Solicitan el tratamiento del proyecto que propone renombrar una plazoleta en Buenos Aires como “24 de Abril” en homenaje a las víctimas del Genocidio Armenio

06 de diciembre de 2024

Bautista Meyoyan, uno de los impulsores de la Iniciativa 24 de Abril, se presentó ante la Comisión de Cultura de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires para solicitar el tratamiento del proyecto que busca renombrar la plazoleta Alejandro Petión como "24 de Abril".

Este espacio verde, ubicado en Av. Ortiz de Ocampo, Av. Pres. Figueroa Alcorta y Alejandro M. de Aguado del barrio de Palermo, es el lugar donde tradicionalmente culminan las marchas en conmemoración del Genocidio Armenio, un evento que tiene un profundo significado histórico y cultural para la comunidad y cuyo tratamiento se encuentra demorado en la Legislatura.

Según supo Diario ARMENIA, el proyecto se encuentra demorado en la Comisión de Cultura de la Legislatura, ya que necesita el dictamen de esa Comisión para tratarse en el recinto. Quien posee el control de los temas que allí se tratan es su presidenta, la diputada Cecilia Ferrero (Coalición Cívica en bloque con el PRO) que firmó su apoyo a la iniciativa pero está poniendo reparos en el tratamiento del renombramiento. En distintos círculos de la Legislatura porteña se sospecha que la diputada responde a una orden de algún sector del Ejecutivo de la Ciudad  que antepone los intereses negacionistas del Estado turco antes que el pedido de los vecinos de la Ciudad.

Es en ese sentido que los integrantes de la Iniciativa 24 de Abril se acercaron el 14 de noviembre a la Comisión para manifestar su disconformidad y reafirmar la necesidad de llevar adelante su tratamiento. En su discurso, Meyoyan destacó que el proyecto nació como un esfuerzo ciudadano liderado por un grupo de jóvenes comprometidos con la memoria y los derechos humanos. “Las 15 mil firmas que presentamos aquí representan el deseo de honrar a las víctimas del Genocidio Armenio”, explicó, subrayando que este no es un simple cambio de nombre, sino una declaración de principios. Además, resaltó que la mayoría de los firmantes, más del 95%, no pertenecen a la colectividad armenia, lo que, en sus palabras, evidencia que “esta causa resuena en toda la ciudad y trasciende cualquier origen étnico”. 

La propuesta no solo busca cambiar el nombre del espacio, sino también instalar un memorial que refuerce el carácter simbólico del sitio. Meyoyan insistió en la importancia de este lugar emblemático: “Para algunos, esto podría ser un detalle menor, pero para nosotros es un recordatorio del compromiso de nuestra ciudad con la memoria, los derechos humanos y la libertad”. 

El proyecto cuenta con el respaldo de la comunidad armenia, las Instituciones Armenias de la República Argentina (IARA), autoridades de la Comuna 14 y 17 legisladores de diferentes partidos políticos como la Coalición Cívica, Unión Cívica Radical, Unión por la Patria, Movimiento de Integración y Desarrollo y el PRO, entre otros. Para Meyoyan, este apoyo refleja un consenso amplio y apartidario: “Proyectos como este son una expresión democrática pura. Los porteños somos constructores de esta ciudad, y este cambio de nombre simboliza nuestra voluntad de recordar y honrar”. 

El joven también recordó el papel histórico de Argentina como pionera en el reconocimiento del Genocidio Armenio, desde los discursos de Raúl Alfonsín en 1987 hasta la Ley 26.199 sancionada en 2007 por Néstor Kirchner. En este contexto, señaló que “la plazoleta será una realidad, no porque tengamos poder o influencia, sino porque representa la verdad, la justicia y la voluntad de miles de personas”. 

Meyoyan finalizó su intervención subrayando el simbolismo del proyecto como un llamado a la acción frente al negacionismo: “Es un recordatorio de que los malos están ganando y que para que ello ocurra solo depende de que los buenos no actúen. Hoy estamos aquí para actuar, para evitar que esta historia se pierda en el olvido y sea repetida”. 

La Iniciativa 24 de Abril aguarda ahora su tratamiento en el recinto legislativo, con la esperanza de que este espacio se convierta en un símbolo de memoria colectiva y un compromiso ético de Buenos Aires con los derechos humanos.

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