Comunicado de las instituciones de la comunidad armenia de Argentina en el 107º aniversario del Genocidio Armenio: "Con la guerra de 2020 quedó demostrada su vigencia por la amenaza de un nuevo genocidio"
El 23 de abril, en vísperas del 107º aniversario del Genocidio Armenio, las instituciones de la comunidad armenia de Argentina emitieron un comunicado en el que reclamaron que "el Estado turco como su sucesor, asuma con dignidad el reconocimiento de su responsabilidad".
"Los ideólogos del Genocidio Armenio, los Jóvenes Turcos, en el poder entonces, promovieron el cambio del otomanismo bajo el Imperio otomano, que reconocía la existencia de las minorías musulmanas con derechos restringidos, al turquismo cuyo objetivo central fue la homogeneidad étnica. A partir de ese momento se potenció un nuevo discurso nacional turco, que impulsó una política sistemática de Estado de exclusión y de justificación de la violencia y de persecución. Esta política fue completada luego de la caída de los Jóvenes turcos por quienes los sucedieron, liderados por el nacionalista Mustafá Kemal, fundador de la República de Turquía en 1923. En esta segunda etapa la eliminación física de la población armenia se profundizó con el recurso de reescritura de la historia para decir que este pueblo nunca había vivido allí. Así, los fundadores de la República de Turquía, acompañando el proceso de construcción de una cultura nacional, 'borraron' aquellos segmentos denigrantes de su historia como, por ejemplo, las masacres de las minorías cristianas. La memoria colectiva fue segmentada, vaciada de parte de su contenido y reemplazada por la historia oficial, escrita por académicos autorizados y transformada en la historia aceptada, con la finalidad de que las futuras generaciones no tuvieran datos de ese pasado vergonzante y traumático", explicó el comunicado de IARA - Instituciones Armenias de la República Argentina.
"Otra faceta de los genocidios es la de la apropiación de los bienes de las víctimas. En el caso armenio sus bienes fueron tomados y administrados por la dirigencia turca favoreciendo la concentración económica en manos de sus acólitos, para dar origen a una nueva burguesía nacional. A partir de entonces los turcos tuvieron un nuevo rol en la sociedad: el control de la economía y de la industria mediante la apropiación de los bienes 'abandonados' por los armenios". Asimismo, la llamada Turquía moderna se sustentó también en el complejo proceso de 'ingeniería demográfica' que hizo posible la reubicación de los musulmanes expulsados como consecuencia de la guerra de los Balcanes, en territorios que habían pertenecido a los armenios. De ese modo, se contó con una población fiel y afín, que fue favorecida por el despojo económico de los armenios", recordó el texto.
"A partir de estos antecedentes, para quienes sostienen que el Genocidio Armenio es un hecho del pasado, con la 'Guerra de los 44 días' de 2020 quedó demostrada su vigencia por la amenaza de un nuevo genocidio que no sólo debe preocupar a Armenia y al pueblo armenio, sino a la comunidad internacional teniendo en cuenta la reactivación de discursos de odio, prácticas de discriminación racial, étnica y religiosa. Hoy Azerbaiyán, estrechamente emparentada con Turquía ocupa gran parte del territorio histórico de Artsaj; no le basta con ello puesto que sigue amenazando con nuevas anexiones territoriales de Armenia. Peligra incluso la devolución de los prisioneros de guerra violando los términos de la declaración tripartita que firmó el 9 de noviembre de 2020 y expone su inhumanidad sin disimulo y sin temor de sufrir las consecuencias", remarcó IARA. "Por todo lo dicho la comunidad armenia de la República Argentina como la del resto de la diáspora sigue reclamando que el Genocidio Armenio sea reconocido sin rodeos por el Estado turco, continuador de los perpetradores. Basta de negar la verdad. No a otro genocidio".