Comunicado de la FRA-Tashnagtsutiún de Armenia: “El documento negociado implica la aprobación incondicional de las demandas azerbaiyanas”

La FRA‑Tashnagtsutiún de Armenia advierte que, pese a la aparente promesa de estabilidad, el acuerdo negociado con Azerbaiyán no es más que una serie de concesiones disfrazadas de paz. Según el comunicado, la supuesta firma de un tratado de paz impuesta bajo amenazas y condiciones coercitivas, obligaría a Armenia a renunciar a sus derechos soberanos fundamentales sin abordar cuestiones críticas como la delimitación de fronteras, la retirada de tropas azerbaiyanas ni el retorno de los desplazados de Artsaj.
Asimismo, la FRA denuncia que las nuevas condiciones previas, que incluyen la modificación de la Constitución y otras medidas de dependencia, representan una rendición ante las demandas expansionistas de Bakú. El Órgano Supremo de la FRA-Tashnagtsutiún condena enérgicamente estas concesiones impuestas a través de negociaciones secretas y reafirma su compromiso inquebrantable de defender la soberanía y seguridad de Armenia, sin ceder a presiones que perjudiquen los intereses nacionales.
El texto completo del comunicado del Órgano Superior de FRA-Tashnagtsutiún de Armenia
La FRA-Tashnagtsutiún, cuyo objetivo supremo es garantizar la seguridad y prosperidad del pueblo armenio en su tierra natal, no puede oponerse a una paz estable en la región. Sin embargo, los acuerdos alcanzados con Azerbaiyán bajo la amenaza del uso de la fuerza y las nuevas concesiones no tienen nada que ver con un proceso genuino y duradero de paz.
Para establecer una paz duradera y estable, el acuerdo con Azerbaiyán debe ser un documento integral que regule las relaciones, respete los intereses legítimos de la parte armenia e incluya soluciones a todas las cuestiones que requieren resolución.
Mientras tanto, los acuerdos y el documento negociado con Azerbaiyán no aclaran la frontera entre Armenia y Azerbaiyán, no garantizan la retirada de las fuerzas armadas azerbaiyanas de los territorios soberanos de Armenia, no evitan nuevas agresiones por parte de Azerbaiyán y tampoco abordan los derechos de Artsaj y de su pueblo, incluido el restablecimiento de su derecho violado a vivir de forma segura en su tierra natal, tal como se estipuló en la declaración trilateral del 9 de noviembre. Además, no se resuelve el problema del retorno de los prisioneros de guerra armenios retenidos en Azerbaiyán.
En esencia, el documento negociado implica la aprobación incondicional de las demandas azerbaiyanas.
Al mismo tiempo, las continuas nuevas condiciones previas presentadas a Armenia -tales como la concesión de un corredor, el cambio de la Constitución, el reasentamiento de azerbaiyanos en Armenia, la extradición de individuos acusados de cometer “crímenes de guerra contra Azerbaiyán”, la retirada de las demandas armenias de los tribunales internacionales, la desmilitarización de Armenia y la disolución del Grupo de Minsk de la OSCE- socavan directamente la soberanía de Armenia.
Es evidente que, a través de dicho documento, Azerbaiyán pretende cerrar el tema de Artsaj y busca legitimar, mediante el genocidio, la fuerza y la amenaza de fuerza, lo que ha logrado, a la vez que conserva la oportunidad de extraer más concesiones de Armenia.
El Órgano Supremo de la FRA-Tashnagtsutiún de Armenia condena enérgicamente las nuevas concesiones impuestas a Armenia y al pueblo armenio como resultado de negociaciones secretas y declara que no aceptará ningún documento firmado a expensas de los intereses nacionales de Armenia.
La FRA-Tashnagtsutiún está decidida a garantizar la soberanía y seguridad de Armenia y a prevenir cambios constitucionales en el país a petición de una nación hostil.
Órgano Supremo de la FRA-Tashnagtsutiún de Armenia
Ereván, 15 de marzo de 2025