Festival artístico cultural 'Armenia Soberana': “No existe una Armenia sin una diáspora fuerte”

22 de septiembre de 2024

El 21 de septiembre se celebró el Día de la Independencia de Armenia con el festival artístico cultural “Armenia Soberana” del que participó una multitud en el Auditorio Armenia de la Asociación Cultural Armenia.

La velada comenzó con los himnos de Argentina, Armenia y Artsaj (Nagorno Karabaj) y tuvo como conductor a Quique Tokatlian, quien llamó a expresar "nuestra identidad y nuestra lucha por la soberanía a través de la música, la danza y el arte".

El evento contó con la presentación del Coro Nor Arevakal dirigido por Rosalba Onikian, con el acompañamiento en piano de Andrea García, quienes interpretaron “Iar unem”, el tango argentino “Nada” y “Erk Chajelutian”. Luego fue el turno del Conjunto de Danzas folklóricas Armenias Nairí de HOM bajo la dirección de la profesora Amalia Sargsyan, quienes interpretaron el baile típico nacional “Papurí”. Posteriormente, se presentó un fragmento de “El Ararat y yo” de Kalusd Jensezian, con Jorge Ducca y Gastón Santos como actores, con asistencia de dirección de María Laura Laspiur y la puesta en escena y la dirección a cargo de Herminia Jensezian. "Esta representación es también un homenaje a la memoria de nuestro querido enguer Kalusd Jensezian, artista comprometido que nos legó su obra, cuyo eco sigue resonando en nuestro presente", remarcó Quique Tokatlian. Más adelante, se presentó Conjunto de Danzas Folklóricas Armenias Narek realizando "Yoghovrtagan bar" y "Artashat" bajo la dirección general de Elena Martín de Der Moncheghian. La noche continuó con música de Duduk y Dhol por Hagop Barseghyan y Miguel Samouelian. Por último, Laura Corrado Misirlian, Maestra del Conjunto de danzas Folklóricas Armenias “Shiraz” de Hamazkain Montevideo, realizó “Karnanain anurchner” de Khachadur Avedisian. Entre cada show, se proyectaron videos de los trabajos de HOM, Homenetmen y Unión Juventud Armenia.

Melkon Karamanian: “Es importante celebrar, aún en épocas de tragedia, porque cuando las armas callan, las voces del desánimo se multiplican”

Melkon Karamanian, representante del Gomide Aram Manukian de Buenos Aires, abrió la velada recordando la independencia de las Repúblicas de Artsaj y Armenia sobre un escenario que contó con banderas exigiendo el derecho al retorno a Artsaj y figuras representando a los armenios presos ilegalmente en Azerbaiyán.

"El 21 de septiembre de 1991, en medio de este estado de conmoción generalizado, Armenia se independizó. No fue un mero acto formal, sino un momento de la historia en el que el pueblo armenio demostró ser portador de una enorme valentía. Frente a la amenaza existencial, opusimos un estado soberano. En las urnas, la población armenia abrazó la proclama de independencia, que incluyó dos programas fundamentales: la reunificación de Armenia con Artsaj y la búsqueda del reconocimiento internacional del genocidio cometido en 1915 en la Turquía Otomana y en Armenia Occidental. Este fue el ejercicio de soberanía popular que consagró el regreso de un Estado armenio independiente", remarcó. De acuerdo con el dirigente, "Armenia Soberana es la celebración del renacimiento de ese estado, única garantía de subsistencia del pueblo armenio como nación en sus territorios históricos".

"Hoy día también vivimos tiempos de intensa conmoción: al horror de la captura de Artsaj y del desplazamiento forzado de su población, le está siguiendo la tragedia de la entrega de territorios fronterizos de relevancia estratégica para la defensa de la nación armenia. Sin embargo, no eran distintos los que corrían en 1991; insistimos: la independencia no se declaró en tiempos sosegados y demandó una enorme valentía. Por eso, el mejor homenaje que podemos ofrecer a esos hombre y mujeres de coraje, es esta proclama: no nos rendimos".

