Comisión Regional Sudamericana de HOM: Maral Masrian es la nueva presidenta
Entre el 9 y el 11 de junio, se realizó en Buenos Aires la 56° Asamblea Regional Sudamericana de HOM con la presencia de la presidenta de la Comisión Central Mundial de HOM, Nyree Derderian, proveniente de los Estados Unidos. Participaron delegadas de las filiales de HOM de Montevideo, San Pablo, Osasco, Córdoba y Buenos Aires. Cabe señalar que la Asamblea se realizó en el marco del 90° aniversario de la institución en Sudamérica.
Participaron de la apertura, que fue presentada y conducida por Milva Chorbadjian, la Directora de Colectividades del Gobierno de la Ciudad, Mercedes Barbara (ver nota aparte), el representante de la FRA-Tashnagtsutiún de Sudamérica, el presidente de la Asociación Cultural Armenia, Hugo Kuyumdjian, el representante del Gomidé Aram Manukian de la FRA-Tashnagtsutiún, el padre Drtad Ohanyan de la Iglesia Apostólica Armenia, entre otros.
Tras analizar la situación general de la región y el debate de propuestas de cara a los próximos dos años, la Asamblea eligió a su nueva Comisión Regional para Sudamérica
Comisión Regional Sudamericana de HOM
Maral Masrian (Buenos Aires), presidenta.
Jaklin Seferian (Buenos Aires), vicepresidenta.
Haygouhie Markarian (Buenos Aires), secretaria de actas.
Analia Topakbassian (Buenos Aires), secretaria.
Kohar Emirkhanian (Buenos Aires), tesorera.
Karen Kederian (Buenos Aires), pro tesorera.
Mariana Rafaelian (Buenos Aires), vocal.
Dora Zakian (Córdoba), vocal.
Estrella Takesian (Montevideo), vocal.
Marlene Anitablian (San Pablo), vocal.
Helen Donelian (San Pablo), vocal.
En su discurso de apertura de la Asamblea, Nyree Derderian destacó que “sin consolidación, sin unión, no es posible organizar ni preservar una nación y tampoco un Estado. Es con esa convicción que HOM, durante más de once décadas, valorizó su quehacer como organización de beneficencia con múltiples objetivos”.
“¿Acaso es necesario señalar que en la actualidad, nos mantenemos firmes en la defensa para la preservación de la frontera de Artsaj, en Syunik y Armenia, cuando estamos al borde del abismo, ante la disyuntiva de seguir existiendo o no como Estado independiente?”, se preguntó. “En este momento trascendental para nuestro pueblo se suman asimismo las necesidades de reconstrucción de nuestras comunidades armenias del Líbano y de Siria, tan afectadas. La odisea requiere que nuestro pueblo independiente continúe con la misma voluntad férrea, esta vez para enfrentar y luchar por las amenazas a nuestra existencia”.
Más adelante Derderian añadió que en los últimos cuatro años, HOM brindó asistencia por aproximadamente doce millones de dólares (u$s 12.000.000) en los cuatro rincones del mundo y que esa importante ayuda no hubiese sido posible sin el apoyo, la convicción y la labor de las HOMuhís, “ya que sin ellas HOM no podría llegar a cubrir las necesidades donde hiciera falta”, dijo y agregó: “Es por ello que, yendo de la palabra a la acción, inspiradas por la renovada promesa como HOMuhís, todos juntos, con infinita entrega, debemos avocarnos a tarea eficaz en cumplimiento de nuestra misión”.
El representante de la FRA-Tashnagtsutiún de Sudamérica, Hagop Tabakian, saludó a Nyree Derderian y las delegadas y ponderó la labor de HOM a nivel mundial destacando la asistencia y todos los programas de solidaridad de la organización tanto en el mundo armenio como en las sociedades donde trabajan. En este sentido enfatizó casos puntuales como la asistencia a Siria por el terremoto sufrido, en el Líbano, en Armenia y a la bloqueada Artsaj.
En relación a la labor regional Tabakian se refirió a la ardua labor llevada durante la pandemia a nivel local en cada una de las filiales; lo realizado durante la guerra de los 44 días y la labor solidaria para recaudar recursos y enviar a los afectados por el terremoto en Siria.
Hagop Tabakian destacó el fuerte respaldo de la FRA-Tashnagtsutiún a HOM en todo su trabajo en el plano social y cerró remarcando la difícil situación tanto en lo político y social en Armenia y en Artsaj quienes están pidiendo a la diáspora, a través de las organizaciones sociales y civiles que no baje el nivel de movilización.