El Diario Perfil recordó a los prisioneros armenios en Azerbaiyán antes del Grand Prix de la Fórmula 1
El Diario Perfil recordó la situación de los prisioneros armenios de Artsaj (Nagorno Karabaj), rehenes del régimen de Azerbaiyán, antes del Grand Prix de la Fórmula 1 que se llevará adelante el 15 de septiembre y del que participará el piloto argentino Franco Colapinto.
"La comunidad armenia argentina recordó que el GP que Colapinto corre hoy está cerca de donde el régimen del presidente Ilham Alyev tiene cautivos a exlíderes de Nagorno Karabaj, el enclave armenio que Azerbaiján ocupó en 2023 tras meses de bloqueo y una ofensiva apoyada por Turquía. Esos presos, denuncian, son 'rehenes para enviar un mensaje a todo aquel que quiera luchar por el retorno armenio'", informó Perfil.
El circuito de la Fórmula 1 será a pocos metros de donde están presos ilegalmente los expresidentes de Artsaj Arkady Ghukasyan, Bako Sahakyan y Arayik Harutyunyan junto a los exfuncionarios Ruben Vardanyan, Davit Ishkhanyan, Davit Babayan, Davit Manukyan y Levon Mnatsakanyan. Además, el régimen azerbaiyano mantiene prisioneros a Gevork Sujian, Eric Ghazaryan, Rachid Beglaryan, Davit Davityan, Davit Allahverdyan, Gurgen Stepanyan, Vagif Khachaturyan, Levon Balayan, Alyosha Khosrovyan, Garik Martirosyan, Lyudvig Mkrtchyan, Madat Babayan, Vicken Euljekian, Melikset Pashayan y Vasili Beglaryan, mientras que se cree que hay decenas de prisioneros armenios no identificados.
El Grand Prix de Azerbaiyán comenzó a realizarse en 2017 como parte del plan del presidente Ilham Aliyev para ocultar las violaciones a los derechos humanos contra la población azerbaiyana y los crímenes contra la humanidad, limpieza étnica y genocidio contra la población armenia de Artsaj.
El término "sportswashing" se utiliza para referirse a la práctica de usar eventos deportivos para mejorar la imagen pública de responsables de violaciones a los derechos humanos, corrupción, autoritarismo u otros problemas éticos. A través de la organización de grandes eventos deportivos, patrocinio de equipos o atletas, o la construcción de infraestructuras deportivas, estos países buscan desviar la atención de sus problemas internos y proyectar una imagen positiva y moderna ante el mundo.
El 27 de septiembre de 2020, Azerbaiyán, con el apoyo de Turquía, inició una guerra contra la República de Artsaj, una región de mayoría armenia que se independizó de la Unión Soviética en 1991. El 9 de noviembre de 2020, Azerbaiyán y Armenia firmaron una declaración trilateral con la mediación de Rusia para detener las operaciones militares. En diciembre de 2022, Azerbaiyán lanzó un bloqueo genocida contra la población de Artsaj restante. Durante casi 10 meses, la población de Artsaj, unas 120.000 personas en ese momento, no tuvo acceso a comida, medicamentos y bienes esenciales, mientras que Azerbaiyán obstruyó deliberadamente el trabajo del Comité Internacional de la Cruz Roja y se negó a cumplir con las resoluciones de la Corte Internacional de Justicia que la obligaban a abrir el Corredor de Lachin. En septiembre de 2023, Azerbaiyán inició una nueva ofensiva militar y provocó el desplazamiento forzado de toda la población nativa de Artsaj, que se exiliaron hacia Armenia. Durante ese período, Azerbaiyán capturó ilegalmente a decenas de personas de origen armenio y los mantiene presos bajo cargos falsos como rehenes y para enviar un mensaje a todo aquel que quiera luchar por el retorno de la población.