"No rendirse es no ser indiferentes al dolor de la población desplazada de manera forzada de Artsaj. Es no olvidar a sus dirigentes políticos, que permanecen secuestrados en los calabozos de Bakú. En este auditorio, seis figuras llenan el espacio de ellos, que permanecerá vacante hasta que se produzca su liberación y puedan estar junto a nosotros. No rendirse es realizar las acciones que ordena el programa contenido en la declaración de independencia de Armenia. Algunos quieren renunciar a ellas; nosotros, no", marcó Karamanian.

"Porque reunificación y reconocimiento son condición de una Armenia Soberana. Entonces, reclamaremos el derecho al retorno con garantías de seguridad internacionales, no callaremos frente a las entregas ilegítimas de territorio al ejército genocida de Azerbaiyán, lucharemos contra el negacionismo, obtendremos el reconocimiento del Genocidio Armenio. Desde esta comunidad de la diáspora, haremos nuestro aporte para alcanzar estos objetivos. No lo subestimemos, los genocidas no lo hacen. Lo que está a punto de comenzar, este festival cultural, nuestros cantos, música, danzas y teatro, es la manifestación de nuestra voluntad de resistir la presión de Turquía y Azerbaiyán, acá, en la diáspora, donde también están presentes. Es importante celebrar, aún en épocas de tragedia, porque cuando las armas callan, las voces del desánimo se multiplican. Frente a quienes pretenden estimular pasiones tristes, oponemos nuestro encuentro y el abrazo vigorizante de nuestra cultura. Esto es Armenia Soberana. Un festival cultural que es un acto de resistencia, de compromiso y también una celebración".

Hagop Tabakian: “Un buen gobierno gestionaría las consecuencias de lo que está sucediendo”

Para finalizar, Hagop Tabakian, representante de la Federación Revolucionaria Armenia (FRA - Tashnagtsutiún), subrayó la importancia de la diáspora en la lucha por el futuro de Armenia y denunció la situación política actual, tanto dentro como fuera del país.

Tabakian comenzó agradeciendo la presencia de la comunidad y destacando la labor de quienes mantienen viva la cultura armenia, afirmando: “Nos hacen sentir vivos y que existimos, a pesar de los duros tiempos que han pasado". A lo largo de su discurso, hizo un llamado a la reflexión sobre la independencia de Armenia y los desafíos actuales, mencionando que en los últimos años se intentó “robar” la independencia del país, especialmente durante los ataques sufridos en 2020 y 2023 por parte de Azerbaiyán y Turquía.

En su crítica al gobierno armenio del primer ministro Nikol Pashinyan, Tabakian fue contundente al señalar que la administración actual falló en proteger los intereses nacionales: “Un buen gobierno gestionaría las consecuencias de lo que está sucediendo, tendría un ejército competente, una diplomacia eficaz y alianzas estratégicas sólidas”, expresó. Asimismo, lamentó la postura del gobierno respecto a la entrega de territorios y su falta de defensa de los derechos del pueblo armenio, cuestionando: "¿Podemos estar a favor de un gobierno que no defiende a su población y relativiza el genocidio?".

El dirigente también destacó la importancia de la diáspora en el futuro de Armenia, afirmando que es imposible imaginar un futuro para el país sin la inclusión activa de la diáspora en un plan conjunto. “No existe una Armenia sin una diáspora fuerte”, sostuvo. A su vez, hizo hincapié en la necesidad de unidad y acción dentro de la comunidad armenia: “La palabra sin acción no tiene sentido. Y la acción tiene que ser mucho más fuerte que la palabra”. Insistió en que es crucial que la diáspora se integre en un plan de futuro para el país: “La diáspora debe volver a revelar cuáles son sus objetivos”, afirmó, señalando la necesidad de un esfuerzo conjunto entre Armenia y la diáspora para enfrentar los desafíos. También alentó a los líderes de las instituciones armenias a pensar en un plan mayor y no limitarse a objetivos individuales: “Cada institución se hace más grande cuando aporta a un plan mayor, y el plan mayor no es entregar territorio ni aceptar lo que nos imponen nuestros enemigos”.

Finalmente, Tabakian concluyó su discurso con un llamado a la acción para todos los armenios, tanto de sangre como de adopción: “Los invito a sumarse a esta lucha. No les garantizo una victoria, pero sí que vamos a vivir y sentir como armenios, a la altura de las circunstancias”.

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