Aram Khachaturian, un genio creativo en clave musical
En el mes de junio se cumplieron 120 años del nacimiento de quien logró,
a través de su arte, poner el nombre de Armenia
en los escenarios más importantes del mundo.
Apuntes para conocer mejor a este músico y compositor excepcional
a pocos días de los tres conciertos homenaje
organizados por la Embajada de Armenia en Argentina.
No hace falta ser un estudioso ni músico profesional para reconocer detrás de los primeros compases de la mundialmente conocida Danza de los Sables, que forma parte del Ballet Gayané, al genio creativo de Aram Khachaturian.
Considerado uno de los más prominentes músicos y compositores soviéticos, Aram Khachaturian está indisolublemente ligado a su obra, con la que logró trascender las fronteras de su patria y de la propia Unión Soviética.
Nacido como Aram Illich Khachaturian el 6 de junio 1903 en Tiflís, hoy Tbilisi, capital de Georgia, desarrolló su carrera como compositor y director de orquesta en los círculos más exclusivos de la música soviética y es considerado uno de los tres más importantes compositores del siglo XX en esa parte del mundo, junto a Dmitri Shostakovich y Sergey Prokofiev.
Su nacimiento en Tiflís fue fruto de una realidad de fines del siglo XIX en la que las migraciones en el seno del entonces Imperio Ruso eran cada vez más habituales.
Su padre Yeghiá era oriundo de la pequeña localidad de Alto Aza, en el distrito de Ordubad, hoy Najicheván y emigró a Tiflís a los 13 años, hacia 1870. Su madre, Kumash Sarkisovna, también era de la región de Ordubad, pero del Bajo Aza y al igual que el padre se radicó junto a su familia en Tiflís, por entonces el principal centro cultural y comercial del Cáucaso.
En esa atmósfera multicultural, creció el joven Aram, en la que se mezclaban expresiones artísticas y tradicionales georgianas, armenias, rusas e incluso azerbaiyanas, con fuerte presencia del folklore de esos pueblos.
La Revolución Bolchevique de octubre de 1917 y los turbulentos años que le sucedieron, con la incipiente República Democrática de Armenia en 1918, las revueltas en todo el Cáucaso por el advenimiento del comunismo y finalmente la sovietización y formal incorporación de Armenia, Georgia y Azerbaiyán a la Unión Soviética en 1922, encontraron a Aram Khachaturian en su etapa de formación.
Los primeros pasos
En 1921 se trasladó a Moscú y comenzó a estudiar el cello en el Instituto Musical Gnesin, que marcó su desarrollo posterior en la composición. De ese período data su composición Suite de Danzas para violín y piano y la incorporación de elementos folklóricos en sus obras.
En 1929 Khachaturian ingresó en el Conservatorio de Moscú para estudiar composición bajo la tutela de Nikolai Myaskovsky y orquestación bajo la batuta de Sergei Vasilenko, completando su formación hacia 1936.
Para entonces, el joven Aram Khachaturian ya comenzaba a ser considerado en los círculos musicales más exclusivos de la Unión Soviética. Su Piano Concerto (1936) y más tarde el Violín Concerto (1940), que le valieron ganar el Premio Stalin, le abrieron también las puertas del reconocimiento internacional.
Comenzó a acercar a la Unión de Compositores, de la que fue vicepresidente en 1937 y también en el Comité de Organización de la Unión entre 1939 y 1948. Mientras tanto, en 1943 se afilió al Partido Comunista y comenzó a tejer vínculos.
Poco antes de comenzar la Segunda Guerra Mundial en 1939 Khachaturian realizó un viaje de seis meses a la República Socialista Soviética de Armenia, volviendo a sus raíces para “hacer un estudio exhaustivo del folklore musical armenio y recopilar melodías de canciones y bailes folklóricos”, según él mismo se ocupó de enfatizar en cierta oportunidad.
Por entonces también incursionó en el cine, incluyendo sus obras en los films Bebo y Zanguezur.
Esta experiencia fue importante en la composición de su primer ballet Felicidad, pero fue fundamental tras unos años de maduración en la composición de una de sus obras cumbres, como es el Ballet Gayané, que se estrenó con música de Aram Khachaturian con el Ballet Kirov (hoy Teatro Mariinsky de San Petersburgo), el 9 de diciembre de 1942, en plena guerra mundial.
