De Waal: “Estamos muy lejos del final de las negociaciones”
Ereván (Hetq.am).- Thomas de Waal, miembro de Carnegie Europa, especializado en Europa del Este y en la región del Cáucaso, habló con Hetq sobre el proceso de negociación por el conflicto de Karabagh y las perspectivas de alcanzar una resolución pacífica en el futuro próximo.
-Sr. De Wall, los ministros de Relaciones Exteriores de Armenia y Azerbaidján tuvieron una reunión hace unos días, con la mediación y la participación de los copresidentes del Grupo Minsk de la OSCE. En el encuentro, que duró más de cuatro horas, los interlocutores abordaron una amplia gama de temas relacionados con el proceso de paz de Artsaj, incluida la preparación de los ciudadanos para la paz, la seguridad y el desarrollo económico sostenible. En su opinión, ¿qué significa esto? ¿Es el comienzo de una ronda final de negociaciones o todavía estamos lejos de ello?
-Estamos muy lejos de una ronda final de negociaciones. La reunión en París fue extremadamente positiva, pero debe tomarse en un contexto de años con malas noticias y un período en el que ambas naciones llegaron a la guerra durante cuatro días en 2016. Básicamente no ha habido un proceso de negociación operativo desde la reunión de Kazán en 2011.
Ahora, principalmente porque hay un nuevo gobierno a cargo en Armenia, las partes están revisando la situación y parecen estar listas para reiniciar las negociaciones. Es bueno que estén listos para hablar seriamente otra vez y también es destacable que los políticos recuerden que la sociedad debe participar del proceso de paz. Sin embargo, no debemos olvidar que se parte de una base muy mala y que las posiciones todavía están muy alejadas.
-El primer ministro Nigol Pashinian ha declarado recientemente que negociará solo en nombre de Armenia, mientras que las autoridades de Artsaj deberían ser las que hablen en nombre de Artsaj. Stepanakert también plantea este problema, ¿cree que el retorno de este gobierno a la mesa de negociación es posible en el futuro cercano?
-Como está estructurado actualmente, el proceso es entre Bakú y Ereván, mientras, los copresidentes del Grupo Minsk de la OSCE todavía visitan Karabagh y consultan con las autoridades allí. Así ha sido desde 1998. Es altamente improbable que las autoridades azeríes permitan que los armenios de Artsaj vuelvan a las negociaciones en este momento.
Creo que las mejores posibilidades de que esto pase son si hay avances en las conversaciones y el formato de la negociación se amplía a otros “interesados”. Esto incluirá a los armenios de Karabagh en algunos temas y a los Azerbaiyanos de Karabagh en otros. Pero para que esto suceda es necesario que haya un avance en las negociaciones. En la actualidad, siendo honestos, hay muy poco que Stepanakert pueda agregar a lo que ya dice Ereván.
-¿Considera que la paz relativa actual en la frontera entre Artsaj y Azerbaidján es la calma antes de la tormenta?
-Obviamente, la geografía y la falta de una presencia internacional seria sobre la línea de contacto hace que ambas partes estén siempre al borde de la lucha. Lo que fue positivo el año pasado fue el nivel comparativamente bajo de víctimas, aproximadamente catorce en ambos lados, creo que el número más bajo en una década. Eso nos dice que la violencia que ocurre es generada en gran medida por decisiones políticas y que los comandantes militares son buenos para ejercer la disciplina si tienen instrucciones superiores. Esas son buenas noticias, otra tormenta siempre es posible, pero si las dos partes pueden seguir hablando y dando pequeños pasos, entonces la situación se estabilizará aún más.
-¿Qué avances espera en la resolución del conflicto? ¿Podemos esperar cambios en el futuro cercano?
-El siguiente paso importante que podemos esperar es una reunión entre los dos líderes, Ilham Aliev y Nigol Pashinian, en algún momento durante la primavera. No hay nada de nuevo en eso, ha habido docenas de reuniones bilaterales de este tipo a lo largo de los años. Espero que esta vez el encuentro no sea solo para las cámaras, centrado en pequeños detalles, sino que se produzcan resultados más concretos. En mayo de 2016 en Viena, ambos líderes acordaron algunos pasos serios, en términos de expandir el formato de negociación y establecer más medidas de seguridad (después de este concilio de acuerdo a una declaración emitida por el Grupo Minsk, los presidentes de ambos países: 1. Reafirmaron su compromiso de mantener el alto al fuego y buscar una solución pacífica, 2. Acordaron incluir un mecanismo de investigación de la OSCE lo antes posible, 3. Plantearon ampliar los poderes del Representante Personal del presidente de la OSCE, 4. Acordaron intercambiar información, bajo los auspicios de la Cruz Roja Internacional, con respecto a los reportados como desaparecidos).
En mi opinión es hora de revisar estas promesas y eso le dará más vida al proceso de negociación.