La grieta armenia: Soy Nikol de la Diáspora

25 de junio de 2024

Sevag Hagopian es el editor del diario Zartonk, el órgano del Partido Demócrata Liberal  (Ramgavar, ODLA) del Líbano. Un intelectual comprometido de la Diáspora que se mudó a Armenia porque, como afirmó, “sentía vergüenza de promover patriotismo desde afuera”.

En su cuenta de Facebook, el 5 de junio pasado, Hagopian escribió una nota titulada “¿Quién es el nikolista de la Diáspora?” en la que enlistó doce clases de esta especie de armenios que forman parte de un grupo minúsculo de la Diáspora que se dedica a justificar las políticas del primer ministro Nikol Pashinyan, responsable de la derrota de la Guerra de los 44 días y de la entrega y vaciamiento de Artsaj, un fenómeno que Hagopian caracteriza como nikolismo.

Sin necesariamente compartir todos sus argumentos y/o formulaciones, resaltamos brevemente las doce definiciones de los promotores de las políticas de entreguismo de la patria, de la falta de respeto a todos los valores sagrados que constituyen la identidad nacional armenia incluyendo los territorios históricos armenios, la Santa Sede de Echmiadzín, el monte Ararat, el Genocidio, que, según dice Hagopian, “nosotros, armenios de la (tradicional) Diáspora conservamos, elevamos, soñamos y que nos inspiraron” en nuestro compromiso con el ser armenio.

Siguiendo a la clasificación de Sevag Hagopian, los nikolistas de la Diáspora son:

Hagopian admite que en su clasificación a menudo exagera o ironiza, pero justifica su posición por la ceguera de los nikolistas que no se dan cuenta de la dimensión del desastre al que llevó la política de Pashinyan el país.

Concluye con la convicción de que la idolatría del Primer Ministro terminará cuando caiga el ídolo, como caen todos los falsos ídolos. Sólo espera que, hasta esta caída inevitable, el daño que le está causando a Armenia no sea irreversible en forma absoluta. Pues, “lamentablemente será irreversible la vida de cinco mil jóvenes por cuya sangre derramada será totalmente responsable Nikol y, en parte también, los monstruos nikolistas de doce cabezas.”

No hace falta estar cien por ciento de acuerdo con Sevag Hagopian, pero su análisis del fenómeno permite, por lo menos, tener un cuadro donde identificar a los oportunistas que pretenden ser armenios virtuales, pero encajan mucho mejor en el esquema Soy Nikol.

No se trata de negar el derecho de la libertad de expresión o el debate público sano; la idea es solo desenmascarar a los nikolistas de cualquier clase que, voluntariamente o no, implementan el plan destructivo de Pashinyan de fomentar divisiones y grieta en la Diáspora.

Será para silenciar las críticas a la política de capitulación del Primer Ministro que está transformando a Armenia a un protectorado turco-azerí; o por asegurar que los recursos de la Diáspora se pongan a disposición de la perpetuación al poder de Pashinyan; o porque en su ignorancia de la realidad armenia, tanto en Armenia como en la Diáspora, la única carta para asegurarse un espacio en la comunidad es ser un nikolista leal.

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