La obra montada en cuatro actos trata sobre la historia de Gayané, una joven armenia cuyas convicciones patrióticas chocan con sus sentimientos personales cuando descubre la traición de su amado.
Retorno a las fuentes
La música de Gayané incluye como muchas de las obras de Khachaturian elementos folklóricos de raíz armenia.
Es el caso de la conocida Danza de los Sables que, si bien es una pieza que no tiene que ver estrictamente con el folklore armenio, sino que es más bien una fantasía que algunos definen como “pirotecnia sinfónica”, fue tal el éxito del ballet y de la Danza de los Sables que transformó a Khachaturian en un ícono de la música armenia y un embajador de la cultura y el folklore armenios.
Fue un reconocimiento que ni el propio Aram Khachaturian le asignaba a esa danza. "En general es la más conocida de mis muchas obras y la que más se interpreta. ...Y he ahí como pasa, a veces algo a lo que no le das importancia entra en conocimiento público mucho antes que otras que durante largo tiempo te han provocado emociones y en los cuales, tal vez, has puesto más espíritu. La Danza de los Sables la escribí en una noche, y con la mano izquierda", confesó el propio compositor.
Más allá del éxito de esta obra, lo que realmente emocionaba a Khachaturian era el sonido del duduk, el tradicional instrumento armenio, que con más de 3000 años de antigüedad. A propuesta de Armenia, el duduk y su música son considerados desde 2008 como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por parte de la Unesco.
Al respecto, Aram Khachaturian señaló una vez: “El duduk es el único instrumento que puede hacerme llorar”.
Otra obra emblemática del genial compositor es el Ballet Espartaco, que alude a la lucha del este hombre de origen tracio, líder de los esclavos contra la República Romana, con música basada en la novela de Raffaello Giovagnoli.
Se estrenó el 27 de diciembre de 1956 en el Teatro Kirov de San Petersburgo, pero la primera puesta en escena en una temporada fue en el Teatro Bolshói de Moscú, el 12 de marzo de 1958, con puesta del afamado coreógrafo Igor Moiseyev.
La producción volvió al escenario en 1968, esta vez con coreografía de Yuri Grigoróvich, con un éxito incluso superior al anterior. El Ballet Espartaco forma parte del repertorio habitual del Teatro Bolshói, así como de otras compañías rusas y ganó el Premio Lenin en 1959.
En medio de este éxito Aram Khachaturian viajó a la Argentina en agosto de 1957, con varios conciertos en el Teatro Colón de Buenos Aires.
Denuncia y delación
Si bien Khachaturian es considerado un artista de buena relación con el régimen soviético de entonces, como muchos otros artistas no estuvo libre de problemas, en especial por la conocida caza de brujas en que se había convertido el régimen de Josef Stalin.
En enero de 1948 unos setenta compositores soviéticos, entre ellos, Shostakovich, Prokofiev, Myaskovsky, Khachaturia, Kabalevsky y Shebalin, fueron denunciados por del Departamento de Agitación y Propaganda (AgitProp) acusados de ser músicos “burgueses”.
La acusación tuvo su origen en el jefe de la Unión de Compositores Soviéticos, Tikhon Khrenninkov que había observado que, en el caso de Khachaturian, una obra suya, el Poema Sinfónico, se había presentado en una sala medio vacía porque “todos pensaban que el Concierto para violoncello de Khachaturian era basura”.
El argumento central era que los músicos formalistas hacían música alejada del gusto popular y en extremo individualista, de allí la ausencia de público. Durante el sumario Khachaturian se declaró culpable, admitiendo que en ocasiones los compositores de música más compleja podían ser culpables de ignorar el gusto popular.
Irónicamente, la obra en cuestión -Poema Sinfónico- había sido compuesta para el 30° aniversario de la Revolución Bolchevique. El castigo por ese “desliz” fue enviarlo a Armenia, y sufrir censura durante casi un año.
Recién tras la muerte de Stalin, en 1954 Khachaturian admitió que en aquel momento fue extorsionado y debió autoincriminarse para evitar males mayores.
Unos años antes, en 1944 Khachaturian había compuesto la música del himno de la República Socialista Soviética de Armenia, que lleva letra de Armenak Sarkisyan, y que fue utilizada desde ese año hasta 1991, cuando Armenia se independizó. Por esta obra también Khachaturian está en los libros de historia.
Carlos Boyadjian
Periodista
coboyadjian@yahoo.com.ar