La historia de Missak y Mélinée Manouchian, sobrevivientes del Genocidio Armenio y activistas de la resistencia contra la ocupación Nazi que entrarán en el Panteón de Francia
El 21 de febrero se anunció que Missak y Mélinée Manouchian entrarán en el Panteón de París, Francia, por su activismo y rol en la resistencia contra la ocupación Nazi. Ambos se convirtieron en los primeros extranjeros en ser enterrados en el Panteón junto a otros héroes franceses.
Según informó France 24, Manouchian encarna los "valores universales" de libertad, igualdad y fraternidad, en nombre de los cuales "defendió la República", según dijo el Palacio del Elíseo, el pasado enero, al anunciar su "panteonización". "La sangre derramada por Francia es del mismo color para todos", remarcó el presidente Emmanuel Macron, en un comunicado de prensa.
La historia de Missak y Mélinée Manouchian
Nacido en 1906 en la ciudad de Adiyaman, en el sureste de la actual Turquía, Manouchian quedó huérfano por el genocidio armenio. Tenía solo nueve años cuando su padre murió luchando contra los turcos, y su madre murió poco después, arrasada por el hambre durante la deportación de los armenios. Acogido en un orfanato de habla francesa, en el Líbano, rápidamente descubrió el amor por la literatura del país europeo y comenzó a escribir sus primeros poemas.
En 1924 logró emigrar a Francia y se instaló en París con su hermano Garabed. Missak trabajó como tornero en las fábricas de Citroën. Pero tres años más tarde, la desgracia volvió a atacar, cuando Garabed murió de tuberculosis. "Missak quedó huérfano, primero de sus padres, luego de su hermano. La muerte estuvo muy presente en su vida", señaló Peschanski.
Después de perder su trabajo durante la Gran Depresión, sobrevivió con un trabajo ocasional tras otro. Fue oyente de cursos en la Sorbona y publicó artículos sobre literatura francesa y armenia. También frecuentaba círculos comunistas. Indignado por el ascenso de la extrema derecha, finalmente se unió al Partido Comunista Francés (PCF), a través del cual conoció a su futura esposa Mélinée Assadourian, también huérfana del genocidio armenio.
Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, en septiembre de 1939, fue arrestado por comunista tras el pacto germano-soviético. Tras una breve estancia en prisión, se alistó voluntariamente en el Ejército francés.
"Quería luchar por Francia, pero el Partido Comunista Francés, siguiendo órdenes de Moscú, lo vio como una guerra imperialista en la que la clase trabajadora no tenía ningún papel que desempeñar (…) Pero el amor de Manouchian por Francia iba más allá de todo eso", subrayó Peschanski.
Desmovilizado tras el armisticio de junio de 1940, Manouchian reanudó sus actividades militantes. Fue internado por los alemanes en junio de 1941 en el campo de deportación de Royallieu en Compiègne, al norte de Francia, después de que ordenaron redadas dentro de los círculos comunistas a raíz de la Operación Barbarroja. Posteriormente, fue puesto en libertad por falta de cargos.
En 1943, acabó uniéndose a los llamados Francotiradores y Partisanos- mano de obra inmigrante-(FTP-MOI por sus siglas en francés), un ala de combatientes armados de la Resistencia compuesta en su mayoría por extranjeros.
"Estaban organizados en destacamentos que correspondían aproximadamente a nacionalidades y orígenes. Había muchos italianos y españoles antifascistas que habían luchado en la Guerra Civil española, pero también judíos polacos y alemanes, opuestos a los nazis", indicó el historiador Fabrice Grenard, investigador de la Fundación Resistencia de París.
‘Cartel rojo’
Nombrado comisionado militar para la región de París, Manouchian lanzó una serie de audaces ataques. En París, uno de sus grupos ejecutó al coronel Julius Ritter, que estaba a cargo del Servicio de Trabajo Obligatorio en Francia y envió a decenas de miles de trabajadores franceses a Alemania para apoyar la industria nazi
Después de ser perseguido durante mucho tiempo por una unidad especial de inteligencia de la policía francesa, bajo el régimen de Vichy, Manouchian fue finalmente arrestado el 16 de noviembre de 1943. Fue torturado y entregado a los alemanes junto con 23 de sus compañeros.
Después de un juicio de apariencia, 10 de los combatientes de la Resistencia se convirtieron en los rostros emblemáticos del ahora famoso ‘cartel rojo’, del cual miles de copias fueron pegadas por todo París con el objetivo de denunciar un "Ejército criminal" de extranjeros que amenazaba a Francia.
La campaña tuvo el efecto contrario, transformándolos en héroes. Fueron consagrados aún más como símbolos cuando el poeta surrealista Louis Aragon escribió un poema sobre ellos en 1955. El compositor Léo Ferré le puso música al poema en 1961.
"Manouchian no solo se convirtió en una leyenda por sus acciones como líder militar del FTP-MOI, sino también por esta operación de propaganda alemana.
Los alemanes querían mostrar que la Resistencia estaba formada por extranjeros, métèques (un término insultante para inmigrantes), judíos y comunistas que mataban a franceses buenos. Pero esa operación fracasó, ya que sucedió todo lo contrario. Algunas personas todavía piensan que se trata de un cartel que muestra a los miembros de la Resistencia francesa", explicó Peschanski.
