Editorial de Hairenik: La cuestión de Artsaj está nuevamente sobre la mesa
La cuestión de Artsaj ingresó en una batalla contra el tiempo. Reuniones secretas y a puertas cerradas se llevan a cabo por un lado entre Moscú y Ereván y por el otro entre Moscú y Bakú en diferentes ocasiones y niveles. Pero, cuál es el motivo de esas maratones, donde los tres países tienen sus prioridades.
Recientemente tuvo lugar en Moscú un encuentro entre los presidentes Putin y Sarkissian en el que se analizó en profundidad la explosiva situación reinante en la línea de contacto de Artsaj y sus alrededores. Luego de esta reunión y una efectuadas una serie de análisis, a principios del mes entrante el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia Sergei Lavrov va a trasladarse a Bakú para revisar junto a su contraparte Elmar Mammedyarov el diferendo de Nagorno Karabagh.
En tanto, antes de ese viaje es probable que se desarrolle el primer encuentro de 2016 entre Ereván y Bakú en el contexto de la reunión del Consejo de Seguridad en Washington. En realidad, los jefes de estado Aliev y Sarkissian van a participar de ese cónclave por lo que probablemente van a tener la oportunidad de generar ese cónclave, que será seguramente sólo protocolar.
De todas maneras, en este estado de cosas Bakú jamás estará conforme, en especial por la participación de las tropas rusas en el conflicto de Siria por lo que pretenderá barajar nuevamente los naipes y traer a la mesa de discusiones la posibilidad de revisar la situación de Karabagh.
El canciller azerí ha manifestado en distintas ocasiones que el actual estatus perjudica los intereses regionales de su país por lo que es imperioso que se le reintegren los territorios en disputa.
En este lugar, se debe reconsiderar el temario de las próximas deliberaciones, se debe también analizar el viaje del viceprimer ministro Dimitri Rogozin a Bakú, -que tuvo lugar días antes de la presencia de Sarkissian en Moscú-, oportunidad en que el funcionario ruso reafirmó la absoluta cooperación militar entre ambos países.
Entonces, poco y nada debe esperarse del hipotético encuentro entre los presidentes de Armenia y Azerbaidján en la capital estadounidense. Es por eso que, al igual que en el frente de batalla, pocas novedades tendrán lugar en los escritorios, por lo que todo seguirá igual.
Y en esta dirección Moscú, tiene sentido exacto de la situación y no dará ningún paso para hacer fracasar o neutralizar una reunión donde se verán las caras los presidentes de dos países enemigos y conversen... a título de qué...
Sin embargo, lo verdaderamente preocupante es que tanto Bakú como Ereván continúan en sus preparativos de guerra y se rearman constantemente. Y más aún, quien provee los armamentos es la misma fuente...