Último adiós al enger Agop Chahbenderian
El pasado 14 de febrero dimos el ultimo adiós a un genuino representante de la primera generación de armenios nacidos después del Genocidio Armenio, y en su caso en particular,a un hombre comprometido con el tiempo que le toco transitar.
Perteneció a la generación que debió cargar con las consecuencias de las tragedias vividas por cada una de las familias sobrevivientes, sin elaborar el duelo que aun hoy continúa por la falta de reparación y castigo del crimen impune.
En la familia Chahbenderian esas consecuencias se hicieron sentir rápidamente, niño aun Agop perdió a su padre y desde muy joven debió lanzarse a la vida sin olvidar el legado indeleble y eterno que expresamente recibió de su padre "Mantente siempre armenio".
Con su título de técnico textil, se incorporo a la empresa textil de una familia armenia con presencia en Uruguay y Argentina. Entre ambos países repartió su vida activa, llegando a ser directivo de la misma.
Se caso con Luisa Malezian y juntos formaron un hogar armenio al que luego llegaron dos hijos, allí, el legado paterno estuvo siempre presente. Enger Agop entendió que la mejor manera de servir a su pueblo, era participar e involucrarse en la realidad armenia, buscar el reconocimiento del Genocidio Armenio, bregar por la Armenia Libre Unida e Independiente no debían ser solo consignas si no que requerían compromiso y presencia, su elección de vida fue sumarse al Tashnagtsutiún, partido en el que milito y engrandeció con su presencia.
Tras la compra de Radio Rural en 1987 fue convocado para sumarse a su Directorio y se integro a un equipo que iniciaba su accionar llevando su experiencia empresarial, pero fundamentalmente, su calidad humana y compromiso con la tarea que le fuera confiada.
Luego de esa etapa, y ya viviendo permanentemente en Buenos Aires, representó al Tashnagtsutiún en el Fondo Nacional Armenia y lo hizo con la sabiduría y responsabilidad que lo caracterizaron toda su vida.
Sus compañeros de lucha e ideales lo respetábamos y queríamos entrañablemente su presencia física, permanente sonrisa y buena predisposición que nunca dejaron de acompañarlo, incluso en los momentos más aciagos que debió atravesar la Asociación Cultural Armenia cuando una pandilla intento adueñarse de la institución y sus bienes.
Enger Agop, quienes te conocimos y compartimos trabajo e ideales ya te extrañamos. Nuestras luchas y reivindicaciones siguen vigentes, los jóvenes que se suman a nuestras filas deberán tener siempre presente y seguir tu legado político, trabajo, trabajo, humildad y honestidad.
Vartskt Gadar Angeghdz Dzinvor!!
Mario Nalpatian