Falleció el Papa Francisco: Su legado fue un fuerte compromiso con la paz, la memoria y la defensa del pueblo armenio

El Papa Francisco, jefe de la Iglesia Católica y figura central en el reconocimiento y la defensa de la memoria del Genocidio Armenio, falleció el 21 de abril en el Vaticano a sus 88 años; su muerte cierra una etapa marcada, desde 2013 hasta sus últimos días, por un compromiso inquebrantable con la verdad, la justicia y la paz en favor del pueblo armenio.
En 2004, durante una misa en memoria de las víctimas del Genocidio Armenio, el entonces Cardenal Bergoglio, dijo: “Unidos en el dolor por un genocidio, el primero del Siglo XX, un genocidio en el que actualmente los imperios poderosos procuran silenciar y tapar por todos los medios”.
El 3 de junio de 2013, a poco de asumir como Papa, Francisco reconoció que “el primer genocidio del siglo XX fue el de los armenios”, durante una audiencia con el Patriarca de Cilicia de los Armenios, Su Beatitud Nersés Bedrós XIX Tarmourini y recibió a una sobreviviente del crimen perpetrado por el Estado turco entre 1915 y 1923.
El 8 de mayo de 2014, Francisco se reunió con Karekin II, Patriarca Supremo y Catolicós de todos los armenios, y con el arzobispo de la Iglesia Apostólica Armenia para Argentina y Chile, Kissag Mouradian, donde recordó a los mártires del Genocidio.
El 12 de abril de 2015, a días de conmemorarse el centenario del Genocidio Armenio, el Papa brindó una histórica misa en el Vaticano a la que asistieron una gran cantidad de representantes de la comunidad armenia de Argentina y donde Francisco reconoció formalmente el Genocidio Armenio. Posteriormente, el Sumo Pontífice contó que en su discurso original no estaba la palabra "genocidio". "En Argentina cuando se hablaba del exterminio armenio, siempre se usaba la palabra genocidio. Yo no conocía otra. En la Catedral de Buenos Aires, en el tercer altar a la izquierda pusimos una cruz de piedra recordando el Genocidio Armenio", agregó.

Días después, Diario ARMENIA publicó la historia detrás del histórico reconocimiento: la amistad de Jorge Bergoglio con el arzobispo Kissag Mouradian. "No sólo mi amistad provocó todo esto. La cercanía con la comunidad armenia de Argentina ha tenido influencia para que Bergoglio sienta la verdad como es. Lo que pudimos hacer acá desde hace años, a través de ecumenismos, logró hacer entender muchas cosas. Ese trabajo ayudó a que el futuro Papa conozca la historia de los armenios", relató Mouradian en aquella oportunidad. Estos actos abrieron paso a que posteriormente otros organismos internacionales, como el Parlamento Europeo y el Senado Federal de Brasil, se sumaran al reconocimiento formal de esta tragedia.
Las autoridades turcas reaccionaron con dureza a sus pronunciamientos. Así, el ministro de Asuntos Exteriores de Turquía, Ahmet Davutoğlu, afirmó en 2013 que “las expresiones del Papa Francisco son absolutamente inaceptables”, mientras que en 2015 el canciller turco denunciaba que el Sumo Pontífice realizaba “una discriminación entre los sufrimientos” al destacar únicamente el dolor de los armenios. Incluso el presidente Recep Tayyip Erdogan calificó sus declaraciones de “estupideces”, evidenciando la tensión que se desató a nivel internacional entre la narrativa armenia y la posición oficial de Turquía.
El compromiso del Papa Francisco con la memoria armenia se materializó en múltiples actos y gestos a lo largo de su pontificado. En abril de 2015, durante una misa con motivo del centenario del Genocidio Armenio, el Pontífice no sólo recordó a los mártires y proclamó a San Gregorio de Narek como Doctor de la Iglesia, sino que en un ambiente cargado de emoción reiteró que “estamos viviendo una suerte de genocidio causado por la indiferencia general y colectiva del silencio cómplice”. Aquel evento, que congregó a destacados representantes de la comunidad armenia en Argentina, fue interpretado como una reafirmación de su compromiso ético y moral con la causa.
