Acto en el IUNMa por el 108º aniversario del Genocidio Armenio con el exjuez Raúl Zaffaroni y la legisladora Victoria Montenegro: "Hay un momento en el que el poder punitivo se confunde con el poder genocida"
EI Instituto Universitario Nacional de los Derechos Humanos (IUNMa) y el Consejo Nacional Armenio (CNA) realizaron un acto conmemorativo por el 108° aniversario del Genocidio perpetrado por el Estado turco, en la sede de la Universidad, el lunes 24 de abril en horas de la tarde.
Expusieron el ex juez de la Corte Superma de Justicia, Raúl Zaffaroni; la legisladora de Buenos Aires, Victoria Montenegro y Aram Mouratian, director del CNA. Se invitó al panel a Fernanda Gil Lozano, Directora del Centro Internacional de Derechos Humanos de la UNESCO y al Senador Guillermo Andrada, presidente del Grupo Parlamentario de Amistad Argentino Armenia, quienes también compartieron sus ideas a los presentes.
Al inicio del evento, el Rector de la Universidad, Adolfo Scrinzi, anunció que se firmó un convenio con el Consejo Nacional Armenio y lo enmarcó en el encuentro de la fecha: “llevar el legítimo reclamo de la comunidad armenia para potenciarlo y alzar la voz”, aseveró.
Raúl Zaffaroni comenzó sus palabras afirmando que “el Genocidio Armenio nos enseña muchas cosas que tienen valor para el presente y para el futuro. No es un hecho del pasado sino que nos demuestra las perspectivas tenebrosas por el camino que estamos andando en el presente”, expresó con firmeza.
“La primera enseñanza es la desconfianza hacia el Derecho Internacional”, dijo y explicó cómo los imperios dejaron desamparados a los armenios después de la Primera Guerra. Luego habló de la impunidad de los genocidas y la consecuente reacción que llevó a Soghomón Tehlirian a ajusticiar a Taleat Pashá, el principal ejecutor del Genocidio Armenio: “el Tribunal no sabe si el proceso se lo hace a Taleat o a Tehlirian”, dijo.
“Parece mentira, pero quienes protagonizan los genocidios son aquellos que tendrían que forzar la eficacia del Derecho. En el caso del Genocidio Armenio, se soltaron presidiarios para que fueran matando a los armenios en el camino”, apuntó. “Hay un cierto momento en el que el poder punitivo se confunde con el poder genocida, en especial cuando las agencias del poder punitivo, las policías, están sin control jurídico”.
Luego de repasar la situación de los Derechos Humanos en el sur del planeta, y más específicamente en América Latina, el jurista recordó que “la idea de Derechos humanos nace como resultado de un genocidio que fue nuestra colonización. Cuando a Fray Bartolomé de la Casas se le ocurrió anunciar los derechos humanos, la forma que lo hizo en su tiempo, fue la reacción frente a un genocidio en curso”, indicó.
Victoria Montenegro comenzó hablando de la memoria y de la importancia del lugar en el que se estaba desarrollando el encuentro. Contó que horas antes había participado de la presentación del trabajo de una bisnieta de sobreviviente del Genocidio Armenio en la Legislatura porteña y destacó “son actos que sirven para reconstruir el presente pensando en el futuro”, señaló.
“Hoy es un día para repensar la memoria como antídoto, para pensar en la importancia de nuestra historia y lo que significaron los ataques contra nuestros pueblos y también en la resistencia de todos los que seguimos abrazando nuestra identidad, que quisieron destruir, para reconstruir nuestro presente pensando en el futuro”, agregó.
Montenegro recordó a los presos armenios cautivos en Azerbaiyán tras la guerra que Bakú desató contra Artsaj e hizo hincapié en los videos de las ejecuciones que se viralizaron y remarcó la falta de reacción de la comunidad internacional ante tal evidencia.
Sobre el final de sus palabras, la legisladora bregó para seguir luchado “para que haya justicia, para que no se olvide la historia y la lucha por el reconocimiento del Genocidio Armenio, también por el presente del pueblo armenio” y contra los discursos que niegan la historia, “negacionistas que tratan de instalarle a nuestros jóvenes que hay que dejar el pasado atrás”.
Tras agradecer a las autoridades de la IUNMa, Aram Mouratian subrayó que “hoy hablamos de memoria y de un reclamo que también tiene actualidad. No solo estamos honrando y recordando a los mártires de 1915, también estamos planteando que hoy hay que renovar la lucha, que hay nuevas amenazas y nuevos peligros para los armenios, en Armenia, en Artsakh, pero también para nuestras sociedades”.
Mouratian marcó una particularidad del mapa del Genocidio Armenio: los asirios, griegos y armenios fueron deportados y asesinados generalmente en los lugares donde eran mayoría. ¿Por qué? Porque eran mayorías que demandaban derechos. Y la solución fue transformarlos en minorías marginales que no pudieran demandarle al Estado lo que les que correspondía que era igualdad de derechos”.
“Es muy importante que hoy veamos, entre las condiciones que necesitó la sociedad otomana de ese momento, para poder empezar el genocidio, hay un componente que es la crisis. La crisis es lo que permite el surgimiento de discursos de odio, es lo que permite el surgimiento de enemigos internos, imaginarios, creados, construidos, Y es algo de lo que no estamos exentos hoy, ni en nuestro país, ni en la región, ni en el mundo”.