El crecimiento del poder turco y el acompañamiento de EEUU y de Europa auguran más guerras y peligros para Armenia

25 de noviembre de 2023

El éxito de la alianza turco-azerí en la campaña militar contra las fuerzas armenias le posibilitó a Turquía aumentar su reputación y la popularidad de su líder Erdogan creció más allá de sus fronteras. El apoyo militar turco se sumó a una serie de acciones e iniciativas que vienen buscando expandir su influencia internacional no sólo con el poder de las armas sino además con el de la historia, la etnia, la lengua y el del islam. EEUU y Europa acompañan este proceso. Peligra la integridad territorial de Armenia.

Tras la caída de la Unión Soviética, Turquía comenzó a llenar el vacío geopolítico generado. Turkvisión no fue una iniciativa espontánea; se creó en el seno de la Organización Internacional de la Cultura Túrquica, o TÜRKSOY. Con sede en Ankara, desde 1993, Turquía junto a Azerbaiyán, Kazajistán, Kirguistán, Uzbekistán, Turkmenistán acordaron establecer un marco de cooperación para reforzar la relación entre los pueblos túrquicos a través de actividades tradicionales, culturales y académicas.

El siguiente movimiento del panturquismo institucional empezó en 2009, con la creación del Consejo de Cooperación de los Estados de Habla Túrquica, también conocido como Consejo Túrquico. El Consejo lo conforman los mismos países que la TÜRKSOY menos Turkmenistán. A su vez, Hungría se adhirió como país observador.  A diferencia de la TÜRKSOY, el Consejo Túrquico se abre a la cooperación política y económica, por ejemplo, en el turismo o la inversión. Turquía es el epicentro de estos movimientos.

El papel central de Turquía en la cooperación de los pueblos túrquicos va de la mano con la expansión de su influencia internacional. El Gobierno de Erdogan promueve la cultura y la lengua turcas a través del Instituto Yunus Emre, combinando así festivales culturales, comercio y un creciente intervencionismo militar, ganado margen de acción e influencia geopolítica.

Es muy probable que la implementación de las ambiciones expansionistas de Erdogan de crear una asociación supranacional, conducirá a un aumento de los sentimientos radicales en la región Transcaucásica y la opresión de las minorías nacionales de origen no turco. Sin el involucramiento de las potencias occidentales el Cáucaso se convertirá en un mero trampolín para promover aún más el proyecto geopolítico “Gran Turán”, que prevé la unificación de los Estados turcos bajo la égida de Ankara.

Mientras que el expansionismo turco preocupa crecientemente a Irán, Rusia y China la pregunta es: ¿EEUU aprueba el accionar turco?

A modo de respuesta, se destaca el rol que ha jugado históricamente Turquía como aliado estadounidense y europeo en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), conteniendo el expansionismo soviético. Por otro lado, pese a las diferencias que surgieron entre ambos países en el último tiempo, EEUU continúa respaldando a Erdogan para que desempeñe el rol de vanguardia de las estrategias occidentales contra Irán y Rusia.

Su habilidad diplomática y ubicación geográfica son factores que hacen de Turquía un actor decisivo en la geoestrategia estadounidense en Eurasia.  Por momentos, la política oscilante de Erdogan y cierta pretensión de autonomía genera enojo y preocupación entre las potencias occidentales.

No obstante ello, a EEUU (coincidiendo con Erdogan) le interesa mucho más “sacar” a Rusia del proceso de pacificación armenio-azerí, y del Cáucaso en general, que la creciente autonomía turca. Asimismo, la estabilidad de esta región no desempeña ningún papel significativo para EEUU.

Por su parte los europeos critican a Putin pero abrazan a Aliyev, declarándolo “socio energético crucial”. La Unión Europea y Azerbaiyán han firmado, en junio 2022, un acuerdo para duplicar el suministro de gas natural hasta los 20.000 millones de metros cúbicos anuales en 2027. Se hará a través del corredor del sur, que conecta el país con el mercado comunitario europeo a través de Turquía, un proyecto conjunto entre Bruselas y Bakú inaugurado en 2018, que se nutre fundamentalmente de yacimientos del mar Caspio y conecta con Europa.

El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, saluda a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en Baku AZERBAIJAN PRESIDENT PRESS SERVI (EFE)

Relación tuco-azerí y el Gran Turán
La idea que marca el curso de la relación turco-azerí de “dos Estados una nación” puede devenir en el mediano plazo en la idea de una nación un Estado.

(Foto Reuters: Tropas turcas y azeríes participan en ejercicios militares conjuntos en la provincia oriental de Kars, Turquía 2021)

Cabe recordad que Turquía anunció, en julio de 2020, que toda su “experiencia, tecnología y capacidades, desde los vehículos voladores no tripulados hasta las municiones, misiles y sistemas electrónicos de guerra” estaban a disposición de Azerbaiyán. Asimismo, durante la conferencia de prensa en Ganja, Azerbaiyán, el 28 de julio, el presidente del Parlamento turco Mustafa Shentop declaró la necesidad de incluir en la agenda las cuestiones de la expansión de la cooperación económica entre Ankara y Bakú y la creación del Ejército turco conjunto.

El mandatario de Azerbaiyán señaló que la “Declaración de Shusha” es una garantía de cooperación futura entre los dos países. Aliyev recordó que el presidente Erdogan ha declarado un apoyo claro y abierto a Azerbaiyán desde el comienzo de la Batalla de Karabaj y expresó: "Vimos la solidaridad del pueblo turco en la guerra. Nunca olvidaremos el apoyo de Turquía". Asimismo, en la declaración se señaló que la apertura del corredor Zangezur que conecta Turquía y Azerbaiyán y el ferrocarril Nakhichevan-Kars contribuirán al reforzamiento de las relaciones bilaterales.

Es probable que la declaración de Shushi (foto) y la profundización del vínculo turco-azerí sean el preludio de una mayor desestabilización en el Cáucaso sur. Las necesidades geoestratégicas de ambos suponen una ruptura del actual status quo y por ende una escalada de la conflictividad de la región.

Su cooperación en diversas áreas y compromiso es creciente. Considerando que Armenia y en menor medida Georgia interrumpen la continuidad territorial de esa nación turco-azerí es necesario alertar sobre el peligro que ello conlleva para georgianos y armenios respecto de su futura integridad territorial.

De Enver Pasha a Erdogan ha pasado un siglo. Sin embargo, la creación del sueño del Gran Turán se mantiene. La idea es que, una vez que Armenia y los armenios de Artsaj sean liquidados por Turquía y Azerbaiyán, un corredor terrestre conectará Turquía con el Mar Caspio y con los estados turcos de Asia Central (y por supuesto, con el pueblo turco actualmente gobernado por Rusia, China e Irán.

La dimensión más interesante de este sueño expansionista no es que los críticos de Turquía estén alegando estas acusaciones sobre el expansionismo, sino que los partidarios de Erdogan y su gobierno se jactan y sueñan con ello.

Medios de comunicación turcos le piden a los Estados turcos un «ejército Turán»

Algunas Reflexiones

Ashot Ohanes

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