El Consejo Nacional Armenio de Sudamérica emitió un comunicado por la situación de Bolivia

El Consejo Nacional Armenio de Sudamérica emitió el viernes 15 de noviembre un comunicado por la situación de Bolivia. A continuación, el comunicado completo:

Ante la grave crisis que enfrenta el pueblo boliviano, el Consejo Nacional Armenio de Sudamérica reitera su total compromiso con la democracia, el respeto a los derechos humanos y la vía institucional para resolver situaciones de conflicto interno.

No aceptamos la intervención militar de cualquier tipo en la política interna, ya que constituye de una forma u otra un golpe al orden constitucional como fue el caso de la renuncia de Evo Morales el pasado 10 de noviembre 2019.

Las intervenciones militares nunca pueden constituirse como posibles soluciones a las crisis institucionales; las controversias se dirimen en un marco de democracia y diálogo y no de amenaza o uso de la fuerza.

América Latina tiene una larga y penosa historia de interrupción del orden democrático con consecuencias devastadoras que perduran hasta nuestros días, y, por lo tanto, es indispensable que los países de la región y la comunidad internacional tomen posición determinante ante el regreso de esta modalidad de resolución de conflicto interno a nuestro continente; como así también promuevan salidas sistémicas a tales crisis, augurando el restablecimiento del orden democrático mediante una solución pacífica y plural en el marco del diálogo político. En Bolivia, hasta el día de la fecha, el diálogo político es inexistente. Más aún, se ha recurrido a la imposición de la facultad de la presidencia con el impulso de nuevos mecanismos que carecen de total legalidad y legitimidad y atropellan aún más el orden constitucional.

Rechazando en primer lugar cualquier rol de los militares en el contexto interno del país, sobre todo cuando se trata de la preservación del orden constitucional, el CNA también considera imprudente la tentación de la perpetuación en el poder, sobre todo cuando se recurre a la repetida manipulación de las instituciones estatales y violando el principio de la separación de los poderes. El resultado, como ha quedado bien demostrado en la historia reciente de nuestra región, no es solo la frustración de un sector importante de la sociedad, sino también el riesgo que corren los grandes progresos en el desarrollo económico, la consolidación de la diversidad y pluralismo en la gobernanza y la construcción de un orden más libre, más igualitario y justo, que en el caso de Bolivia constituyen un hecho innegable en los últimos 14 años.

El CNA es consciente de que el importante avance en el reconocimiento del Genocidio Armenio en los países de la región incluyendo a Bolivia es también consecuencia de un mayor respeto a la democracia, el pluralismo y a los derechos humanos que se registró en la primera quincena del siglo XXI. Es por esta razón que nos mantenemos firmes en nuestro compromiso en el rechazo del regreso de prácticas autoritarias, discursos de discriminación, injerencias externas y atropellos a la institucionalidad democrática.

Nos solidarizamos con el pueblo boliviano para una solución pacífica a través del diálogo a la crisis que atraviesa el país.