Horacio Terzian: “Más allá de las diferencias con la dirigencia de Armenia sabemos que estos juegos ayudan al país y hay que apoyarlos”
Se desarrolló en distintas provincias de Armenia la sexta edición de los Juegos Panarmenios. Desde Argentina viajaron equipos en representación de Ciudad de Buenos Aires, Pilar y La Plata, y regresaron con tres medallas de bronce. Diario Armenia habló con Horacio Terzian, presidente de la filial Buenos Aires de Homenetmen, una de las instituciones organizadoras.
Basado en la experiencia de los Juegos Hamahomenetmenagán, el gobierno de Armenia, a través del Ministerio de Deportes y su Comité Olímpico, y el Ministerio de la Diáspora, impulsó en 1999 la creación de los Juegos Panarmenios. El objetivo es acortar distancias y fortalecer el vínculo entre la diáspora y la Madre Patria. Así, a través de este evento deportivo, miles de jóvenes de todo el mundo, cuyo punto en común es la descendencia armenia, entablan relaciones de amistad que luego afianzan a la distancia con la ayuda, sobre todo, de las redes sociales.
A esta sexta edición de los Juegos Panarmenios que acaba de culminar, viajaron 210 personas que conformaron parte del público y los equipos en representación de Ciudad de Buenos Aires, Pilar y La Plata. Compitieron en disciplinas como ajedrez, golf, atletismo, fútbol 11, básquetbol, ciclismo, danza, hándbol, natación, entre otras, y regresaron con medalla de bronce en Futbol 11, Hándbol masculino y Golf. Los juegos no solo se desarrollaron en Ereván sino también en otras ciudades del interior de Armenia con el fin de incentivar y motorizar otros sitios no tan populares y conocidos.
Horacio Terzian, presidente de la filial Buenos Aires de Homenetmen, una de las instituciones organizadoras a nivel local, aseguró a Diario ARMENIA que “como en ediciones anteriores, nuestra delegación se caracterizó por la buena conducta y el juego limpio”, e hizo hincapié en que “tres medallas no es poca cosa”. En esta entrevista el dirigente armenio habló acerca de la participación de Argentina en esta edición especial, en el marco del 100° aniversario del Genocidio, de las dificultades organizativas que debió superar el comité de Buenos Aires y de los aspectos a mejorar a futuro.
¿Qué puede destacar de esta sexta edición de los Panarmenios?
Estos VI juegos tienen una impronta particular. Motivados y enmarcados en el año en donde la comunidad armenia recuerda y conmemora el Centenario del Genocidio Armenio y a su millón y medio de víctimas, el evento contó con una masiva participación, tanto de deportistas como de público en general. Para ello, los trabajos organizativos comenzaron con mucha anticipación, con al menos dos reuniones por año entre miembros del Comité Central de los juegos y sus representantes locales en todo el mundo. Aprovecho para hacer referencia a la labor del Comité de Buenos Aires, que tuvo que sortear el inconveniente del alojamiento de toda la delegación que, supuestamente, estaría subsidiado por el estado armenio y que, finalmente, no fue así. Destaco el trabajo de todos los integrantes del Comité, como así también el apoyo incondicional de los benefactores de la comunidad.
¿El hecho de que sea el año en el que se conmemoró el 100° aniversario del Genocidio contiene algún significado especial? ¿Además del objetivo deportivo los participantes se llevaron algún mensaje para transmitir?
Sin dudas que para todos los que llevamos sangre armenia, este es un año singular y movilizador, en el que tenemos la obligación de recordar los penosos hechos de 1915 y a sus víctimas en cada momento y en cada lugar donde sea posible; hacer eco de nuestro reclamo, y que el eco llegue a todos los rincones del mundo. En cuanto al objetivo del viaje lo que siempre tratamos es priorizar la confraternización y entablar relaciones con pares de otras ciudades. Son vínculos que, quizás, hoy comienzan en un encuentro deportivo pero, sin lugar a dudas, el día de mañana se fortalecen compartiendo otro tipo de espacios dirigenciales.
¿Quiénes son los que pueden participar de los juegos? ¿Cómo se prepararon en Argentina para este evento?
El Comité de Argentina viene trabajando desde hace más de un año para la preparación de estos juegos, desde lo deportivo como desde lo organizativo y los equipos vienen entrenando juntos desde el año pasado. El único requisito para participar es tener ascendencia armenia, aunque no es condición formar parte de alguna organización de la comunidad.
¿Qué enseñanza les deja la participación en estos juegos?
Desde Homenetmen siempre alentamos a la participación de este tipo de eventos, ya sean torneos deportivos, encuentros juveniles o campamentos scout. Tenemos muy claro que más allá del resultado deportivo, lo que se vive trasciende al evento en sí. Las vivencias y las amistades forjadas perduran de por vida. Siempre sostenemos que los partidos se ganan y se pierden, los resultados quedan en una mera estadística y los trofeos en un estante. Quizás tengamos distinto lugar de residencia pero, lamentablemente, somos todos frutos de un mismo proceso y es por ello que en el campo de juego llevamos un mismo bordado en la camiseta que nos iguala y nos hermana, es la flor de “NoMeOlvides”.
Esta flor debe ser un faro para todos nosotros, es la que nos recuerda siempre que, circunstancialmente, podemos ser rivales dentro de un campo de juego, pero afuera tenemos un mismo objetivo, una misma razón de ser, una misma Causa, y esa causa es la misma en todos los rincones del mundo. Esa es nuestra verdadera copa, la copa que tenemos que ganar y levantar, todos juntos y hermanados.
En cuanto a los equipos locales, hemos tenido participaciones muy dignas: traer tres medallas no es poca cosa y, además, tuvimos actuaciones destacadas en otras tantas disciplinas. Para mejorar siempre hay cosas, pero solo se mejora y se construye con trabajo y dedicación.
¿En qué colabora con la Causa la participación en los Panarmenios?
Más allá de las diferencias que uno pudiera tener con la conducción política de la República, sabemos que estos juegos son de gran utilidad para el país y hay que apoyarlos. Por lo tanto, y teniendo en claro eso, destaco la voluntad de participación de los jóvenes de la comunidad. Lamentablemente, llegamos a conmemorar un aniversario al que no hubiéramos querido llegar. En el camino, contra todo el aparato negacionista turco y de las grandes potencias del mundo, hemos conseguido importantes logros, y año a año avanzamos un paso más. Pero aún falta mucho, y los intereses del otro lado son muy grandes. Estos juegos, como otras tantas actividades, son muy movilizadores, pero no nos quedemos con la foto del Ararat y las lágrimas en el Dzidzernagapert, tenemos que continuar trabajando, perseverantes y unidos.
Es fundamental que todas esas sensaciones experimentadas en Armenia sean canalizadas con compromiso y trabajo aquí, en Buenos Aires. Desde donde sea, cada uno puede hacer su aporte, lo que sea, mucho o poco, es significativo. Tenemos una gran comunidad, con cuarta y quinta generaciones, por lo que es responsabilidad de todos mantener y fortalecer los cimientos que supieron forjar nuestros abuelos.
Entrevistó Luciana Aghazarian