A pesar de las denuncias aprueban fondos a un oleoducto azerí
(Panorama.am).- El directorio del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD) aprobó el 18 de octubre una partida de quinientos millones de dólares en fondos para el oleoducto TANAP, que es administrado por Azerbaidján y que facilitará el transporte de gas natural desde el Caspio a Europa Occidental, según informó Eurasianet.org. Esta decisión provocó críticas de de diferentes organizaciones europeas que acusaron al banco de faltarle el respeto a los "principios fundamentales de la democracia multipartidista y al estado de derecho".
La nota cita el comunicado del banco, donde se afirma que la asignación del dinero se haría con sus propios fondos, pero que no menciona un préstamo de hasta mil millones que la institución esperaba tener.
Según el informe, la decisión se produce a pesar de las preocupaciones sobre la idoneidad de Azerbaidján tras la decisión del país a principios de este año de abandonar un acuerdo internacional de monitoreo sobre el petróleo y el gas, lo que se suma también a las nuevas denuncias de corrupción de alto nivel que rodean a este país.
Los representantes de los grupos de vigilancia afirmaron que el banco estaba enviando la señal equivocada al proceder con el desembolso. "Lamentamos ver la importación de combustibles fósiles adicionales en Europa, beneficiando solo a un puñado de corporaciones y gobiernos opresivos, valorados más que el desarrollo sostenible y la libertad de la gente común", expresa Anna Roggenbuck, una dirigente política.
Cabe recordar en este punto la famosa investigación de “la lavandería de Azerbaidján", la cual reveló que uno de los miembros de la junta del BERD, Kalin Mitrev, recibió al menos 425.000 euros en honorarios de una compañía azerí.
Mitrev ha negado cualquier irregularidad y afirmó que los pagos eran tarifas legítimas por trabajo de consultoría. Sin embargo, los vínculos de él con el gobierno de Azerbaidján no se limitaron a este punto. Su esposa, la política búlgara Irina Bokova, es la directora general de la UNESCO, que de manera un tanto controvertida otorgó el máximo galardón de la organización a Mehriban Aliyeva, esposa del presidente Ilham Aliev.