Colegio Armenio Jrimian: Una visita guiada
Queremos compartir con todos los lectores una nueva experiencia… Los chicos y chicas de sexto año visitamos el edificio histórico “Manzana de Las Luces”, donde descubrimos más sobre la gesta del país. Les proponemos a través de esta crónica conocer los sitios que recorrimos haciendo que este texto los invite a explorar su riqueza cultural, en lugar de hacer un recorrido virtual, les aventuramos hacer un recorrido lector.
La denominación Manzana de Las Luces apareció por primera vez en el periódico Argos de Buenos Aires en el año 1821 como referencia a las numerosas instituciones políticas y culturales que ocupaban ese espacio.
Su origen se inicia en el año 1661 cuando el predio es donado por Isabel de Carvajal a la Compañía de Jesús. Hoy nos encontramos con una edificación de anchas paredes antiguas que conviven con otras más actuales debido a las refacciones y remodelaciones que se fueron dando con el paso del tiempo.
Al ingresar, lo hicimos en una sala antigua aunque con decoración moderna. Los cuadros que estaban colgados eran parte de una exhibición y nos llamaron la atención porque eran cuadros clásicos con personajes importantes de nuestra historia, como Belgrano o San Martín con su ejército en el Cruce de Los Andes, pero hechos como muñecos “playmóvil”.
Nuestra guía, Ana, nos mostró la Sala de Representantes que funcionó desde el año 1822, allí se realizaron las primeras sesiones donde se discutieron importantes temas, hoy podríamos comparar el lugar con el Congreso. Tenía forma de semicírculo, palcos para los funcionariosy un sol dibujado en su techo.
Luego cruzamos por un patio inmenso que daba a la parte de atrás de la Iglesia de San Ignacio, al atravesarlo, llegamos a la parte más esperada por todos nosotros: los túneles. Aunque antes pasamos por la sala Manuel Vicente Maza, donde había una caja de madera, allí se había guardado durante mucho tiempo nuestro Himno Nacional y además vimos muchos objetos que fueron donados por familias cuyos antepasados habían habitado alguna de las casas que formaban parte del terreno de la Manzana.
Ahora sí, descendimos en dos grupos para poder apreciar mejor los túneles y además porque como nos explicaba Ana, no debíamos tocar las paredes que son de barro y ladrillo, debido a su fragilidad. También nos contó que los túneles eran usados solo por unos pocos que sabían de su existencia y servían para el contrabando, como refugio ante algún ataque o invasión y para obtener materiales.
Cuando llegó el momento de irnos, nos permitieron tomarnos una foto todos juntos en el patio, mientras compartíamos comentarios sobre lo interesante de este recorrido donde a través de los distintos objetos nos acercamos a la comprensión de un proceso histórico complejo que continuaríamos analizando nuevamente en el aula.
Ah… no queremos despedirnos sin dejarles nuestra foto.
Los alumnos de sexto año A y B de la Escuela Primaria