El 21 de febrero de 1944, Manouchian y 21 de sus compañeros fueron ejecutados en Fort Mont-Valérien. Tres fotografías tomadas en secreto por un soldado alemán inmortalizaron las muertes de las personas que aparecen en el ‘cartel rojo’. La única mujer del grupo, Olga Bancic, fue trasladada a Alemania y decapitada unas semanas después.
Una de las cartas más bellas de la historia de Francia
Antes de su muerte, Manouchian escribió una última carta a su esposa Mélinée. En ella decía que no odiaba al pueblo alemán y también declaraba su amor por Francia y su esposa.
“Siento un profundo arrepentimiento, y es el de no haberte hecho feliz, me hubiera gustado mucho tener un hijo contigo, como siempre deseaste. Por eso te ruego que te cases después de la guerra y que tengas un hijo, cumple mi último deseo, cásate con alguien que pueda hacerte feliz”, expresó Manouchian en esa misiva.
Peschanski considera que esta es una de las cartas más bellas de la historia de Francia. “Todas las cartas escritas por fusilados son trágicas, pero esta es particularmente especial y poética. Con esta última y magnífica carta cumplió su destino literario”.
Una apreciación que coincide con la de Gérard Streiff, autor del libro ‘Missak y Mélinée Manouchian: una pareja en resistencia’.
"Esta carta es absolutamente espléndida, tanto por su amor apasionado como por su propósito humanista. Hay que ser extremadamente altruista para poder expresar la fraternidad con el pueblo alemán cuando te quedan dos horas de vida", señaló Streiff.
Después de la liberación de París, en agosto de 1944, Mélinée Manouchian hizo públicas las últimas palabras de su marido. Ella nunca se volvió a casar ni tuvo hijos, permaneció fiel a Missak y mantuvo viva su memoria publicando algunos de sus escritos. La pareja entrará junta al Panteón.
Los dos ataúdes reposarán uno al lado del otro en la cripta del templo durante la ceremonia presidida por el presidente francés. Para Streiff, son inseparables. "Ella jugó un papel importante en su vida. Tenían los mismos ideales, la misma ira. Se rebelaron contra todas las formas de explotación. Ella también jugó un papel activo en la Resistencia como miembro del FTP-MOI. Logró escapar de la redada de noviembre de 1943 porque estaba escondida”, agregó el escritor.
“La leyenda ha sido reescrita”
Pese a los homenajes, esta entrada conjunta al Panteón también ha recibido algunas críticas. En un artículo publicado en noviembre y firmado por varios historiadores, Annette Wieviorka, especialista en la Segunda Guerra Mundial, aseguró que era lamentable que los compañeros de Manouchian hubieran sido relegados a un segundo plano.
"Varios de nosotros sentimos que era injusto para las familias y una afrenta a la historia que solo Missak y Mélinée Manouchian, y no los 23 combatientes, fueran incluidos en el Panteón. Fueron fusilados y cayeron juntos. Solo honrar a Missak y Mélinée significa que se está olvidando la diversidad del grupo. También se ha dicho que eran extranjeros, pero también había cuatro franceses. La leyenda se ha reescrito", afirmó.
En un libro reciente titulado ‘Anatomie de l'Affiche Rouge’ (Anatomía del cartel rojo), Wieviorka denuncia la "glamourización" de esta incorporación al Panteón y habla de los orígenes de todos los miembros del grupo: Celestino Alfonso, "el rojo español", Marcel Rajman, "el judío polaco" y Spartaco Fontanot, "el comunista italiano". "También es importante recordar que en el 'cartel rojo', los nazis eligieron centrarse en los judíos al incluir a siete de ellos, de un total de 10 hombres. Su implicación era que los judíos eran los instigadores de los crímenes cometidos por extranjeros”, indicó Wieviorka.
Sin embargo, en la entrada de la tumba número 13, donde reposarán los restos de Missak y Mélinée Manouchian, se añadirá una placa para rendir homenaje a sus 22 compañeros del FTP-MOI y a su líder, Joseph Epstein.
"Esto es simplemente un premio de consolación. Ya hay bastantes placas (en el Panteón) y no las vemos. No es lo mismo que tener un lugar en el Panteón", sostuvo Wieviorka.
Peschanski, por su parte, no comprende la polémica en torno a la "panteonización" de Missak y Mélinée Manouchian. Afirma que incluirlos en el Panteón es ante todo un gesto simbólico. "Sus nombres estarán inscritos en letras doradas. Es una forma de honrarlos oficialmente", recalca.
Fabrice Grenard, especialista en la Resistencia francesa, tampoco considera que la medida sea controvertida. "Cuando De Gaulle admitió a Jean Moulin en el Panteón, en 1964, también fue visto como una forma de rendir homenaje a todos los miembros de la Resistencia. Esto es lo mismo. No tiene sentido admitir a 23 personas. No se mencionará el nombre de nadie. A través de Missak Manouchian, rendimos homenaje a todos los combatientes de la resistencia extranjera. Por eso esta 'panteonización' es importante", destacó.
Las consideraciones conmemorativas estaban lejos de los pensamientos de Manouchian en sus momentos finales. "Hoy salió el sol. Es al mirar el sol y la belleza de la naturaleza que tanto he amado que me despido de la vida y de todos ustedes, mi amada esposa y mis queridos amigos", expresó el hombre hoy homenajeado por su país de adopción.