Aram Yenidjeian: “Me imagino compitiendo en un tour grande con los mejores”
Con 21 años y más de 15 de ellos jugando al golf, Aram Yenidjeian atraviesa actualmente su segundo año como profesional, luego de lo que fue su buena experiencia como amateur. Tras haber conseguido la primera posición en la Escuela Clasificatoria del DP World Tour en Francia, el deportista dialogó con el Diario Armenia y habló sobre su presente y sus expectativas de cara al futuro.
―¿Qué torneos estás disputando actualmente?
―Llegué el sábado pasado a Texas a jugar la primera etapa del Korn Ferry, la escuela clasificatoria al PGA Tour. Hace poco tuve la suerte de ganar en Francia, que forma parte de la misma modalidad pero es la primera etapa del Tour Europeo. Son tres partes, el top 20 se clasifica a la segunda, nuevamente los primeros 20 clasifican a la tercera y en base a cómo se finaliza te dan cierto estatus para disputar distintas competiciones como el PGA Tour, el Korn Ferry Tour o el PGA Tour Americas.
―¿Cómo te estás sintiendo actualmente con tu juego?
―La verdad que muy cómodo, con confianza. Estuve disputando algunos torneos en México, donde terminé en los últimos torneos entre los primeros doce. Venía jugando muy bien. A Francia llegué con la idea de clasificar y finalmente se dio que gané esa semana, lo que obviamente es un plus. Esto me hace bien desde lo mental.
―¿Cuándo comenzaste a competir profesionalmente?
―En febrero del año pasado, después de jugar el Latin America Amateur Championship. Hasta el momento me estoy sintiendo muy bien, realmente significa un cambio grande, ya que empieza a funcionar como un trabajo. Uno tal vez como amateur lo disfruta de otra manera, con la misma responsabilidad, pero de distinta forma. Por suerte no tuve ese nerviosismo de pasar a ser profesional. Para mí siguió siendo lo mismo, con distintas responsabilidades o distintos compromisos.
―¿Cómo fue el cambio a nivel deportivo?
―El primer año la verdad no tuve los resultados que esperaba, pero jugué en todos lados. Mi objetivo era ganar ritmo de competencia con los profesionales. Me clasifiqué al Tour llegando a la final y haciendo un top ten. Ahora estamos tratando de llegar al Korn Ferry o al PGA Tour.
―¿Es muy grande el salto entre amateur y profesional?
―Sí, es mucho más competitivo. A nivel amateur el nivel también es muy bueno, pero acá es más amplio y hay más jugadores en un mejor nivel. El circuito también te da la oportunidad de viajar a otros lugares. Todavía hay muchos lugares en los que todavía no me tocó jugar y como profesional uno empieza a conocer. Además hay que acostumbrarse a los cambios de horario y clima. En lo que respecta a la vida cotidiana hay que tener cuidado con las comidas. El amateurismo y el profesionalismo tiene sus cosas, pero creo que a fin de cuentas son bastante distintas.
―¿Cómo te estás sintiendo con tantos viajes?
―La verdad es que el golf es un deporte bastante solitario de alguna forma, pero en los circuitos te vas haciendo amigos y comenzás a tener relación con otros jugadores con los que tal vez coincidís en algún otro país. Hoy tengo la suerte de poder jugar todo lo que nos proponemos en el calendario, que son al menos 35 semanas al año. 2022 fue muy intenso, con muchos torneos, clasificaciones y escuelas para llegar a otros tours. En lo profesional lo agradezco un montón, porque sé que no todo el mundo tiene la posibilidad de viajar y competir donde uno quiere y ya tener esta posibilidad es muy bueno.
―¿Cómo se da esta relación con otros golfistas?
―Con todos te llevas bien. Obviamente con algunos tenés más afinidad que con otros, pero de a poco vas formando una relación. Con los mayores es distinto, pero la verdad es que te aceptan y todos somos iguales. En los diferentes torneos te cruzás con la mayoría. En el PGA Latinoamericano, por ejemplo, a casi todos los que juegan me los cruzo en Argentina. En Francia éramos nueve argentinos y a todos ya los conocía por el Tour Argentino. La verdad es que eso es muy bueno.
