Alen Simonyan: “Mantener las instituciones estatales de Nagorno Karabaj es una amenaza directa a la seguridad de Armenia”
El diputado Alen Simonyan, presidente de la Asamblea Nacional de Armenia y principal vocero del Gobierno del primer ministro Nikol Pashinyan, declaró el 16 de noviembre que "mantener las instituciones estatales de Nagorno Karabaj es una amenaza directa a la seguridad de Armenia" y que "los problemas existentes de los armenios de Nagorno Karabaj deben ser resueltos por los dirigentes de Armenia".
Ishkhan Saghatelyan, representante de la Federación Revolucionaria Armenia (FRA - Tashnagtsutiún y diputado de la Alianza Armenia de la Asamblea Nacional, replicó que "la única y principal amenaza para nuestro Estado es Nikol Pashinyan, que desde hace tiempo sirve a los intereses del enemigo". "Lo que dijo Alen Simonyan es la continuación lógica de su política: despoblar Artsaj, entregársela al enemigo y ahora intentar destruir los últimos pedazos de la condición de Estado de Artsaj", denunció el dirigente. "En esta situación, es muy importante preservar primero la subjetividad del pueblo de Artsaj y, por esa razón, es necesario preservar la institución presidencial y la Asamblea Nacional elegida por el pueblo", afirmó Ishkhan Saghatelyan.
Los diputados de la Alianza Armenia Artsvik Minasyan y Artur Khachatryan celebraron una conferencia de prensa al día siguiente en el que advirtieron como "inaceptable" ese enfoque, una "política destructiva para la nación implementada por el gobierno actual". Según Artur Khachatryan, "el objetivo de estas autoridades es cerrar de una vez por todas la cuestión de Artsaj. Pashinyan publicó un mapa y, por primera vez en la historia de Armenia, Artsaj no estaba marcada en ese mapa de ninguna manera. Ese es su objetivo". Según sus palabras, las autoridades entienden muy bien que si los habitantes de Artsaj viven en Armenia y mantienen la representación política, la cuestión de Artsaj permanecerá en la agenda, por lo que harán todo lo posible para evitar que esto suceda. "Para las autoridades armenias, las actividades de las autoridades de Artsaj o de los representantes del pueblo de Artsaj en la República de Armenia son un riesgo, un peligro, pero el hecho de que los azeríes hayan ocupado 250 kilómetros cuadrados del territorio soberano de Armenia y estén por arrasar el territorio de la República de Armenia, al menos en esos 250 kilómetros cuadrados, sembrando muerte y destrucción, no es una amenaza a la seguridad nacional para ellos. Lo tratan normalmente, si no lo trataran normalmente, tomarían medidas".