Atractiva presentación

El blend de Patricia Minoian

15 de octubre de 2015

IMG_2017[1]Domingo 4 de octubre. Tarde-noche. Las callecitas del Abasto guardan ecos de un tiempo donde el tango le ponía la banda de sonido al Buenos Aires de ayer. Allí perviven la casa de Gardel, la figura de Tita y el bandoneón de Pichuco.

Parrillas al paso cafetines y algún bar con comida peruana, desafían al Mercado de otrora, el gigante devenido en glamoroso shopping con sus patios de comida , el fast food y el ritmo apresurado de la música electrónica, que un vendedor ambulante aturde desde la esquina de Corrientes y Anchorena.

Un par de cuadras más allá se abre una callecita con remedos del Montmartre parisino, donde conviven bajo el tenue resplandor de unos faroles, el espacio cultural El Cubo y un grupo de vecinos que mediante un plasma de 46 pulgadas , utilizan la vereda como platea preferencial para ver el clásico entre Independiente y River.

patricia-minoianLa calle se llama Zelaya, y en sus escasos doscientos metros los “trapitos”, (eufemismo por valet parking) acomodan los vehículos sobre la vereda.

El Café Concert tiene un escenario con una discreta parrilla de luces - suficiente para crear un clima intimista- y un telón rojo que pone distancia entre las mesas y los artistas. La barra despacha café, bebidas y algunos tostados para acortar la espera, y alrededor de la 8 de la noche, con su vestido de brillos en armonía con sus zapatos dorados de taco alto, hace su presentación Patricia Minoian.

Arranca el show con el tema de Cole Porter “So in love”, que aborda con soltura, sumando matices a este clásico de los años ‘40 en idioma inglés. Sigue con dos canciones brasileñas en portugués, “Wave” (Ola) de Antonio Carlos Jobim y el clásico de Vinicius,”Garota de Ipanema” donde fusiona armonías de bossa-nova con acordes de jazz.

Ainbés uzum em” (Te quiero así) de Alicia Guiragossian y el compositor Robert Amirjanian, fue el homenaje en idioma armenio a la autora nacida en Buenos Aires y que falleciera algunos meses atrás.

Luego de un intermedio con “Take five” a cargo del guitarrista Leo Vartanian y el saxo de Arno Stepanian, presenta “Mogats Harser”(Las novias de Mog) del Padre Gomidás, donde el swing del jazz festeja la creación del padre de la música armenia.

Con “Cést si bon” (Es tan bueno) y ”La vie en rose” (La vida color de rosa) (en francés) y “La boheme” de Aznavour (en castellano) nos transporta al Paris de Yves Montand, la Piaf y el petit Charles.

Minoian-PatriciaEnseguida ataca con un clásico, “Fly me to the moon” (Llévame volando a la luna), donde tuvo la oportunidad de mostrar toda la frescura que la canción exige.

Con “O samba” de Caetano Veloso, acerca el tango a la música de Brasil, para presentar enseguida la impresionante “Mash Up”. Una increíble fusión donde el tema central del desamor, se entremezcla a partir de tres canciones diferentes: el popular “Jrovadz er”(Estaba enojada),”Las hojas Muertas” de Prevert y “Caminito” de Filiberto.

Con dos estándares de jazz –“All of me” (Todo de mi), que había presentado unos días atrás en el SMALLS JAZZ CLUB de Nueva York, y “Cheek to cheek” (Mejilla a mejilla), anticipa lo que será un cierre memorable con una versión del tradicional Ghapamá. El punteo de la guitara y el brillo del saxo, respaldan con autoridad esta creación donde la intérprete transmite con versatilidad todo su carisma.

Para los bises entregó “Lulaby of birdland” (Canción de cuna de la tierra de los pájaros), y a pedido del público reiteró el “Mash up”. Patricia Minoian ofreció un recital a todas luces brillante. El “Jazz blend” con el que se presenta, resume su capacidad para enfrentar con jerarquía el desafío que significa encarar un género tan difícil.

Alcanza con suma solvencia los tonos altos, como así también los colores intimistas de los graves. Quizá debiera corregir algunas modulaciones en los tonos medios. Su capacidad para el “scat”, su soltura en el escenario y el histrionismo natural con que actúa, pone en evidencia que estamos en presencia de una artista que está reclamando un espacio más amplio que los acotados límites de un Café Concert.

Los músicos que la acompañan complementan con profesionalismo y excelentes arreglos el desempeño de la cantante. Leo Vartanian en guitarra al estilo de Django Reinhardt y el saxo alto de Arno Stepanian le ponen digno marco a la actuación.

Edgardo Kevorkian

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