―¿Cuándo fueron tus inicios en el golf?
―Arranqué a los seis años, en el club de donde vivo, Mapuche Country Club en Pilar. Yo tenía una recreación todos los fines de semana, en la que el domingo te daban un horario para jugar al tenis, golf, judo u otros deportes. Finalmente elegí golf gracias a mi papá, que me había preguntado si quería intentarlo. La clave fue que había un grupo de chicos, de mi edad, por lo que no fue tan difícil incorporarse o tener ganas de ir porque la pasaba bien. Creo que tener un buen grupo, más que nada cuando sos chico, es algo clave.
―¿Llegó rápido el momento en el que tomaste consciencia que te querías dedicar a esto?
―La verdad que sí. Ya desde muy chico le decía a mi mamá que me quería dedicar al golf y ser profesional. Sí tomé una decisión más formal entre los 13 y 15 años de ir por este camino y comenzar a dar lo mejor que podía.
―¿Cuál considerás que es hasta ahora el torneo que más disfrutaste?
―Ganar como mejor amateur en el abierto de mi país, en el Visa Open que se jugó en el Jockey Club, fue increíble. La semana en Francia este año también fue muy especial porque el año pasado ya lo había intentado, había jugado muy bien, pero no había alcanzado para clasificar. Fue una especie de victoria como profesional, en otro continente y con jugadores a los que no conocía. Lo disfruté demasiado. Por su parte, el año pasado en México superé una mala racha de no poder pasar varios cortes y a partir de ahí comencé a jugar mucho mejor, terminando todos vueltas bajo par y siendo top ten en algunas ocasiones. Fue todo una suma de cosas que me llevó a sentirme más cómodo.
―¿Cómo trabajás para superar estas rachas negativas?
―Tengo todo un equipo, con mis coaches. Del lado psicológico, lo tengo a Pablo Pécora que está en Argentina y todos los problemas que me pasan dentro y fuera de la cancha lo charlo con él. Vengo laburando hace cinco años y me hace muy bien. De las malas rachas siempre sacamos algo positivo, te mantiene sobre la tierra y enfocado. Es un deporte que se viaja mucho, por lo que la relación con el equipo es muy importante. Estar acompañado de ellos y de tu familia es fundamental.
―¿Qué objetivos tenés a largo plazo?
―Creo que todos los jugadores que estén en la misma situación que yo se imaginan jugando en un tour grande, ya sea el PGA Tour o el European Tour, junto a los mejores. Soy muy competitivo y me gusta hacer las cosas que me apasionan. Cuando me pongo algo en la cabeza de querer lograr un objetivo es muy difícil dejarlo y echarme atrás.
―¿Tuviste contactos con deportistas armenios durante algún torneo?
Sí, la verdad es que con el apellido es fácil reconocerse. En Francia, cuando terminé de jugar vi a dos personas que me habían seguido durante 6 o 7 hoyos y no sabía quiénes eran. Cuando terminé de jugar se me acercaron y uno me empezó a hablar en armenio. Empezamos a hablar un poco y la verdad le encantó que hubiera un chico como yo compitiendo y se alegró de que me haya ido bien. La verdad es que en todos los lugares siempre te encontrás a alguien. Por ejemplo, desde Argentina también siempre recibo saludos.
―¿Cómo vivís la situación que se vive en Armenia actualmente?
―La verdad que es una pena, no solo por Armenia sino por todos aquellos países que hoy están en conflictos bélicos. Uno piensa que al estar tan lejos parece como que no se puede sentir o entender realmente lo que está pasando y es gravísimo. Lamento todo esto y ojalá se recupere todo. No es lindo ver a un país tan lindo como Armenia en este tipo de situaciones.
Entrevistó Santiago Tarrío