Sermón del monte
El Sermón del monte fue, de acuerdo con el Evangelio de Mateo Cap. 5, 6 y 7, un sermón predicado por Jesús a sus discípulos y a la gran multitud que lo seguía, en la ladera de una montaña al norte del Mar de Galilea, cerca de Capernaúm.
Este mensaje dado en los inicios del ministerio de Jesucristo, contiene las enseñanzas, bases doctrinales y prácticas para todos, sin distinción de sexos, pueblos y razas.
Probablemente, la porción más conocida son las Bienaventuranzas que se encuentran al inicio, también contiene el Padrenuestro, así como la versión de la Regla de Oro. Para muchos, contiene las enseñanzas principales del Cristianismo. El Sermón contiene las siguientes secciones:
Capítulo 5:
- Bienaventuranzas (V. 3-10):
- Bienaventurados los pobres en el espíritu: porque de ellos es el reino de los cielos.
- Bienaventurados los mansos: porque ellos poseerán la tierra.
- Bienaventurados los que lloran: porque Dios los consolará.
- Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia: porque ellos serán saciados.
- Bienaventurados los misericordiosos: porque ellos obtendrán misericordia.
- Bienaventurados los puros de corazón: porque ellos verán a Dios.
- Bienaventurados los pacificadores: porque ellos serán llamados hijos de Dios.
- Bienaventurados los que sufren persecución por causa de la justicia, pues de ellos es el reino de los cielos.
- Las metáforas de sal y luz (V. 13-16).
- Un gran discurso conocido como la Antítesis de la Ley, que presenta una antítesis en la cual Jesús expande y adapta la Ley de Moisés (V.17-48) y contrapone al lema ojo por ojo, diente por diente, por el amor a los enemigos.
Capítulo 6: Un largo discurso que trata los temas de la limosna, la oración y el ayuno.
En él se condena a quienes practican estos actos para obtener la aprobación de la gente, no por una actitud real del corazón. El discurso condena la superficialidad del materialismo y la religiosidad hipócrita. Dentro del discurso está el Padre nuestro, que se presenta como un ejemplo de una correcta oración.
Capítulo 7: Trata sobre el error de enjuiciar a los demás antes de juzgarse uno a sí mismo.
El resto del capítulo trata sobre:
- "Pide y recibirás, busca y encontrarás, golpea y las puertas se te abrirán". (V. 11)
- "Haz a otros lo que quieres que te hagan a ti", adaptación de Jesús de la llamada ética de la reciprocidad, sintetiza la Ley de Moisés. (V. 12)
- El camino angosto y difícil lleva a la vida, el amplio y fácil lleva a la destrucción: muchos toman el camino fácil y pocos encuentran el camino difícil. (V. 13 y 14)
- Tomar cuidado de los falsos profetas: son lobos con piel de oveja; por sus "frutos" se les conoce; el buen árbol no produce mala fruta y el árbol malo no puede producir buenos frutos. (V. 15-20)
- Hacer la voluntad de Dios Padre en lugar de sólo invocar el nombre de Jesús. (V.21-23)
- "Quien quiera seguir estas palabras construirá sobre roca y sobrevivirá; quien no, construye en arena y será destruido". (V. 24-27)
Interpretaciones: Uno de los debates más importantes sobre el Sermón consiste en determinar cómo debe ser aplicado en la vida diaria. La defensa de la completa falta de resistencia es incompatible con la supervivencia en la sociedad humana, y es por ello que todos los grupos cristianos han desarrollado formas no literales de interpretar y aplicar el Sermón. McArthur lista varias escuelas básicas de pensamiento sobre este tema.
- La visión absolutista, que el Sermón debe ser tomado literalmente y debe ser aplicado universalmente por todo aquel que quiera seguir a Jesús, por lo que denominan a su visión "seguimiento a Cristo". Dietrich Bonhoeffer defensora de esta interpretación, escribió: “existen innumerables posibilidades de entender e interpretar el sermón del monte; Jesús sólo conoce una: ir y obedecer”.
- Cercanamente relacionados con las interpretaciones anteriores, existe la visión de principios generales que argumenta que Jesús no estaba dando instrucciones específicas sino principios generales que uno debe observar al comportarse. Las instancias específicas citadas en el Sermón son ejemplos simples de estos principios generales.
- La visión del doble estándar es la posición de varias Iglesias. Esta idea divide las enseñanzas del Sermón en preceptos generales y consejos específicos. Preconiza que la obediencia a los preceptos originales es esencial para la salvación, pero la obediencia a los consejos sólo es necesaria para alcanzar la perfección. La gran masa de la población sólo debe preocuparse de los preceptos y los consejos del sermón deben ser seguidos sólo por unos pocos. Esta teoría fue iniciada por San Agustín y desarrollada más tarde por Santo Tomás de Aquino.
- Martín Lutero rechaza esta interpretación y desarrolla un sistema de dos niveles refiriéndose a ellos como la visión de dos realidades. Lutero divide el mundo en dos realidades seculares y religiosas y argumenta que el Sermón sólo se aplica a lo espiritual.
- En el siglo XX otro pensador, Martin Dibelius, presentó una visión más, también basada en la escatología. Su visión de voluntad divina incondicional consiste en que la ética detrás del Sermón es absoluta e inquebrantable, pero el estado de vileza actual del mundo hace que sea imposible vivir de acuerdo con eso. Los humanos pueden intentarlo, pero es inevitable fracasar. Esto cambiará cuando se proclame el Reino de Dios y todos sean capaces de vivir en santidad.
Las enseñanzas dadas por Jesucristo, aunque parezcan imposibles de ser cumplimentados por el hombre, el Señor Jesucristo dejó a sus seguidores una promesa que transformó este fracaso en victoria, les prometió: “recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo y me seréis testigos hasta lo último de la tierra” Hechos 1:7, y todos los que tengan esta experiencia espiritual, son revestidos por el poder del Espíritu Santo, y tienen la capacidad de vivir los preceptos enseñados, en el nivel que proclama “El Sermón del Monte”.
Ing. Eduardo Armen Hayetian