La grieta armenia: Soy Nikol de la Diáspora
Sevag Hagopian es el editor del diario Zartonk, el órgano del Partido Demócrata Liberal (Ramgavar, ODLA) del Líbano. Un intelectual comprometido de la Diáspora que se mudó a Armenia porque, como afirmó, “sentía vergüenza de promover patriotismo desde afuera”.
En su cuenta de Facebook, el 5 de junio pasado, Hagopian escribió una nota titulada “¿Quién es el nikolista de la Diáspora?” en la que enlistó doce clases de esta especie de armenios que forman parte de un grupo minúsculo de la Diáspora que se dedica a justificar las políticas del primer ministro Nikol Pashinyan, responsable de la derrota de la Guerra de los 44 días y de la entrega y vaciamiento de Artsaj, un fenómeno que Hagopian caracteriza como nikolismo.
Sin necesariamente compartir todos sus argumentos y/o formulaciones, resaltamos brevemente las doce definiciones de los promotores de las políticas de entreguismo de la patria, de la falta de respeto a todos los valores sagrados que constituyen la identidad nacional armenia incluyendo los territorios históricos armenios, la Santa Sede de Echmiadzín, el monte Ararat, el Genocidio, que, según dice Hagopian, “nosotros, armenios de la (tradicional) Diáspora conservamos, elevamos, soñamos y que nos inspiraron” en nuestro compromiso con el ser armenio.
Siguiendo a la clasificación de Sevag Hagopian, los nikolistas de la Diáspora son:
- - Los fanáticos anti FRA-Tashnagtustiún, aquellos que “son capaces de llamar cabra a aquel objeto que vuela cuando los tashnagtsagán lo llaman pájaro. Son aquellos que están convencidos de que si hoy Nikol y los tashngatsagán están en desacuerdo, ellos tienen que estar al lado de Nikol.”
- - Miembros de organizaciones que justifican su defensa a Nikol argumentando que siguen fielmente la línea del liderazgo de la organización que, en su momento y a diferencia de la FRA, defendió Armenia Soviética sosteniendo que la Madre Patria estaba más allá de la ideología del régimen. “A ellos se les escapa el importante hecho de que, a diferencia de los mercaderes ambulantes de hoy, la dirigencia de Armenia Soviética era una dirigencia patriótica y comprometida.”
- - Los que se sienten ciudadanos de segunda en sus países o tienen el complejo de no vivir en un Estado que consideran propio y que consideran muy importante estar en contacto con un miembro oficialista armenio o sacarse una foto con él.
- - Aquellos que abrieron un negocio en Armenia cuando estaban en el poder los “antiguos” y no les fue bien por su propia incompetencia administrativa y, por no aceptar su responsabilidad en el fracaso, culpan a Robert Kocharyan o Serzh Sargsyan.
- - Es nikolista aquel armenio de la Diáspora que hoy en Armenia aspira u ocupa un puesto y no lo quiere perder.
- - Aquel grupo de oportunistas de la Diáspora que se alinea con cualquiera que esté en el poder en Armenia.
- - Los armenios de la Diáspora que nacieron en países que tienen presidentes de por vida y que tienen incorporada el culto a la personalidad en su formación cívico-cultural.
- - Los que se entusiasmaron demasiado por la así llamada “Revolución de Terciopelo” de 2018 y que se posicionaron contra la corrupción en Armenia con un fervor propio al de un ciudadano de un país escandinavo, pese a que ellos mismos, en general, provenían de algún país en Medio Oriente corrupto hasta la médula.
- - Aquel que en el pasado era un fanático nikolista y que pese a la gran decepción que vivió siente vergüenza a admitir que se equivocó.
- - El nikolismo caracteriza también a una suerte de culto machista que también es propio de cierto segmento de la población de Armenia.
- - Aquellos que, en su momento, no recibieron alguna medalla o carta de honor de los gobiernos de Kocharyan o Sargsyan y que hoy se vengan apoyando a Nikol.
- - La última clase de nikolistas, la más peligrosa, es aquella a la cual pertenecen los que por formación de globalista consideran “cool” apoyar a Nikol, los mismos que desprecian el sentir nacional y viven como cosmopolitas.
Hagopian admite que en su clasificación a menudo exagera o ironiza, pero justifica su posición por la ceguera de los nikolistas que no se dan cuenta de la dimensión del desastre al que llevó la política de Pashinyan el país.
Concluye con la convicción de que la idolatría del Primer Ministro terminará cuando caiga el ídolo, como caen todos los falsos ídolos. Sólo espera que, hasta esta caída inevitable, el daño que le está causando a Armenia no sea irreversible en forma absoluta. Pues, “lamentablemente será irreversible la vida de cinco mil jóvenes por cuya sangre derramada será totalmente responsable Nikol y, en parte también, los monstruos nikolistas de doce cabezas.”
No hace falta estar cien por ciento de acuerdo con Sevag Hagopian, pero su análisis del fenómeno permite, por lo menos, tener un cuadro donde identificar a los oportunistas que pretenden ser armenios virtuales, pero encajan mucho mejor en el esquema Soy Nikol.
No se trata de negar el derecho de la libertad de expresión o el debate público sano; la idea es solo desenmascarar a los nikolistas de cualquier clase que, voluntariamente o no, implementan el plan destructivo de Pashinyan de fomentar divisiones y grieta en la Diáspora.
Será para silenciar las críticas a la política de capitulación del Primer Ministro que está transformando a Armenia a un protectorado turco-azerí; o por asegurar que los recursos de la Diáspora se pongan a disposición de la perpetuación al poder de Pashinyan; o porque en su ignorancia de la realidad armenia, tanto en Armenia como en la Diáspora, la única carta para asegurarse un espacio en la comunidad es ser un nikolista leal.