Con las juventudes que marcan caminos
En ocasión del Centenario del Genocidio, fuimos protagonistas de históricas jornadas uniendo a toda la armenidad en sus diversos matices. Compartimos memorias y reclamos globalizando experiencias y enseñanzas surgidas de las múltiples movilizaciones, actos y mensajes.
En Armenia, la reunión convocada días antes por las Juventudes de la Internacional Socialista permitió conocer el avance de la solidaridad internacional basada en los principios justicieros que apoyan las causas de los pueblos oprimidos.
Antes del Genocidio Armenio, la necesidad de que sean conocidas y condenados los crímenes tolerados por las potencias cómplices generó la universal preocupación por la impunidad del Imperio Turco Otomano y su barbarie contra las minorías nacionales, reprimiendo los ideales progresistas que buscaban un futuro con paz y justicia social.
El debate, las propuestas y los compromisos de las juventudes socialistas abren caminos contra los imperios para torcer la omnipotencia del neoliberalismo y de las multinacionales, que siguen causando hambre y muerte, reclamando justicia social.
Unos días antes, a fines de abril, vimos tanto en Buenos Aires, como en Montevideo a los jóvenes de todos los sectores y corrientes de opinión reclamando ante la campaña negacionista de un embajador turco que todavía no quiere ver lo que todo el mundo sabe, verdades proclamadas en las mejores tradiciones armenio-latinoamericanas de reclamo y reivindicación por la Causa Armenia.
Los oradores de las manifestaciones juveniles del cono sur, expresaron pensamientos recibidas con aplausos y vítores. Con el renovado fervor del centenario, se reafirma la solidaridad de Latinoamérica. Junto a la valiente posición de los parlamentos sumando nuevos países, la prédica valiente del Papa Francisco fortaleció la constancia de los creyentes y también la pasión por la verdad de los hombres y mujeres de buena voluntad, de todas religiones y creencias.
Con el Centenario en nuestro haber, todas las instituciones, asociaciones, organizaciones y agrupaciones deben seguir alentando con iniciativa y creatividad multiplicada al infinito los proyectos y las propuestas de las juventudes.
La alegría y la satisfacción espiritual que nos causa enterarnos y compartir cada paso adelante, se unen a la memoria de largas décadas de constancia, de sacrificio y también de alegrías que vienen desde antes del cincuentenario, como ocurrió por ejemplo con la Mesa Coordinadora de Entidades Juveniles Armenias del Uruguay, o con la Comisión Interinstitucional de Juventudes Armenias, de Argentina.
Como entonces, hoy también la creatividad y el idealismo de las juventudes, confirman a la dirigencia comunitaria que los jóvenes armenios de Argentina y Uruguay, junto a los de toda la Diaspora, la Madre Patria y Artsaj avanzan siempre adelante con la tricolor en alto y con el bíblico Ararat en el corazón.
Carlos Luis Hassassian