es un crimen de lesa humanidad calificado como genocidio, no solo por las Naciones Unidas en 1985, sino también por más de 30 países en el mundo, incluida la República Argentina", explicó el CNA. "La Ley Nacional Nº 26.199, que declara cada 24 de abril como 'Día de acción por la tolerancia y el respeto entre los pueblos en conmemoración del genocidio sufrido por el pueblo armenio' sancionada en el año 2006 no fue una imposición. Fue una ley aprobada por el poder legislativo con apoyo de todos y cada uno de los bloques, en línea con los principios democráticos y de defensa de los derechos humanos que en Argentina sostenemos hace más de 40 años".
"Finalmente, es necesario recordar que cuando hablamos del genocidio cometido contra el pueblo armenio, el único dolor compartido es el de la humanidad ante las atrocidades de sus perpetradores. Hubo un victimario, que fue el Estado turco, y una víctima, que fue el pueblo armenio. Cuando Turquía asuma su responsabilidad como ejecutor del plan sistemático de exterminio, abandone sus políticas negacionistas y cese sus hostilidades hacia Armenia, Artsaj y su diáspora, se podrá avanzar en una agenda de paz y prosperidad en la región", finalizó el organismo.