La Cancillería rusa contra Nikol Pashinyan: “Los dirigentes armenios están cometiendo un gran error al intentar romper los vínculos de Armenia con Rusia”
La Cancillería de Rusia emitió un duro comunicado el 26 de septiembre contra el primer ministro de Armenia Nikol Pashinyan y su discurso del 24 de septiembre, al que acusaron de tener "insinuaciones inaceptables contra Rusia".
"Lo que estamos presenciando es un intento de trasladar la responsabilidad de los fracasos en las políticas interna y exterior a Moscú. Las declaraciones más recientes de Nikol Pashinyan confirman nuestras conclusiones anteriores de que los procesos impulsados por la influencia occidental y alentados por las autoridades de Ereván son sistémicos y no esporádicos y perjudiciales para su propio país y nuestra alianza", advirtió Rusia.
"En esencia, el jefe del gobierno armenio admitió que su país ha estado conscientemente preparado para alejarse de Rusia todo este tiempo. Ha habido intentos poco convincentes de justificar sus acciones encaminadas a establecer una dirección diferente (occidental) para Armenia señalando presuntos errores cometidos por la Federación de Rusia y la OTSC, olvidando al mismo tiempo los numerosos intereses comunes en materia de seguridad y desarrollo que comparten nuestros países. Estados Unidos y otros países de la OTAN se han fijado el objetivo no sólo de infligir daño estratégico a Rusia sino también desestabilizar nuestro espacio euroasiático común", continuó la Cancillería rusa.
Así, se aseguró que Rusia "siempre ha sido fiel a sus compromisos de alianza y ha respetado la condición de Estado armenio, y nunca ha obligado a la república a elegir entre estar con nosotros o contra nosotros". "Moscú ha brindado y continúa brindando un amplio apoyo económico, cultural y de seguridad a la fraternal Armenia. En otoño de 2020, los esfuerzos de la Federación de Rusia y del presidente Vladimir Putin personalmente impidieron la derrota total de Armenia. Si Nikol Pashinyan hubiera aceptado un alto el fuego unas semanas antes, la derrota habría sido menos grave. Además, el trabajo desinteresado de las fuerzas de paz rusas en Nagorno Karabaj, a veces a costa de sus propias vidas, es una prueba sólida del compromiso de Rusia de cumplir su extremadamente desafiante misión en aras de lograr la paz entre los pueblos azerbaiyano y armenio, como Nikol Pashinyan ha omitido convenientemente".
"En lugar de adherirse al acuerdo de caballeros alcanzado por los líderes de Rusia, Azerbaiyán y Armenia en noviembre de 2020 de dejar la cuestión del estatus de Nagorno Karabaj a las generaciones futuras, Nikol Pashinyan sucumbió a la influencia occidental. En Praga y Bruselas se tomó la decisión de actuar basándose en el Protocolo de Almá-Atá de 1991 reconociendo la soberanía de Azerbaiyán sobre Nagorno Karabaj. Este hecho alteró fundamentalmente las circunstancias que se daban cuando se firmó la declaración trilateral del 9 de noviembre de 2020, así como la situación del contingente de paz ruso. Debido al mal juicio de los dirigentes armenios, varios acuerdos destinados a mejorar la seguridad de Armenia, incluido el despliegue de una misión de observación de la OTSC en zonas fronterizas con Azerbaiyán, no llegaron a existir. En particular, Nikol Pashinyan no firmó la decisión acordada por los seis ministros de Asuntos Exteriores de enviar una misión de observación de la OTSC a las zonas fronterizas con Azerbaiyán", continuó Rusia.
"La situación se vio exacerbada aún más por la persistente negación de Armenia de la presencia continua de formaciones armadas armenias en Nagorno Karabaj después del 9 de noviembre de 2020, que se convirtió en una de las razones clave de la escalada de septiembre. El acuerdo alcanzado mediante la mediación de la misión de paz rusa el 20 de septiembre para retirar las unidades armenias restantes y desarmar completamente al 'Ejército de Nagorno Karabaj', incluida la retirada de equipo pesado y armamento, expuso la situación actual y sentó las bases para desescalada sostenible", dijo Rusia, a pesar de que el Gobierno de Armenia informó en reiteradas oportunidades y formalmente que el Ejército de Armenia había sido retirado de Artsaj (Nagorno Karabaj) y las milicias que quedaron formaban parte del Ejército de Defensa de Artsaj compuesto por personas nativas de la región.
"La postura inconsistente de los líderes armenios, que cambiaron de política y buscaron el apoyo de Occidente para trabajar en estrecha colaboración con Rusia y Azerbaiyán, detuvo la implementación de una serie de acuerdos trilaterales de alto nivel para 2020-2022. Se ha perdido un tiempo precioso durante el cual se podrían haber logrado avances significativos hacia el logro de un acuerdo de paz, la delimitación de la frontera y el desbloqueo de carreteras regionales, factores que mejorarían la seguridad de Armenia. En particular, durante las reuniones mencionadas en Praga y Bruselas bajo los auspicios de la Unión Europea, el Primer Ministro de Armenia reconoció la integridad territorial de Azerbaiyán, pero no abordó los derechos y la seguridad de los armenios de Karabaj. Hoy, no vemos un compromiso fuerte por parte del Ereván oficial para ayudar a abordar cuestiones urgentes en Nagorno Karabaj, como la creación de condiciones favorables para mantener un alto el fuego, mejorar la situación humanitaria o iniciar un diálogo sostenible entre Bakú y Stepanakert", denunció Rusia luego.
"Es comprensible que el enfoque imprudente del equipo de Nikol Pashinyan alimentó el descontento entre sectores de la sociedad armenia, que se manifestó en protestas populares. Por supuesto, las afirmaciones de que estas protestas fueron fomentadas por Rusia no tienen fundamento en la realidad. El Primer Ministro de Armenia debería ser muy consciente del hecho de que, a diferencia de Occidente, que se ha vuelto bastante hábil en organizar revoluciones de color, Moscú no participa en tales actividades. Por extraño que parezca, han optado por hacer la vista gorda ante los numerosos casos en que las autoridades armenias reprimen a los manifestantes. Es bien sabido que el Embajador estadounidense mantiene estrechos contactos con el gobierno armenio. En este contexto, una frenética campaña antirrusa ha invadido los medios armenios a instancias de las autoridades. Estamos convencidos de que los dirigentes armenios están cometiendo un gran error al intentar deliberadamente romper los multifacéticos y centenarios vínculos de Armenia con Rusia, convirtiendo al país en rehén de los juegos geopolíticos occidentales. Estamos seguros de que la abrumadora mayoría de la población armenia también se da cuenta de esto", finalizó el comunicado.
El 24 de septiembre, Nikol Pashinyan declaró que "el ataque azerbaiyano del 19 de septiembre contra Nagorno Karabaj plantea serias dudas sobre los objetivos y motivos de las tropas de mantenimiento de la paz de Rusia".
"La responsabilidad de tal desarrollo de los acontecimientos recaerá enteramente en Azerbaiyán, que ha adoptado la política de limpieza étnica, y en las tropas de mantenimiento de la paz de Rusia en Nagorno Karabaj", había dicho.
Además, aseguró que tomaron "la decisión de ratificar el Estatuto de Roma en diciembre de 2022, cuando a todos nos quedó claro que la OTSC y los instrumentos de la asociación estratégica entre Armenia y Rusia no son suficientes para garantizar la seguridad exterior de Armenia, y que esa decisión no está dirigida contra la OTSC o la Federación de Rusia de ninguna manera. Es de interés para nuestra seguridad externa y es nuestro derecho soberano tomar tal decisión".