Los ataques siguieron hasta después del alto el fuego
Stepanakert, Bakú (Fuentes diversas).- El lunes 4 de abril Bakú anunció la muerte de otros tres soldados, elevando a 18 la cifra de bajas aceptadas. Hasta ese día las cifras reconocidas de caídos en combate en ambos bandos supera la cincuentena entre fuerzas militares y civiles, con más 200 heridos de diversa consideración.
"Si continúan las provocaciones armenias, pondremos en marcha una operación de magnitud a lo largo de toda la línea de frente y vamos a utilizar todas nuestras armas", expresó Vagif Dargahly, vocero del Ministerio de Defensa de Azerbaidján. Azerbaidján intensificó los bombardeos sobre las posiciones armenias mediante el uso de morteros, lanzacohetes múltiples y tanques pesados.
Por el lado armenio, Artsrun Hovhannisian, portavoz del Ministerio de Defensa armenio, respondía a las manifestaciones azeríes. "Nuestras fuerzas han avanzado en todo el frente y tomado nuevas posiciones", decía el militar.
Azerbaidján rechazó como "falsas" las afirmaciones armenias, aseverando que sus fuerzas controlaban desde el sábado varias posiciones estratégicas de Karabagh, teniendo además la intención de reforzar sus tropas en el sector.
Azeríes abren fuego contra la prensa
Los atacantes azeríes que ya habían bombardeado áreas civiles de Artsaj ocasionando varias muertes y numerosos heridos, atacaron esta vez una columna de vehículos que transportaba periodistas, A pesar de que los automotores se encontraban debidamente identificados, un cohete disparado por las tropas leales a Bakú impactó a unos veinte metros de la pequeña caravana en la región de Magadiz cercana a Aghdam. "Todo era normal, volvíamos cuando el enemigo comenzó apuntarnos y disparar", dijo uno de los reporteros de News.am
También en Mardakert los periodistas fueron blancos de los disparos azerbaijanos en una zona relativamente lejana a la línea del frente. Los bombardeos fueron dirigidos también a la región poblada de la ciudad, donde la flamante escuela secundaria recibió decenas de disparos que dañaron su estructura. Debe recordarse que el sitio apuntado por los azeríes se encontraba a más de diez kilómetros desde donde partieron los disparos por lo que es evidente la intención de dañar objetivos civiles. Pese a los permanentes bombardeos, son pocos los habitantes de la ciudad que dejaron la misma. La mayoría prefirió permanecer en sus domicilios y tratar de hacer una vida normal.
Informes del Ministerio de Defensa de Artsaj
Un comunicado emitido por la cartera de Defensa karabaghí señala que hasta la tarde del martes 5 de abril, el ejército azerí sufrió la pérdida de más de treinta tanques de combate, tres lanzaderas de misiles, dos helicópteros, una decena de vehículos de transporte militar, más de media docena de aviones no tripulados y otros pertrechos militares imposibles de identificar. La nota destacó la valerosa acción del capitán Armenak Ourfanian quien en una acción casi suicida se inmoló destruyendo un tanque con su granada.
Las pérdidas del lado armenio serían de 8 tanques, 20 soldados muertos y otros 26 desaparecidos y casi 80 heridos, muchos de los cuales fueron trasladados al hospital militar de Ereván para su mejor atención. En cuanto a las bajas militaras aceptadas por Bakú, observadores militares aseguran que su número puede llegar a los dos centenares y que motivos fáciles de comprender los mandos militares enemigos se empeñan en ocultar.
Mueren siete voluntarios
Un autobús que transportaba voluntarios reservistas a la línea de frente fue alcanzado por los misiles de un avión no tripulado. En el hecho murieron siete voluntarios, entre ellos los alcaldes de Darbas, Mayis Mirzoian de 60 años de edad y el jefe comunal de Akhlatia, el veterano de guerra Armén Belarian de 44 años de edad.