Al año siguiente, Francisco visitó Armenia entre el 24 y el 26 de junio de 2016, donde pidió por la paz en el conflicto de Artsaj (Nagorno Karabaj) y visitó la iglesia Khor Virap, al pie del Monte Ararat y a pocos kilómetros de la frontera con Turquía, donde rezó y soltó palomas en dirección a la frontera que el Gobierno turco mantiene cerrada unilateralmente. "Aquel genocidio inauguró la triste lista de las terribles catástrofes del siglo pasado", fue el mensaje de Francisco en Armenia, quien remarcó que "decir genocidio comporta acciones de reparación".
Durante la guerra de 2020 desatada por Azerbaiyán y Turquía contra Artsaj (Nagorno Karabaj) y Armenia, el Papa Francisco pidió en reiteradas oportunidades por la paz y, en una carta a Kissag Mouradian, declaró: "Conozco el dolor del pueblo armenio y estoy a vuestro lado".
En febrero de 2021, Francisco decretó que el 27 de febrero se celebraría en el calendario romano el día de recuerdo de San Gregorio de Narek, Archimandrita de la Iglesia Ecuménica y la fecha sería incluida en los calendarios de las iglesias católicas de todo el mundo.
En abril de 2021, el líder religioso reclamó a Azerbaiyán que devuelva a los prisioneros de guerra armenios de Artsaj, pedido que se reiteró en diversas oportunidades. En aquella oportunidad, donó equipos médicos al Hospital Católico “Redemptoris Mater” en la ciudad de Ashotsk, en el norte de Armenia, para hacer frente a la pandemia del COVID-19.
El 6 de diciembre de 2022, Francisco le envió una carta al arzobispo Kissag Mouradian luego de conocerse la noticia de que el Primado de la Arquidiócesis de la Argentina y Chile de la Iglesia Apostólica Armenia dejaría su puesto. "Para un pastor es importante en la etapa de retiro experimentar la cercanía, gratitud y el cariño del pueblo que le fue confiado", fue su mensaje.
El 19 de diciembre de 2022, 8 días después del comienzo del bloqueo genocida del Corredor de Lachin perpetrado por Azerbaiyán contra la población de Artsaj, Francisco expresó su “preocupación” por la situación. También alertó sobre la crisis humanitaria desatada por Azerbaiyán el 29 de enero de 2023, en el día 49 del bloqueo
El 8 de febrero de 2023, el Papa Francisco se comunicó con Vardush Davtyan, la mamá del policía de origen armenio Arshak Karhanyan, para desearle “fe y fortaleza” a días de conmemorarse el 4º aniversario de su desaparición.
En su último mensaje de Pascuas, el 20 de abril de 2025, el Papa Francisco pidió la firma de un "acuerdo de paz definitivo entre Armenia y Azerbaiyán" y "la liberación de los prisioneros de guerra y de los prisioneros políticos".
En el ámbito humanitario y cultural, el Papa Francisco también dejó huella. En diversas ocasiones donó equipos médicos al Hospital Católico “Redemptoris Mater” en Ashotsk, en el norte de Armenia, y se destacó por su impulso a la santificación del beato Ignacio Maloyan, mártir del Genocidio Armenio, cuya vida y sacrificio fueron recordados como símbolo de la resiliencia del pueblo armenio. Además, mediante decretos y mensajes, el Pontífice consagró el 27 de febrero como el día de San Gregorio de Narek, honrando la memoria de uno de los pilares espirituales de la identidad armenia.
A lo largo de su pontificado, el Papa Francisco se convirtió en un símbolo de la lucha por la verdad, la memoria y la reparación en torno al Genocidio Armenio. Su defensa inquebrantable de la justicia histórica y sus constantes llamados a la paz, tanto en el Cáucaso como en otras regiones en conflicto, quedarán inscritos en la memoria de la comunidad armenia y de la humanidad.