De voluntario en la guerra de 2020 a medallista olímpico en Tokio: la increíble historia de Simon Martirosyan
El 3 de agosto, el levantador de pesas Simon Martirosyan ganó una medalla de plata en halterofilia de 109 kg los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, la tercera hasta ese momento para el país. Meses atrás, mientras sus compañeros atletas entrenaban, Martirosyan participó como voluntario en la guerra de Artsaj (Nagorno Karabaj) donde sufrió una lestión en su rodilla.
Simon Martirosyan nació el 17 de febrero de 1997 en Haykashen, Echmiadzin, dentro de la provincia de Armavir, Armenia. Martirosyan mantiene actualmente el récord mundial en arrancada, dos tiempos y total en la división de −109 kg.
Dentro de su carrera en los Juegos Olímpicos, en 2014 compitió en los Juegos Olímpicos Juveniles de Verano 2014 y obtuvo una medalla de oro en la categoría de +85 kg. Luego participó de los Juegos Olímpicos de Verano de 2016, donde ganó la medalla de plata en la competencia masculina de 105 kg. En 2018, Martirosyan levantó 240 kg en dos tiempos, estableció un record mundial y ganó la medalla de oro.
En 2016 compitió en el Campeonato de Europa de Halterofilia y ganó una medalla de bronce en la categoría de 105 kg. Al año siguiente compitió en el Campeonato de Europa de Halterofilia de 2017 en Split, Croacia, en la categoría de 105 kg. Ganó medallas de oro en arrancada, dos tiempos y total. Más adelante, volvió al Campeonato de Europa de Halterofilia en 2019 y obtuvo la medalla de oro levantando un total de 427 kg.
En el Campeonato de Europa de Halterofilia de Moscú 2021, Simon Martirosyan no logró levantar la barra de 227 kg tres veces, aunque obtuvo una medalla de oro en el ejercicio de arrancada. Ese día, el armenio explicó que "no le aguantaron los pies". Fue en ese momento que, ante la confusión de todo el mundo, se viralizó su historia: el montañista Ashot Topuzyan explicó desde sus redes sociales que "Cuando todos los atletas estaban entrenando y preparándose para el próximo campeonato, Simon estaba haciendo trabajo voluntario".
Luego de la guerra de Artsaj (Nagorno Karabaj) desatada por Azerbaiyán y Turquía, a la población se le dio un tiempo para que se retire de los territorios que serían entregados al Gobierno azerbaiyano. Simon Martirosyan fue uno de los voluntarios que viajaron a la región de Kalbajar (Karbachar) para ayudar a llevar los Jachkar armenios, cruces de piedra talladas, de vuelta a Armenia y resguardarlos del genocidio cultural que llevaría adelante Azerbaiyán semanas después. "Se formó un grupo rápido y Simon fue el primero que fue. Allá fue donde ocurrió su lesión", relató Ashot Topuzyan. Cabe destacar que, en ese momento, las tropas azerbaiyanas atacaron algunos poblados armenios de la región de Hadrut y no respetaron el acuerdo por el fin de la guerra.
El 5 de agosto, de vuelta en Armenia, fue recibido como un héroe por una multitud en el aeropuerto.