A contramano de Nikol Pashinyan, la Cancillería de Armenia advirtió que Azerbaiyán desatará nuevos ataques cuando termine la cumbre COP29

19 de junio de 2024

La Cancillería de Armenia emitió un comunicado el 19 de junio donde advirtió que Azerbaiyán se prepara para desatar una nueva agresión cuando termine la cumbre COP29, a contramano de la postura optimista del primer ministro armenio Nikol Pashinyan.

"La reacción de las autoridades de Bakú a la cooperación técnico-militar entre Armenia y Francia causa confusión. Es derecho soberano de todo Estado mantener fuerzas armadas con capacidad de combate y equipadas con medios militares modernos", comienza el comunicado armenio. "La República de Armenia reconoce la integridad territorial y la inviolabilidad de las fronteras de todos sus vecinos. Armenia y Azerbaiyán, al más alto nivel, acordaron reconocer mutuamente la integridad territorial y la soberanía de cada uno sobre la base del Protocolo de Almá-Atá de 1991. La República de Armenia es leal a este principio y no tiene ambiciones más allá de sus 29.743 kilómetros cuadrados internacionalmente reconocidos. La República de Armenia ha demostrado prácticamente este enfoque con la iniciativa de realizar la delimitación en cuatro aldeas de la región de Gazakh de la República de Azerbaiyán y la región de Tavush de la República de Armenia. Instamos a Azerbaiyán a que ponga fin a la ocupación de territorios vitales de más de 30 aldeas de la República de Armenia", continúa la Cancillería de Armenia.

"La práctica de Azerbaiyán de predecir en cada oportunidad las escaladas regionales es alarmante y viene a probar los análisis realizados por varios centros de que Azerbaiyán hará todo lo posible para perturbar el proceso de conclusión de un acuerdo de paz con Armenia para lanzar una nueva agresión contra la República de Armenia tras la cumbre COP29 en Bakú en noviembre de 2024. Llamamos la atención de la comunidad internacional sobre esto, así como sobre el hecho de que la propuesta oficial de Ereván de concluir un acuerdo de paz en el plazo de un mes quedó sin respuesta por parte de las autoridades de Bakú".

El 18 de junio, el ministro francés de las Fuerzas Armadas, Sébastien Lecornu, se reunió con el ministro de Defensa armenio, Suren Papikyan, en Francia, donde firmaron un acuerdo para la adquisición de Caesar, un obús autopropulsado de calibre 155 mm, cuyo alcance supera los 50 kilómetros cuando se utilizan los proyectiles más avanzados.

"El rearme de Armenia por parte de Francia, miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, y el apoyo a la política revanchista de los dirigentes armenios es un camino hacia una nueva guerra, equivalente a la irresponsabilidad política", anunció ese día el Ministerio de Defensa de Azerbaiyán. "A pesar de la advertencia de Azerbaiyán, Francia suministra a Armenia artillería y otras armas mortíferas y ofensivas, lo que es otra prueba de las acciones provocativas de Francia en la región del Cáucaso Meridional".

La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharova, también declaró que “París está provocando otra ronda de confrontación armada en el Cáucaso Meridional, y lo están haciendo de diferentes maneras. Este es un paso más”.

En los últimos días, el Ministerio de Defensa de Azerbaiyán acusó a Armenia en numerosas ocasiones de atacar distintas regiones azerbaiyanas, principalmente Najicheván. Ninguna de estas acusaciones estuvo sustentada con pruebas y todas fueron rechazadas como falsas por el Ministerio de Defensa armenio. Cabe recordar que las autoridades de Azerbaiyán utilizan desde hace años la estrategia de denunciar ataques armenios falsos para justificar sus agresiones contra Armenia y Artsaj (Nagorno Karabaj). El caso más claro se evidenció durante la guerra de 2020: al comienzo de la misma, Azerbaiyán anunció que se trataba de maniobras defensivas ante ataques armenios, pero meses después el presidente de Azerbaiyán Ilham Aliyev admitió que fue Azerbaiyán quien inició la guerra contra Armenia y Artsaj.

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