Azerbaiyán rechazó nuevamente firmar un acuerdo de paz con Armenia a menos que ésta cambie su Constitución Nacional
El 6 de junio, el presidente de Azerbaiyán Ilham Aliyev declaró que un acuerdo de paz con Armenia era "imposible" mientras Armenia no cambie su Constitución Nacional.
"Es simplemente imposible concluir un acuerdo de paz entre Armenia y Azerbaiyán mientras la actual Constitución de Armenia permanezca sin cambios", declaró Aliyev en una reunión con los presidentes del parlamento de la Asamblea Parlamentaria de los Estados Turcos en Bakú. “Deben abandonar por completo las ideas del revanchismo, y vemos que tales ideas existen no sólo en la oposición, sino también en el gobierno. Todas estas cuestiones, por supuesto, deben aclararse y regularse”, afirmó. Aliyev también indicó que Azerbaiyán propuso a Armenia solicitar conjuntamente a la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) la cancelación del Grupo de Minsk de la OSCE porque “no está funcionando ahora”.
“De facto no permitiremos que funcione. Queda por cancelarlo de jure, legalmente, y esto demostrará cuán sincera es Armenia. Si Armenia prefiere mantener el Grupo de Minsk, sus reclamaciones territoriales contra nosotros continuarán”, continuó. “Si Armenia hubiera escuchado nuestras palabras en 2020 y hubiera devuelto nuestras tierras pacíficamente, no hubiera habido necesidad de la Segunda Guerra de Karabaj ni de la operación antiterrorista. Es decir, debería ser una lección para ellos, y veo que ellos, como dicen, sacan conclusiones de esa lección”, agregó Aliyev, quien califica de "operación antiterrorista" al bloqueo genocida y la limpieza étnica a la que sometió a la población armenia nativa de la República de Artsaj (Nagorno Karabaj) en el período de posguerra.
La Cancillería armenia emitió un comunicado en respuesta el 7 de junio en el que afirmó que "la República de Armenia no tiene ningún reclamo territorial hacia ninguno de sus vecinos, incluido Azerbaiyán". "La Constitución de la República de Armenia y sus enmiendas son asuntos internos de Armenia, y consideramos los intentos de las autoridades de Bakú de intervenir en las discusiones internas en Armenia como una burda intervención en los asuntos internos del país", advirtió.
"Al mismo tiempo, creemos que esa retórica perjudica el proceso de paz y arroja dudas sobre la sinceridad de los dirigentes de Azerbaiyán para lograr la paz. El acuerdo de paz negociado establece claramente que las partes reconocen la integridad territorial de cada una y no tienen reclamaciones territoriales entre sí. También hay una disposición acordada en el proyecto de acuerdo de paz según la cual ninguna de las partes puede invocar su legislación interna para no implementar sus obligaciones en virtud del acuerdo de paz. La firma del acuerdo y la ratificación mediante procedimientos internos fijarán finalmente estos principios en el acuerdo. En consecuencia, creemos que la forma más clara y directa de abordar todas las preocupaciones de las partes es firmar el acuerdo, que abrirá la puerta a una paz duradera entre Armenia y Azerbaiyán", continuó la Cancillería armenia. "El acuerdo de paz entre Armenia y Azerbaiyán está lo suficientemente maduro para ser firmado, y la parte armenia expresa su voluntad de trabajar de manera constructiva e intensa para completarlo y firmarlo dentro del próximo mes".
Cabe destacar que el primer ministro armenio Nikol Pashinyan propuso en reiteradas oportunidades que Armenia cambie su Constitución Nacional para abandonar la defensa de Artsaj (Nagorno Karabaj), prevista por el documento constitutivo del país.
La Cancillería azerbaiyana respondió con otro comunicado horas después de conocerse la respuesta armenia y la calificó como un "intento de desviar la atención de la comunidad internacional de los desafíos que siguen siendo obstáculos por alcanzar una paz entre Azerbaiyán y Armenia".
"Hoy en día, el mayor desafío es, de hecho, el continuo reclamo territorial de Armenia contra Azerbaiyán, que está consagrado en sus múltiples documentos legales y políticos, sobre todo en la Constitución de Armenia, que se refiere abiertamente a la Declaración de Independencia de Armenia que pide la 'reunificación de Armenia y Nagorno-Karabaj'. Azerbaiyán tiene el derecho legítimo de exigir la eliminación de esta afirmación de la Constitución que afecta directamente a nuestra seguridad nacional, y no puede calificarse de injerencia en los asuntos internos de Armenia", declaró la Cancillería de Azerbaiyán.
"La lógica del Ministerio de Asuntos Exteriores de Armenia de que este problema podría pasarse por alto demuestra que Armenia no está interesada en una paz sostenible y sólo pretende conservar esta disposición como una futura opción de respaldo para reanudar su agresión contra Azerbaiyán. Además, los esfuerzos de Armenia por revivir el Grupo de Minsk, que es un vestigio de un conflicto anterior y su continua política de militarización, demuestran la existencia de una agenda oculta por parte de Armenia. Además, la referencia de la parte armenia a la disposición del proyecto de acuerdo de paz según la cual 'ninguna de las partes podrá invocar su legislación interna para no implementar sus obligaciones en virtud del acuerdo de paz' para respaldar la afirmación de que la reivindicación territorial contenida en su Constitución es inofensiva es nula y vacío. Es un hecho bien conocido que ningún acuerdo internacional puede tener superioridad sobre la Constitución".